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La ‘mula’ que le daría la estocada final al Pablo Escobar español
Colombia entregó a José Luis Correa Incapié, el último ‘correo humano’ del mafioso Sito Miñanco.
El hombre estuvo preso hasta que fue ejecutado en 2020, 19 años después del crimen. Foto: iStock
La Justicia colombiana le entregó a España hace unos días a José Luis Correa Incapié, conocido como la última ‘mula’ del grupo narcotraficante más conocido de la mafia gallega, ‘La fariña’, y que ha sido muy cercana a la colombiana desde hace más de tres décadas.
Con esta decisión, el caso vuelve a calentarse en España, ya que no queda ningún investigado que este prófugo de la justicia, por lo que la causa va camino del juicio oral.
José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, ahora preso, era el jefe de esta mafia. Considerado el Pablo Escobar español, la historia de Miñanco inspiró el libro de superventas Fariña y dio origen a la exitosa serie de Netflix con el mismo nombre.
Correa Incapié era el último eslabón que faltaba en el caso judicial. Fue una de las cinco personas a las que detectaron en el aeropuerto de Barajas con casi un millón de euros en efectivo, dispuestas a volar hacia Colombia en un avión de Avianca en 2017 como correos humanos para ocultar y lavar el dinero de las operaciones de narcotráfico que, aún estando en prisión, seguía comandando Sito.
La Audiencia Nacional, máximo organismo de la justicia española encargada de juzgar delitos graves, dictó orden internacional de detención contra Correa y Colombia acaba de entregarlo.
Tras comparecer el pasado martes ante la jueza María Tardón y la Fiscalía Antidroga, a Correa Incapié se le comunicó su procesamiento por blanqueo de capitales, así como que es objeto de investigación en uno de los casos más sonados de la justicia española.
El detenido contrabandista y narcotraficante gallego Ramón Prado Burgallo, alias Sito Miñanco. Foto:EFE
No obstante a las pruebas en su contra -se le encontraron 92.460 euros en la maleta de mano y otros 80.150 euros en el doble fondo de la maleta y fue detenido sobre la marcha- José Luis Correa se declaró inocente y lo que dijo, como el resto, es que el dinero era de Manuel Pedro González Rubio, otro de los subordinados de Miñanco, que iba con ellos rumbo a Colombia y argumentó que los fondos eran para montar una empresa.
Pero el dinero era de Sito y había que recuperarlo. Fue así como el abogado Gonzalo Boye, conocido por defender al expresidente independentista catalán Carles Puigdemont, entró en el ruedo.
De acuerdo al auto de procesamiento, el propio Miñanco se reunió con él y otro abogado, Jesús Morán, unos días después de la incautación en el aeropuerto. “Estos les informaron que elaborarían unos documentos y presentarían unos contratos de compraventa de letras de cambio en garantía de unos préstamos hipotecarios en el expediente sancionador que permitirían así justificar el origen legal del dinero intervenido”, dicen las conclusiones de la investigación.
Por los documentos, Sito Miñanco le prometió a Morán 90.000 euros, de los cuales Boyé recibió 10.000 euros. El problema es que las letras de cambio y los contratos resultaron ser ficticios, según expuso la jueza.
Ambos abogados están igualmente procesados por haberlos presentado en el expediente sancionador, aún sabiendo que eran falsos, y con el fin de recuperar el dinero ocultar que el mismo procedía del narcotráfico.
Aunque el recién extraditado José Luis Correa es la última figura importante dentro del círculo de confianza de Sito Miñanco, habría dos hombres prófugos de la justicia. Se trataría de un piloto de embarcaciones que transportaba la droga hacia costas españolas y un ciudadano holandés encargado de facilitar las comunicaciones entre las lanchas que recogen la droga y quienes controlan la operación desde tierra.
En el modus operandi de ‘La fariña’, la cocaína viajaba en barcos desde Suramérica, especialmente desde Colombia, sin acercarse a la playa. Estos buques nodriza fondeaban en altamar. Hasta allí llegaban las lanchas, que se cargaban en poco tiempo. Luego se dirigían a la costa gallega, a velocidades prodigiosas, desde donde se trasladaban a tierra para seguir los canales de distribución por España y Europa.
Las lanchas eran potentes naves, construidas en suelo gallego, cuyos marineros y armadores gozan de fama internacional.
La investigación se inició en 2016. En ese momento ‘Sito Miñanco’, el capo gallego, cumplía una condena de 16 años de prisión en Algeciras por un delito contra la salud pública y podía salir de la cárcel con la obligación de regresar a dormir en ella. No obstante, movía los hilos desde su celda.
La justicia siguió atando cabos y a comienzos de año embargó la empresa que manejaba el patrimonio de ‘Miñanco’ desde 1988. Bajo ella, se amparaban decenas de apartamentos, locales comerciales, garajes y Astilleros Facho, donde se construían lanchas cada vez más veloces y con una sorprendente capacidad de carga.
El delincuente, además, era propietario de un equipo de fútbol de la división B -el Club Juventud Cambados- y contaba con una casa cerca de la playa, en Sanxenxo, desde donde impartía órdenes durante los permisos carcelarios hasta su última detención en 2018.
Con 66 años, de barba blanca y largo pelo, ‘Miñanco’ -preso desde febrero de 2018- afirma que jamás ha vendido un gramo de cocaína. Sin embargo, El Tribunal Supremo confirmó la condena de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en Galicia, y le impuso en abril tres años y nueve meses de cárcel por blanqueo de capitales obtenidos por el tráfico de drogas. La sentencia también ordenó el decomiso de varios inmuebles valorados en 10 millones de euros.
Carretero es reportero del diario 'El País' y colaborador de la Cadena Ser. Foto:Miguel G. De La Fuente
El periodista Nacho Carretero, autor de Fariña describe a ‘Sito Miñanco’ como un hombre “impecable, con camisas caras y bigote cuidado”, algo que dista con su actual aspecto. Agrega que “el Escobar de la ría es un enamorado del Caribe y sus mujeres”, que viajaba a Panamá en la década de los 80 a hacer negocios con los narcotraficantes colombianos.
De hecho, se casó por segunda vez con la sobrina del ministro de Justicia del gobierno del general Noriega de ese país. El hijo de Pacho Herrera, del cartel de Cali, fue durante varios años jefe del cartel en Galicia y vivía en Cambados protegido por Miñanco.
Su actividad como traficante comenzó cuando introducía en España cigarrillos Winston de contrabando. Era un experto en manejar cartas de navegación y experimentado lanchero. Se asegura que el cartel de Cali llegó a traicionarlo cuando dio información sobre su paradero cerca de Madrid a comienzos de la década de los 90.
Ante la entrega de su amigo y hombre de confianza, José Luis Correa, quien era la última pieza clave que faltaba por detener, España está a la espera de conocer si recurre o no por los hechos que se le imputan, este es el último paso para el cierre de tan largo capítulo. Solventado ese trámite, el sumario volverá de nuevo a la Sección Tercera, ahora sí, para conclusión y apertura de juicio oral.
Por ahora ,la jueza del caso lo puso en libertad con cautelares y debe pagar una fianza de 900.000 euros. Así las cosas, la serie real aún no termina, por lo que seguramente dará para nuevas temporadas de Netflix, puesto que el libro de Carretero, con más de diez ediciones, ya se queda corto.