El excomandante de la desparecida guerrilla de las Farc Carlos Antonio Lozada cumple hoy una nueva cita en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la que seguirá entregando su versión sobre el caso 007 sobre reclutamiento de menores.
Esta es la tercera versión que da Lozada ante la JEP y la segunda que es pública, según la decisión de esa jurisdicción al resolver una petición de los excombatientes.
En la sesión podrá intervenir la Procuraduría y las víctimas que podrán hacer preguntas al exguerrillero.
En la sesión anterior Lozada reconoció que hubo reclutamiento de menores, pero que no era una política de la organización.
El excombatiente dijo hoy que los frentes de las Farc estaban ligados por relaciones familiares y de amistad con las comunidades y que cuando eran reclutados jóvene era común que los familiares se acercaran a preguntar por ellos.
Indicó que cuando se los querían llevar, se le preguntaba al reclutado si se quería ir o no. "Les decíamos aquí no vamos a tener a nadie obligado, se le preguntaba a la persona y se quería ir, pues de dejaba ir", dijo Lozada.
Igualmente señaló que por razones de seguridad en algunos momentos se prohibió el ingreso de civiles a los campamentos y que en la Octava Conferencia de la guerrilla se estableció que se debía facilitar la reunión de los combatientes con sus familias.
El exguerrillero dijo que los padres de familia de los menores que se oponían al reclutamiento no eran considerados enemigos y "se veía eso como algo normal, se veía como una reacción lógica, independiente de la edad de la persona que se vinculaba".
"Nosotros no aceptamos el ingreso de menores, ni hicimos un trabajo para reclutar menores", señaló Lozada frente a su accionar como responsable de las milicias urbanas de la guerrilla. Y añadió que tampoco se usaron menores para hacer inteligencia u otras labores realizadas en medio del conflicto.
Lozada señaló que en las zonas en las que estaba la guerrilla, que en su mayoría era rurales, había cultivos legales e ilegales que eran de las familias y que las Farc no intervenían en esos negocios ni promovían el uso de menores de edad para los mismos.
Así mismo señaló, ante la pregunta del magistrado del caso, que en la Octava Conferencia se estableció el uso de anticonceptivos en las mujeres que ingresaban a la guerrilla, y que eso de hizo por el incremento de mujeres en la organización. Dijo que no recuerda el porcentaje de mujeres que asistió a esa Conferencia.
Añadió que con el tiempo se les reconocieron a ellas los mismos derechos y obligaciones dentro de la organización que tenían los hombres.
El exguerrillero sostuvo que uno de los compromisos del proceso de paz de La Habana era entregar a los menores de edad, pero que no recuerda el número de menores que salió.
Lozada señaló a las víctimas acreditadas en el proceso que sienten vergüenza por los hechos registrados en medio del conflicto y que tienen todo el ánimo de reparar el daño causado y asumir las decisiones que adopte la JEP.
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