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Llegó como inmigrante a Nueva York, sin saber que en el aeropuerto su vida cambiaría
La joven del sureste de Inglaterra llegó a Estados Unidos sin conocer a nadie.
Una tarde del año 1971 en el Aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York, una joven profesora del sureste de Inglaterra llegó a la ciudad para continuar con su formación académica, pero su vida cambió para siempre al encontrarse con su guía.
Era 3 de septiembre y entre el alboroto del Aeropuerto JFK de Nueva York, Linda Dean debía encontrarse con un guía, amigo de una amiga suya de París, que la llevaría hasta su alojamiento ya alquilado en la ciudad, de acuerdo a una información revelada por CNN Travel. Como sucede en películas, pero también en la vida real, algo de Linda cautivó a su guía, George Porter, que empezó a sentir un especial interés por ella desde las primeras palabras.
Luego de dejarla en el alojamiento provisorio que había alquilado Linda, George le preguntó si al día siguiente quería conocer la ciudad, y sin dudarlo, el 4 de septiembre recorrieron museos, atravesaron Manhattan y se conocieron un poco más, sin darse cuenta, acercándose el uno al otro.
No pasó mucho tiempo hasta que ambos se encontraron obnubilados frente a la presencia del otro, por lo que comenzaron a compartir más tiempo juntos, realizando actividades turísticas y pasando tardes enteras en la fulgurante Nueva York de la década de los setentas.
Así como el interés mutuo se convirtió gradualmente en amor genuino, la relación avanzó poco a poco y, a seis semanas de su llegada, Linda recibió a su padre que la visitaba para saber cómo iba todo, y aprovechó para presentarle a George, con quien rápidamente estableció una buena relación.
Del mismo modo, cuando llegó la Navidad del año 1971, George viajó hacia su ciudad natal, Arkansas, acompañado por Linda, quien fue presentada en su hogar y recibida con cariño por la familia de su novio, quienes vislumbraban rastros de felicidad inmutables en su rostro.
El momento cúlmine de la relación de Linda y George en Nueva York
Así fue que, antes de cumplirse el año de su llegada a Nueva York, Linda se mudó junto a George y comenzaron a vivir una historia romántica, disfrutando desde la mañana hasta la noche en la ciudad que los cautivó desde un principio. Sin embargo, había un problema latente que amenazaba su sosegada felicidad.
El visado de trabajo con el que había llegado Linda a la ciudad le permitía sólo permanecer durante un año, por lo que empezaron a considerar la opción de casarse para que pueda adoptar la ciudadanía estadounidense.
"Cuando conoces a alguien con quien tienes intereses y puntos de vista muy similares, se te ocurre que tal vez sería sensato pasar el resto de tu vida con esa persona", comentó Linda a CNN, y sin darle vueltas al tema, decidieron que debían casarse para pasar el resto de sus vidas juntos.
En el verano de 1972, la pareja viajó hacia Sevenoaks, Kent, Inglaterra, donde vivían los padres de Linda, para concretar su matrimonio. Con un vestido confeccionado en el Reino Unido, pero inspirado en una revista de moda de Nueva York, Linda atravesó el pasillo de la iglesia para darle el "sí" definitivo a George.
Linda y George se enamoraron mientras paseaban por la ciudad de Nueva York. Foto:CNN
Después de casarse oficialmente, volvieron a Estados Unidos y aterrizaron en el Aeropuerto JFK de Nueva York, en donde un año antes Linda había llegado sin ideas claras en su cabeza, con la incertidumbre por conocer un nuevo país y el miedo angustiante por encajar en la sociedad estadounidense.
De acuerdo al testimonio, George y Linda celebran este año su aniversario de boda número 53, desde su residencia en Sevenoaks, en el Reino Unido, la ciudad en la que se casaron y a la que regresaron en 1979 para criar a su pequeña hija.