¿Por qué Estados Unidos asegura que Colombia sí está cooperando en lucha antidrogas?

Como cada septiembre desde hace 20 años, Estados Unidos está por anunciar una decisión de gran relevancia para el país: si certifica o no su desempeño en la lucha contra las drogas a lo largo del último año fiscal. En este caso, obedece al periodo comprendido entre agosto del 2022 y agosto del presente año, lo que coincide con el primer año de gobierno del presidente Gustavo Petro.

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De acuerdo con diversas fuentes consultadas por este diario, la balanza, como ha ocurrido en las últimas dos décadas, sería nuevamente favorable. El anuncio está previsto para la semana entrante y le corresponde hacerlo al presidente turno. En este caso, el demócrata Joe Biden.

Este jueves, durante una audiencia ante el Congreso, Todd Robinson, subsecretario estadounidense para Asuntos de Narcotráfico Internacional, confirmó que Colombia estaría camino a ser certificada.

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“Yo no voy a adelantar la decisión del presidente (Joe Biden), pero puedo decir que hemos tenido y tenemos una buena relación con el Gobierno de Colombia”, dijo Robinson.

El funcionario también señaló que si bien la cooperación con Colombia ha cambiado desde la llegada de Gustavo Petro, la cooperación sigue siendo fuerte.“Ha cambiado, porque ellos quieren ir en otra dirección. Pero seguimos trabajando con ellos en muchas áreas, como interdicción, seguridad regional, y cosas como crímenes ambientales”, dijo Robinson.

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Justamente, en esta ocasión, hay cierta ansiedad en el Gobierno colombiano a medida que se acerca la fecha, especialmente por la nueva aproximación hacia la lucha contra las drogas que viene implementando el presidente Gustavo Petro y en la que, entre otras medidas, está la de suspender la erradicación de cultivos ilícitos en el caso de los pequeños cultivadores.

En la práctica, esto se habría traducido en un incremento de las hectáreas cultivadas, uno de los criterios que tiene en cuenta EE. UU. a la hora de tomar su determinación anual.

Pero, según el presidente Petro, la erradicación solo castiga al eslabón más débil de la cadena y ha fracasado como estrategia pues, en su concepto, los cultivos no han desaparecido a pesar de los esfuerzos bilaterales en estas dos décadas.

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En su lugar, el mandatario colombiano favorece la interdicción de las drogas y programas que ofrezcan alternativas a los campesinos para que puedan abandonar los cultivos de coca.

No obstante, esa posición le ha valido una lluvia de críticas, especialmente entre los republicanos.

Y si bien la istración Biden ha insistido en repetidas ocasiones en que es necesario un componente de erradicación, de momento le estaría dando un compás de espera al plan de Petro para ver si arroja resultados. Esa, entre otras razones estratégicas y de seguridad, sería la razón para no descertificar al país.

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De hecho, altas autoridades de la Casa Blanca dijeron este jueves ante el Congreso que la estrategia antinarcóticos de EE. UU. en Colombia está “evolucionando” de una concentrada en atacar la producción a otra que también incluye seguridad regional, justicia, desarrollo, lavado de activos e interdicción.

Robinson dejó claro en su intervención que el tráfico de fentanilo es la principal prioridad de EE. UU., pero que no por eso deben dejar de prestar atención a otros retos como el colombiano.

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La Casa Blanca también tendría en cuenta que el presidente colombiano heredó un país con un número récord de cultivos de coca y no quiere castigar a un gobierno que apenas lleva un año en el poder y que, además, es uno de los principales aliados en temas claves como el migratorio y el cambio climático.

Este año, además, existe otro componente que ha enrarecido el ambiente. Hace dos meses, EL TIEMPO reveló que EE. UU. decidió suspender el programa de monitoreo satelital de los cultivos ilícitos por primera vez en más de 25 años. Es decir que no cuenta, como en el pasado, con una radiografía del avance de los cultivos ilícitos en Colombia.

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En audiencias ante el Congreso y comentarios públicos, funcionarios de la istración Biden han defendido la decisión alegando que EE. UU. cuenta con el sistema de monitoreo que usa la ONU para medir la extensión de los cultivos, y que si bien el programa fue interrumpido, tienen en sus planes reactivarlo. Incluso, Robinson dijo este jueves que el programa sería reanudado “el año entrante”.

Aun así, los republicanos en el Congreso han cuestionado las explicaciones alegando que no confían en las mediciones de la ONU y que la suspensión parece más un favor a Gustavo Petro.

Eso sumado a que, si bien todo el mundo coincide en que los datos de la ONU demostrarán el gran incremento de los cultivos ilícitos en Colombia, lo más probable es que las cifras de las Naciones Unidas se harán públicas luego de que Biden tome su decisión.

La relación bilateral también tuvo otro momento durante la audiencia de este jueves cuando el senador demócrata Ben Cardin expresó su preocupación por la decisión de la Cámara Baja de excluir recursos para el país en el 2024.

“Colombia tiene grandes retos, como drogas, la implementación de la paz, la migración de Venezuela y nosotros por eso aprobamos más de 400 millones de dólares, pero en la Cámara han aprobado cero. Colombia es una democracia, pero no es predecible y Estados Unidos no debe andar metiéndose a micromanejar su política”, dijo Cardin en alusión a las razones que han invocado los republicanos para castigar al gobierno de Gustavo Petro.

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Brian Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental y otro de los testigos en la audiencia, contestó que mantener la ayuda al país era “vital” y que la istración estaba dialogando con la Cámara para demostrar cómo esos recursos no solo sirven a Colombia, sino a EE. UU., “pues todos nos beneficiamos con una Colombia estable y democrática”.

Así las cosas, está por verse el lenguaje que usará el presidente estadounidense para describir la situación en Colombia cuando emita la certificación que va acompañada por una breve sinopsis sobre el estado de la lucha contra las drogas en los países más relevantes.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington

En Twitter @sergom68