Congreso de Estados Unidos muestra sus divisiones sobre el Gobierno de Gustavo Petro

Profundas diferencias sobre Colombia salieron a flote este jueves durante una audiencia convocada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos para evaluar las políticas del presiente Gustavo Petro.

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Para algunos republicanos, en particular María Elvira Salazar, la presidente del Sub Comité para el Hemisferio Occidental que convocó el evento, Petro está deshaciendo el progreso que se ha logrado en el país a lo largo de los últimos 30 años en parte gracias al apoyo de Estados Unidos

Pero para los demócratas que asistieron, y en general los de la istración de Joe Biden que fueron citados a testificar, la relación entre ambos países bajo la istración Petro sigue siendo fuerte y vital para los intereses estratégicos de Estados Unidos.

Salazar, durante su intervención inicial, a través de sus preguntas y luego ante medios de comunicación, evocó una larga cita de quejas, entre ellas el aumento de los cultivos ilícitos, las negociaciones con grupos criminales y el Eln, su cercanía con dictadores de la región, las políticas energéticas y las recientes declaraciones donde equiparó a Rusia y Estados Unidos.

"Necesitamos un cambio de rumbo. En los últimos 30 años, Colombia logró un progreso increíble. Una nueva era de prosperidad se apoderó de este país. Y ahora parece que todo se está borrando y el único responsable se llama el presidente Gustavo Francisco Petro Urrego. Esto no debe suceder y Estados Unidos tiene que ayudar a las buenas personas de Colombia que lo único que quieren es paz democracia y tranquilidad", dijo.

En contraposición aparecieron las voces de varios legisladores demócratas, entre ellos las de Joaquín Castro -el de más alto rango en el Comité-, Gregory Meeks, Sydney Kamlager-Dove y Greg Santon.

"La democracia en Colombia no está en riesgo. Los colombianos eligieron a un nuevo gobierno de una manera transparente y nuestro misión es trabajar con la persona que la gente eligió. Eso es democracia. Lo que si va a dañar a Colombia y la región es la propuesta de los republicanos de eliminar la ayuda para este país y en un momento crítico. De hecho es contrario a nuestros mismos objetivos en materia de lucha contras las drogas, seguridad y intereses comerciales. Colombia no se está convirtiendo en un país socialista", dijo Meeks.

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Castro, por su parte, destacó la buena cooperación que existe en temas migratorios, medio ambientales y otros pese a que reconocer que existen diferencias con el actual gobierno.

"Hay cambios en Colombia, esto es innegable, el pueblo colombiano eligió y Estados Unidos debe respetarlo y apoyar al país", afirmó el legislador.

Mark Wells, subsecretario de Estado diputado para el Hemisferio Occidental, también dijo cosas relevantes. La mayoría favorables, pero en algunas dejando claro que hay diferencias y hasta dudas.

Según Wells, "la istración está comprometida en asegurar que la relación siga siendo fuerte y productiva por el beneficio de los estadounidenses y colombianos, la estabilidad hemisférica y el bien mundial. Hemos superado muchos retos juntos y estamos confiados en que nuestra sociedad seguirá siendo próspera por muchas generaciones".

Para Wells, Estados Unidos tiene plena confianza en la solidez de las instituciones colombianas con las que han cooperado por décadas y fue enfático al afirmar que la democracia colombiana era "sólida" y tampoco dijo creer que sus instituciones estaban en riesgo.

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Wells también fue crítico del plan de los republicanos que busca eliminar la ayuda para el país tras indicar que con ella se estaría "entregado a un aliado vital en la región".

Ya en temas puntales, el funcionario elevó algunas inquietudes y desacuerdos. Por un lado, expresó "mucho escepticismo" por las negociaciones del gobierno con el llamado Clan del Golfo y dijo que Estados Unidos no apoyaría un acuerdo que se tradujera en impunidad para narcotraficantes.

Sobre los acercamientos con el Eln dijo que Estados Unidos mantenía un "escepticismo saludable frente a las negociaciones", si bien apoyaban los esfuerzos de paz. Aún así, volvió a reiterar que su país no tenía intención de sacarlos de la lista de organizaciones terroristas.

En la audiencia dijo a su vez estar "preocupado" por los incrementos de los cultivos ilícitos en el país y catalogó tanto las Farc-EP como a la Segunda Marquetalia (disidencias) de grupos narcotraficantes en su esencia.

SERGIO GÓMEZ MASERI

CORRESPONSAL DE EL TIEMPO

WASHINGTON

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