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Las dos amigas que planearon un asesinato doble porque no las dejaban verse
Según los testimonios de las jóvenes, no soportaban que su padres no las dejaran salir.
Las chicas confesaron después de verse acorraladas. Foto: iStock / Correccional Mabel Bassett, Oklahoma y Universidad de Oklahoma.
Era una mañana del miércoles 8 de junio de 1988, cuando la Policía de Stillwater, Oklahoma, recibió un informe sobre un doble asesinato. La llamada había sido hecha por Mitzi Wynn, la madre de Cindy Wynn, quien era la mejor amiga de Francine Stepp, la hija de las víctimas.
Cuando las autoridades llegaron, vieron como dos cuerpos yacían sin vida en el dormitorio principal. En una primera instancia parecía que habían sido apuñalados hasta la muerte, pero cuando se fueron acercando, se dieron cuenta que habían heridas de bala en sus cuerpos.
Francine les dijo entre lágrimas que al llegar a casa esa mañana, había encontrado así a sus padres. Desconsolada y sin saber qué hacer, corrió a la casa de su mejor amiga y vecina, Cindy Wynn, con el fin de pedir ayuda. La Policía tomó su declaración, pero las cosas se tornaron un poco extrañas al momento de recolectar la evidencia.
Los investigadores encontraron huellas y balas en la escena del crimen. Foto:iStock
Las autoridades notaron que mientras Dolores yacía en el piso, Mark fue colocado en la cama, como señal de remordimiento. Esto conectó con el hecho de que la Policía no encontró ninguna señal de entrada forzada, razón por la cual se dedujo que el victimario conocía a las víctimas. Pero su mayor sorpresa fue cuando encontraron dos juegos de huellas en una alfombra que insinuaban, por lo tanto, que había dos perpetradores.
Pero, ¿qué había pasado realmente?
Las víctimas: Mark y Dolores Stepp
Mark y Dolores eran dos veteranos de la Marina. Una vez retirados, Mark se había dedicado a trabajar como técnico en una planta de energía, mientras que Dolores se desempeñaba como supervisora de contabilidad en la Universidad Estatal de Oklahoma.
Su vida desde afuera parecía de ensueño. Estaban casados y tenían una hija, Francine, quien para el momento del crimen tan sólo tenía 18 años. Ambos eran exitosos en su trabajo, gozaban de una buena estabilidad laboral y su hija parecía tener un futuro prometedor.
Francine Stepp tenía 19 años cuando sucedió el crimen. Foto:iStock
Sin embargo, no todo siempre puede ser tan bueno. Durante la investigación, varios amigos de la pareja y allegados dijeron que se caracterizaban por su autoritarismo y rigidez. Al parecer, eran muy estrictos con la crianza de su hija e incluso con las normas que se habían planteado en su relación.
Hasta ese momento, no habían encontrado una causa aparente por la cual alguien quería acabar con ellos. Eran estrictos, pero nunca tuvieron antecedentes penales o, según la comunidad, algún tipo de altercado. Era un crimen de odio hacia personas que jamás se metieron con alguien.
Entonces, ¿qué fue lo que pasó? Las primeras luces las dio un adolescente llamado Michael D. Reed. El joven era compañero de clase de Francine y resultó que tanto ella como su amiga Cindy habían dicho que estaban cansadas de sus padres y querían matarlos.
Las chicas al parecer se sentían sofocadas por las estrictas reglas que los Stepp ponían sobre su hija. Por ejemplo, según lo que contó otra de sus compañeras de clase, Francine estaba obligada a ir a su casa directamente después de clase, pues no le permitían salir de fiesta o quedarse en actividades extracurriculares.
A modo de “rebeldía”, a veces se quedaba en donde su mejor amiga Cindy Sue Wynn, quien vivía a tan solo unas casas de distancia. Se graduaron juntas de la escuela y entraron a la Universidad Estatal de Oklahoma. Sin embargo, Francine se retiró antes del final del primer año.
Fue para ese periodo de tiempo, cuando las cosas comenzaron a tornarse tensas. Los Stepp le habían limitado las visitas a su hija, en especial, si se trataba de Wynn.
Por otro lado, el 22 de junio, una vecina de Stepps se puso en o con las autoridades y afirmó que había visto a Francine conduciendo cerca de su casa la mañana del asesinato. La versión que había dado la joven, era que había pasado la noche en el nuevo departamento de Cindy. Dijo que esta mañana había llegado temprano a casa cuando encontró la puerta principal medio abierta y a sus padres muertos.
En definitiva eran versiones opuestas.
La confesión
La policía tardó un mes en encontrar a los victimarios. Foto:iStock
La Policía empezó a sospechar de las dos chicas cuando Reed también les confesó, que sabía que antes de la tragedia, habían intentado conseguir a alguien que hiciera el ‘trabajo sucio’.
Según lo que cuenta, días antes habían hablado con un hombre llamado Jackie Phillip Myers y le ofrecieron una gran suma de dinero para ‘cuidar de los padres de Francine'. No se tiene mucha información sobre él, pero lo que sí se conoció es que Myers pudo verificar el hecho y que a su vez había declinado la oferta.
Francine se encuentra en el centro Mabel Bassett, Oklahoma. Foto:Tomado de la página oficial de la Correcional Mabel Bassett, Oklahoma.
Ahí los investigadores tomaron la decisión de volver a interrogar a Cindy, quien el día del asesinato había estado a la defensiva, pero a la final había confirmado la coartada de su amiga. Teniendo en cuenta su actitud nerviosa, y que todo apuntaba hacía la vástaga de Mark y Dolores, le dijeron a Cindy que tenían pruebas suficientes de lo que había pasado ese día, y que era mejor que confesara para no tener una pena tan grande.
Pues bien, Cindy se quebró y contó todo lo que había sucedido. La chica confesó que al no haber encontrado a un asesino a sueldo, ellas mismas habían decidido cometer el crimen.
El excomandante de la policía, Ronald Thrasher, fue quien le relató con detalles al programa ‘Snapped’ la declaración. Según él, todo ocurrió en la madrugada, cuando las dos se dirigieron a la casa de la acusada. Francine sostenía el arma, mientras que Cindy estaba a su lado. De repente, la chica activó la pistola y todo se volvió blanco.
Ambas tienen recuerdos difusos de ese preciso momento, pero no por ello negaron su crimen.
El crimen sucedió en la ciudad de Stillwater, Oklahoma. Foto:iStock
La hija de los Stepp dijo que su amiga no participó físicamente en el asesinato, pero ayudó con la planificación y la limpieza. Esto lo corroboró también Wynn al momento de hacer su confesión.
Según el periódico ‘The Oklahoman’, la Policía investigó el crimen durante más de un mes antes de finalmente arrestar a Francine, quien fue acusada de dos cargos de asesinato. Ambos los aceptó y por ello, en 1988 fue sentenciada a cadena perpetua.
Por otra parte, Wynn fue sentenciada a 10 años de prisión, luego que se le encontrara cómplice de asesinato en primer grado, pero no coautora. De acuerdo con los registros, la condena se cumplió al pie de la letra y salió de la prisión a sus 28 años, en 1999.