“Te estoy violando para que te vuelvas hombre”. “Te estoy violando para que sientas lo que debería sentir una mujer”. “¿Quiere ser mujer?, pues entonces sienta lo que sienten las mujeres”.
Testimonios como estos, de violencia cometida contra gais, lesbianas y transexuales durante el conflicto armado, fueron recopilados por Colombia Diversa y Caribe Afirmativo, organizaciones que promueven los derechos LGBTI, en Tumaco y Urabá y
constituyen dos informes que fueron entregados este viernes a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el marco de los casos territoriales 002 (Tumaco, Barbacoas y Ricaurte, en Nariño) y 004 (Urabá) que abrió esta justicia.
Estos testimonios, recopilados durante más de 7 meses de investigación, servirán como insumo para que la JEP investigue y posteriormente juzgue los graves crímenes cometidos en estos territorios, en este caso, por prejuicio contra personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas.
La persecución, explica Catalina Botero, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, es una forma muy grave de violencia y es un delito de lesa humanidad. Diferentes tribunales penales mundiales, empezando por el de Núremberg, que juzgó la persecución contra los judíos en la Segunda Guerra Mundial, han conocido casos de persecución por motivos étnicos, religiosos, culturales o políticos; sin embargo, esta es la primera vez que se elabora informes para un tribunal sobre crímenes internacionales por la persecución a la que fue sometida la población LGBTI.
Representa una oportunidad histórica para que se reconozca que los actores armados violentaron sistemáticamente a las personas LGBT en razón de su orientación sexual e identidad de género
La investigadora de Colombia Diversa Daniela Díaz Villamil, quien participó en el informe sobre Tumaco, comentó que estas investigaciones logran ubicar legalmente a nivel internacional una conducta supremamente fuerte y que tiene un alto impacto en las víctimas, a quienes se les prohibió ejercer sus derechos como personas LGBT en estos territorios.
La decana de Derecho de Los Andes expresó que ubicar este crimen en el ámbito internacional “representa una oportunidad histórica para que se reconozca que los actores armados violentaron sistemáticamente a las personas LGBT en razón de su orientación sexual e identidad de género, lo cual nunca se ha visibilizado en un tribunal de justicia transicional”.
Botero agregó que hablar de persecución es importante porque permite entender que estos hechos de violencia no fueron cometidos de manera aislada o incidental, “sino que eran usados por los actores armados para reforzar su control sobre el territorio”.
Estos informes, dijo, “muestra que las personas LGBT fueron violadas, desplazadas, torturadas, golpeadas, humilladas y amenazadas por ser población LGBT".
Las personas LGBT fueron violadas, desplazadas, torturadas, golpeadas, humilladas y amenazadas por ser población LGBT
Tumaco
En la ciudad nariñense la investigación la desarrolló Colombia Diversa, que logró documentar 12 casos de sobrevivientes a violencia motivada por su condición LGBT que datan desde 1985 hasta el 2016.
De los 12 casos, 8 fueron cometidos por la exguerrilla de las Farc, y son estos los casos que se presentarán a la JEP, que es el juez natural de esa exguerrilla tras el proceso de paz, y 4 por grupos criminales como ‘Águilas Negras’, ‘Los Rastrojos’, y la guerrilla del Eln. Estos últimos serán entregados a la Comisión de la Verdad, encargada de investigar lo ocurrido en el marco del conflicto armado.
En seis de los 8 casos cometidos por las Farc las víctimas fueron violentadas sexualmente, en los otros dos amenazadas o violentadas de otra forma. En total, la violencia y amenazas llevaron a que 7 de las 8 víctimas sobrevivientes a violencia de las Farc abandonaran su territorio desplazándose forzosamente.
Si bien estadísticamente estos casos pueden no ser comparables con los millones de personas perseguidas, por ejemplo, durante la II Guerra Mundial, Daniela Díaz resalta que tener 12 casos de sobrevivientes, sumado a una gran cantidad de homicidios, "en un municipio tan pequeño como Tumaco da cuenta de que esto es, guardando las proporciones, un fenómeno de inmensa magnitud".
En un municipio tan pequeño como Tumaco da cuenta de que esto es, guardando las proporciones, un fenómeno de inmensa magnitud
La investigación evidenció que fueron tres las estructuras de las Farc que violentaron a las personas LGBT en Tumaco: el frente 29, que llegó en 1985 (fecha del primer caso que documentó Colombia Diversa), y las columnas Daniel Aldana y Mariscal Sucre.
Además, en este territorio todas las víctimas son afrocolombianas con un alta arraigo territorial que, luego de salir de su territorio debido a las amenazas, llegaron a otros lugares en los que además son discriminadas por su color de piel, por ser pobres o desplazados, relata el informe.
El informe también concluye que en los crímenes hubo un alto grado de premeditación, lo que descarta hipótesis de que hayan sido casos aislados o incidentales, y en la mayoría de las veces a las víctimas las sacaron de su entorno habitual para llevarlas a zonas rurales en donde fueron asaltadas sexualmente. Luego de los hechos, los victimarios las para que no denunciaran lo sucedido, comentó la investigadora Díaz.
Una de las víctimas, una persona trans, le pidió a la JEP priorizar a la población LGBT, "somos un blanco muy fácil, somos muy vulnerables y nunca nos tienen en cuenta en ningún caso. Es como si no tuviéramos derechos (...) las personas trans somos más golpeadas porque nos tienen como una especie de burla y objeto sexual".
Las personas trans somos más golpeadas porque nos tienen como una especie de burla y objeto sexual
Urabá
De otro lado, el informe sobre los hechos ocurridos en la región de Urabá fue elaborado por la organización Caribe Afirmativo, que recopiló 19 casos de violencia hacia personas LGTB entre 1986 y 2013.
En la investigación se encontró que 17 de esos casos fueron de violencia sexual, aunque en la región, explicó Cindy Hawkins, una de las investigadoras, la persecución hacia la población LGBT también se enmarcó en otros tipos de conductas como las amenazas y desplazamientos forzados, homicidios y feminicidios, y el trabajo forzado.
En esta región también se evidenció un patrón y una sistematicidad en la violencia contra las personas con identidad de género diversa, es decir, la violencia era motivada específicamente por ser personas LGBT y para enviar el mensaje a la comunidad de que esto no era permitido y había que “corregirlo”.
Las Farc fueron el principal actor armado que perpetró los ataques, aunque también hay registros de víctimas de paramilitares.
Hawkins agregó que en Urabá se encontró que entre los impactos que generó esta violencia hacia las personas LGBT estuvo el desplazamiento forzado pero también embarazos forzados, daños físicos, emocionales y económicos, y contagios de virus de transmisión sexual como el VIH.
JUSTICIA