'¿Por qué esta vez sí podemos confiar en que van a contribuir a la paz?', el duro llamado de la Defensora por el nombramiento de jefes 'paras' como gestores de paz

Fuertes cuestionamientos hizo la defensora del Pueblo, Iris Marín, a la designación del Gobierno de 18 exjefes paramilitares como gestores de paz. La funcionaria aseguró que es un mal mensaje tanto para las víctimas como para los delincuentes que cometen delitos de gravedad comparables. Y pidió que no se les considere como colaboradores, sino que se les siga señalando como los responsables de crímenes de lesa humanidad para que mantengan la cabeza 'gacha' frente a la justicia y las víctimas.

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Gran revuelo político y social causó la resolución emitida por Presidencia, en la que se nombra a antiguos de las autodefensas como interlocutores con los grupos armados vigentes para la construcción de paz. Uno de los puntos de la polémica tiene que ver porque cuatro de ellos fueron expulsados de Justicia y paz -la justicia transicional a la que se acogieron en su proceso de desmovilización-, por reincidir en crímenes de lesa humanidad. 

Precisamente sobre ellos recae la crítica de la Defensora. "Entre los nuevos gestores se encuentran por ejemplo alias 'Botalón', 'Macaco', 'Jorge 40', quienes fueron máximos responsables de desplazamientos forzados, reclutamientos, desapariciones forzadas, masacres, secuestros, torturas, violación y esclavitud sexual. Además, Hernán Giraldo Serna, conocido como el 'taladro' por la violencia sexual que ejercía hacia niñas de la Sierra Nevada de Santa Marta (...) Ellos cuatro fueron expulsados de justicia y paz por reincidencia. En este contexto, ¿qué significa garantizar el derecho a la paz con un enfoque centrado en los derechos de las víctimas?", expuso Marín.

Por esta recaída en el mundo criminal, la Defensora cuestionó por qué ahora sí debemos creerles. Y pidió que se pusiera la lupa sobre su gestión en esta nueva faceta como aliados del Gobierno. 

"¿Por qué esta vez sí podemos confiar en que van a contribuir a la paz? (...) Sería conveniente que la gestoría se desarrolle con base en un plan de trabajo muy preciso que pueda ser objeto de monitoreo para evitar cualquier riesgo que que desvíe la labor de gestoría", indicó. 

Otro punto que abordó fue el compromiso con la verdad, de cara al respeto de las víctimas, muchas de las cuales han mostrado sus dudas de que estos nombramientos idealicen la figura de estos exjefes 'paras', quienes tienen encima un grueso expediente delictivo. 

"Las designaciones deben incluir un compromiso claro con la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas. Los gestores deben reconocer públicamente su responsabilidad en condiciones en las que no sean puestos en la posición de quienes están ayudando", agregó Marín, pidiendo además, que el Gobierno no los muestre como referentes morales de la construcción de paz. 

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Este aspecto es una de las llagas de esta figura de gestores de paz, en la que se estrenó el exparamilitar Salvatore Mancuso en marzo pasado, y que ha recibido críticas desde diferentes sectores por el vuelo político que tomó. Por eso, enfatiza la Defensora, deben mantenerse con "cabeza gacha frente a la justicia y las víctimas".

Finalmente, aunque resaltó como positiva su contribución a finalizar las guerras que persisten en Colombia, ya que algunos de los grupos armados de hoy son herederos de la violencia paramilitar, exigió que no se modificara su condición jurídica, tal como se contempla en la resolución. "Esto es muy importante porque la prevalencia de la justicia y las garantías de no repetición se reflejan en el cumplimiento de las penas por las cuales se encuentran privados de la libertad". 

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SARA VALENTINA QUEVEDO

Redacción Justicia