En Tenerife, España, se conoció un caso de soborno que le hizo una joven a quien le dio la vida.
El hecho se presentó cuando dicha adolescente simuló su supuesto secuestro para obtener una suma de 50.000 euros (220.000.000 millones de pesos colombianos).
En un vídeo compartido en redes sociales, se ve cómo la joven está amarrada, con las manos y la boca tapadas, maltratada, golpeada y con un cuchillo en el cuello. Los supuestos secuestradores le estaban exigiendo a la madre de la joven una alta cantidad de dinero para la liberación.
Sin dudarlo, la señora salió desesperada y angustiada al cajero para retirar el monto exigido y pagar por el falso fin de cautiverio.
Tal como en las películas, los raptores le indicaron a la mujer que, para la entrega del dinero, ellos escogerían un sitio prudente donde nadie los viera. De hecho, no le permitieron llamar a la policía.
Sin embargo, la mujer hizo caso omiso a la advertencia y avisó a las autoridades sobre el rapto de su hija.
Rápidamente se activó el protocolo de secuestro, la angustiada madre contó con especialistas de la Unidad Central Operativa.
Incluso, intervino el grupo de reserva y seguridad con la misión de la prevención, mantenimiento y restablecimiento de la seguridad pública, el cual permaneció en alerta en dado caso de necesitar su participación para la liberación de la secuestrada.
Inesperadamente, los agentes se llevaron con la sorpresa de que el rapto era erróneo, pues la adolescente se encontraba en perfectas condiciones y no estaba privada de su libertad.
Por tanto, se inició una investigación para dar con los responsables de tal farsa, descubriendo que, adicionalmente la mujer ya había sido engañada anteriormente con cartas que llegaban a su casa, las cuales contenían mensajes de amenaza para su hija.
De acuerdo a lo reportado por los medios locales, en las ocasiones anteriores, la mujer entregó 45.000 euros, equivalentes a 198.000.000 millones de pesos colombianos, para que pararan las amenazas contra su hija y no atentaran contra su integridad física.
24 horas después de descubrir la farsa
Posterior al hecho de conocer que la víctima del secuestro en realidad era la secuestradora, la Guardia Civil activó la operación ‘Santero’ para dar con los cómplices y hacer las respectivas capturas.
Al analizar las prueba, notaron que los otros responsables eran allegados a la familia de nada más y nada menos que la pareja sentimental de la autosecuestrada.
Como consecuencia, se dio captura a cinco personas bajo los cargos de simulación de delito y extorsión: la hija de la víctima, su novio y tres familiares de él.
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