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Agresión contra mujeres sigue sin verse como un crimen, dice informe de Llyc

Informe de la consultora Llyc señala que medios de comunicación abordan mal violencia de género.

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Colombia es el país donde “más se dramatiza” la violencia contra las mujeres. Esa es la conclusión del informe que hoy presenta, a nivel global, la consultora española Llyc —antes Llorente y Cuenca— sobre cómo informaron los medios de comunicación la violencia de género y las reacciones que se generaron en las redes sociales en el último año.
Buenas prácticas para opinar e informar sobre violencia de género en medios de comunicación y en redes sociales.

Buenas prácticas para opinar e informar sobre violencia de género en medios de comunicación y en redes sociales. Foto:EL TIEMPO.

El informe ‘Desenfocadas. Cómo opinar e informar mejor sobre violencia de género’, conocido en exclusiva por EL TIEMPO, analizó las comunicaciones de nueve países de Latinoamérica, España, Portugal y Estados Unidos, en un periodo de 12 meses desde el primero de diciembre del 2022 hasta la misma fecha del 2023.
Una agresión sexual no es un evento triste, es un crimen.
El análisis hecho por el equipo de Deep Learning de Llyc incluyó más de 226 millones de artículos sobre hechos noticiosos generales, más de 5 millones de noticias relacionadas con violencia de género y 14 millones de mensajes en X (antes Twitter) vinculados a las agresiones contra la mujer.
En el manejo que se da en Colombia a la violencia de género, la consultora señala que es recurrente la dramatización en redes sociales. "Una agresión sexual no es un evento triste, es un crimen” señala el informe.
Para determinar el tratamiento que le dieron los medios de comunicación a la violencia de género, Llyc se basó en las 21 reglas de buenas prácticas, entregadas por la Red Mediterránea de Autoridades Reguladoras (en inglés, MNRA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
Malas prácticas

Malas prácticas Foto:EL TIEMPO.

Por cada insinuación que niega la violencia de género en los medios, esa negación se cuadruplica en las redes sociales.
Las principales deficiencias de los medios de comunicación, detectadas en el estudio, fueron la alusión a la salud mental de las víctimas, la negación de las violencias de género, la violación a la privacidad y las justificaciones a la agresión por discusiones, adicciones y enfermedades psiquiátricas.
En los medios de comunicación de los doce países analizados, el foco de la noticia estuvo sobre las mujeres afectadas. “Los atributos de la víctima se destacaron un 75 por ciento. Centrar la atención en aspectos irrelevantes, desvía el enfoque de la responsabilidad del agresor hacia la víctima”, resalta el documento.
Noticias de violencia de género que justifican de alguna manera la agresión.

Noticias de violencia de género que justifican de alguna manera la agresión. Foto:Llyc.

‘Desenfocadas’ señala que la influencia que tienen los medios de comunicación en redes sociales sobre la negación del machismo es más fuerte que la de la sensibilización.
Por cada insinuación que niega la violencia de género en los medios (como desconocer el hecho o quitarle el peso al victimario), esa negación se cuadruplica en las redes sociales.
En cambio, se necesitan más de dos noticias sensibilizadoras para generar un mensaje concienciador en las redes sociales. Sin embargo, la sensibilización y la prevención está centrada en los medios de comunicación, pues este tipo de acciones son dos veces mayores allí, que en redes sociales, y tienen un gran poder de cambio, según el informe.
En redes sociales, los s colombianos fueron quienes más justificaron las agresiones contra las mujeres, asumiendo que la víctima provocó o sedujo al agresor. Esta respuesta se evidenció en el cinco por ciento de respuestas en X.
El país en el que más se habló de violencia de género en las redes sociales fue España, y en Estados Unidos fue donde más se justificaron las agresiones a través de los medios de comunicación (dos veces más que en el promedio del resto de países).
La OMS señaló que la violencia de género es endémica en todos los países y culturas.

La OMS señaló que la violencia de género es endémica en todos los países y culturas. Foto:Getty Images

La consultora global de comunicaciones y de asuntos públicas, Llyc, también lanza hoy una herramienta llamada ‘The Purple Check’. Esta iniciativa emplea una inteligencia artificial (IA) para detectar el sesgo en el lenguaje. Además, brinda una recomendación para informar sin promover la desigualdad de género.
Los otros países estudiados fueron Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana.

¿En qué se está fallando al informar y opinar sobre violencia de género?

En Colombia, el 10,2 por ciento de las noticias no respetaron la intimidad de las víctimas. En general, el estudio encontró que el foco sigue sobre las víctimas. Los datos —mayormente— explicitados tienen relación con la edad y la familia de la víctima (34 y 32 por ciento, respectivamente).
Marcha de la campaña 'No es hora de callar' contra violencias a las mujeres.

Marcha de la campaña 'No es hora de callar' contra violencias a las mujeres. Foto:Archivo EL TIEMPO

Dado que los atributos de la víctima se destacan un 75 por ciento más que los del agresor, las narrativas de los medios minimizan la responsabilidad del perpetrador indirectamente.
Sobre la negación de la violencia de género, ‘Desenfocadas’ señaló que los medios lo hacen dos veces más que las redes sociales, al asociar los hechos a “casos puntuales o aislados”. Comunicar de esta forma minimiza que la violencia de género es un problema social, común y frecuente. Además, un informativo negacionista se cuadriplica en la conversación social, acorde al informe.
La preservación de la intimidad, la búsqueda de la pluralidad y la responsabilidad en la presentación de hechos son elementos cruciales para garantizar una cobertura informativa justa y ética
La existencia de fuentes masculinas competentes en el tratamiento a la violencia de género es poco frecuente, pues en los medios de comunicación las mujeres consultadas como expertas son 30 veces más comunes.
Contar con fuentes independientemente de su sexo o género, habilita la contribución activa de los hombres en esta transformación social, cuestionando los estereotipos sexistas. Tener paridad en las noticias, “sugiere un enfoque equilibrado y global, evitando la feminización excesiva del relato. Esto permite que la historia abarque un público global”, señala el documento.
Presencia de violencia de género en medios de comunicación y redes sociales.

Presencia de violencia de género en medios de comunicación y redes sociales. Foto:Llyc.

Además, una de cada cinco noticias sobre violencia de género justificó las agresiones. En el caso de Colombia, esto se hizo desde la salud mental (0,9 por ciento), la adicción (1,5 por ciento) y las discusiones (0,5 por ciento).
En los doce países analizados, se ha expuesto la idea de que la violencia de género es un problema que afecta a todos, además de exponer las consecuencias penales de estos hechos delictivos.
En Colombia, el 10 por ciento de las noticias analizadas relataron que este es un problema que no afecta únicamente a las mujeres, y el 3,4 por ciento expuso el efecto punitivo de agredir a una mujer por su género.
En las redes sociales, la frecuencia de publicación de contenido sobre violencia de género es 15 veces menor que en medios de comunicación. A través de estas plataformas, se culpó más a las víctimas (7,9 por ciento) y se justificaron más a los agresores en Colombia. El 5 por ciento se refirió a provocación o persuasión y el 3 por ciento a la romantización.
Mujeres periodistas

Mujeres periodistas Foto:Pixinio

Además, Llyc destacó que, prácticamente en todos los países, ciertos casos marcan un precedente en el tratamiento de la violencia de género en los medios de comunicación y en la ética periodística que estos requieren.
El exjugador brasileño del FC Barcelona Dani Alves, acusado de violar a una joven en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona en diciembre de 2022.

El exjugador brasileño del FC Barcelona Dani Alves, acusado de violar a una joven en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona en diciembre de 2022. Foto:EFE/ Alberto Estévez

El informe analizó tres casos en particular (el de Dani Alves, el de Ibsen Martínez y el de Jonathan Majors), en los que halló un profundo énfasis en las consecuencias para el agresor, enfatizando en la pérdida del empleo.
"La preservación de la intimidad, la búsqueda de la pluralidad y la responsabilidad en la presentación de hechos son elementos cruciales para garantizar una cobertura informativa justa y ética en medio de situaciones delicadas como estas”, destaca Llyc en el caso de Alves, un futbolista brasileño condenado por agresión sexual.
Por su parte, Ibsen Martínez es un escritor que reconoció públicamente haber ejercido violencia de género. Siendo una reacción poco común, fue notable la defensa a la víctima y la condena al agresor de su propio gremio (profesores, escritores y economistas) en la conversación social.
Además de ser consistente la violación a la privacidad de las víctimas implicadas en los tres casos—una mala práctica—, el informe 'Desenfocadas' reflexionó sobre cómo el reconocimiento de la culpa impacta en la comunicación mediática de los hechos.

Recomendaciones a los medios de comunicación para cubrir la violencia de género

La Red Mediterránea de Autoridades Reguladoras presentó un decálogo de sugerencias en su informe ‘Recomendaciones sobre la cobertura mediática de la violencia de género’. Así mismo, el PNUD entregó algunas pautas en su reporte ‘Directrices para la información de los medios sobre la violencia contra las mujeres’.
Estas son algunas:
  1. Los medios de comunicación deben informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre la violencia de género y ser reiterativos en que la violencia de género afecta a la sociedad en general, y no solo a las mujeres.
  2. Deben seleccionar las fuentes de información más cualificadas, especializadas y adecuadas para cada caso. Evitar los testimonios de vecinos que solo tengan un vínculo circunstancial con la víctima o sobreviviente.
  3. No brindar descripciones detalladas o perturbadoras, así como erradicar el sensacionalismo y el dramatismo de los contenidos. Estos deben respetar la dignidad de las víctimas.
  4. La violencia no se puede justiciar por circunstancias externas o características personales del perpetrador, tales como la pobreza, la cultura, las altas temperaturas, la pérdida de empleo, la enfermedad mental o las adicciones, entre otras.
  5. No equiparar la violencia con los problemas domésticos o matrimoniales. Tampoco debe presentarse como una expresión de amor o una consecuencia de los celos. Solo como una expresión de la necesidad de poder y control.
  6. Distinguir claramente entre violación (cualquier relación sexual sin consentimiento) y sexo (relaciones sexuales consensuadas entre dos personas). Además, aunque el presunto perpetrador no haya sido condenado —dado que este tipo de violencia es más difícil de comprobar—, no se le debe llamar mentirosa a la persona sobreviviente.
  7. En las redes sociales, se recomienda moderar los comentarios en los artículos sobre violencia de género para evitar una victimización secundaria o una retraumatización —bien sea de la sobreviviente o de las mujeres que han o están atravesando situaciones semejantes—.
Aparte, el informe presenta otras recomendaciones derivadas de los hallazgos del 2023. Algunas de ellas son:
  • Impulsar campañas de sensibilización en redes sociales, especialmente en países con baja movilización, y fomentar la participación activa de la comunidad en la lucha contra este problema.
  • Preservar la privacidad de los niños, no hacerlo pondría en riesgo su privacidad y generaría consecuencias negativas para su desarrollo. Hacerlo solo si fueron directamente afectados.
  • Omitir referencias al estrato social, nivel adquisitivo, razas o etnias tanto del agresor como de la víctima, especialmente en redes sociales.
  • Centrarse en los hechos y las consecuencias de la violencia de género, sin desviar la atención hacia aspectos que podrían malinterpretarse, como el estado mental de la víctima.
  • Resaltar las consecuencias de la agresión, tanto penales como profesionales y sociales, incluso cuando los involucrados no son personajes públicos. Esto transmite que la violencia de género no será tolerada y que conlleva serias repercusiones en diversos ámbitos de la vida del agresor.
  • Conocer y aportar los canales de apoyo y prevención en casos de violencia de género.
  • En el caso de ser hombre, hacer explícita la condena a la violencia.
Si usted es víctima de violencia de género, puede llamar a la línea 155 a nivel nacional, donde la orientarán para buscar ayuda. Si reside en Bogotá puede utilizar la línea purpura, donde le brindaran acompañamiento y atención psicosocial gratuito, a través del teléfono 01 8000 112137 o de la línea de WhatsApp (+57) 300 755 1846.

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