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¿Por qué Europa intenta cubrirse ante posibles cortes de gas ruso?
La crisis en Ucrania incrementa el temor de perder las fuentes energéticas desde Rusia.
Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Josep Borrell responde a las preguntas de los periodistas antes de una reunión del Consejo de Asuntos Exteriores en la sede de la UE en Bruselas el 24 de enero de 2022. Foto: JOHN THYS / AFP
La Comisión Europea prosigue sus esfuerzos para limitar el impacto de posibles cortes de suministro de gas ruso en la UE, multiplicando os con países productores como Estados Unidos, Azerbaiyán, Catar y Noruega al tiempo que ultima medidas para intentar abaratar los precios energéticos.
La comisaria de energía, Kadri Simson, recibe este martes al ministro de Petróleo y Energía de Noruega, Marte Mjøs Persen, un día antes de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reúna el miércoles en Bruselas con el primer ministro de ese país nórdico rico en hidrocarburos, Jonas Gahr Støre.
Estos os dan continuidad a los que ya ha mantenido el Ejecutivo comunitario con la propia Noruega y con otros países susceptibles de enviar gas natural licuado (GNL) a la UE pues en torno al 40 % del gas que llega al bloque comunitario proviene de Rusia, del que dependen unos veinte Estados .
La Comisión abordará también la cuestión energética en el colegio de comisarios de la próxima semana, donde, según el orden del día provisional, está previsto que se estudie una "comunicación" a los Estados que tendrá "algo que ver con el debate sobre la reforma de los mercados energéticos", indicaron a Efe fuentes europeas.
Pero sobre todo tiene mucho que ver con la necesidad de desvincularnos del gas ruso acelerando la transición a las energías renovables y potenciando otras alternativas
La estrategia comunitaria a medio y largo plazo pasa por acelerar el despliegue de fuentes renovables y reducir así la dependencia energética de la UE, que gasta cada mes 23.700 millones de euros en importar productos energéticos, según datos de Eurostat del primer semestre de 2021, antes de la escalada de precios.
Pero a corto plazo, el gas es crucial y a un mes de que acabe el invierno, y con las reservas europeas de gas al 31 % frente al 38 % de hace un año, la Comisión Europea continúa sus os con países productores de gas para aumentar los envíos a la UE.
Esas reservas, que son ya la primera fuente de abastecimiento de los países de la UE, deberían de bastar para superar el invierno en el hemisferio norte, que no está siendo particularmente frío.
En ese aumento del GNL, España está bien situada para absorber parte de los aprovisionamientos adicionales de gas que lleguen a la UE por barco, ya que tiene una "excelente" red de terminales portuarias, según recordó el lunes la comisaria europea de Energía, de visita en Madrid.
El renglón del gas propano tiene un alcance clave en industrias y en zonas que no cubre la red de gasoductos, al tiempo que contribuye a bajar el consumo de leña. Foto:Gasnova
Necesitamos, claramente, soluciones europeas porque es un problema europeo
Se calcula que España podría recibir hasta 40 teravatios hora (TWh) de GNL al mes y sólo consume 30 Twh, aunque el desafío sería trasladar el excedente al resto de la UE ya que los gasoductos existentes sólo permiten transportar 5 TWh al mes.
En 2021, las exportaciones rusas de gas natural a la UE ascendieron a 1.550 TWh a través de gasoductos y alrededor de 120 TWh a través de GNL. Esto implica que alrededor de 1.700 TWh tendrían que ser reemplazados si Rusia detuviera por completo sus exportaciones de gas natural a Europa, según un estudio del centro de pensamiento Bruegel.
Algunas de las dificultades radican en la falta de medios de transporte del gas en estado líquido, problemas legales y económicos con la redirección de los flujos, pues habría que obtener gas contratado en Asia o América Latina, lo que ejercería, además, una presión alcista sobre los precios, ya disparados.
La infraestructura gasística no está diseñada para abastecer a toda Europa central desde el oeste y la conclusión es que la UE no podría sólo aumentar las importaciones de otros proveedores para compensar la ausencia de gas ruso, sino que tendría también que ajustar la demanda, es decir, consumir menos.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE probablemente abordarán en el próximo Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de marzo la cuestión de la energía y la proyección automática de la carestía del gas sobre la electricidad a través del sistema marginalista de precios.
España, acompañada por países como Francia e Italia, lleva meses reclamando a Bruselas acciones "urgentes y extraordinarias" y ha pedido que ese punto entre en el orden del día de la próxima cumbre europea, indicó este martes el secretario de Estado español para la Unión Europea, Pascual Ignacio Navarro Ríos.
El bloqueo a Nord-Stream II, penúltimo capítulo de un controvertido gasoducto
El anuncio del canciller alemán, Olaf Scholz, de bloquear la certificación del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 como respuesta al reconocimiento ruso de las repúblicas separatistas del Donbás, es el penúltimo capítulo de un gasoducto controvertido desde su origen.
"No puede haber certificación" de esa infraestructura, afirmó Scholz en una comparecencia ante la prensa en Berlín en la que aseguró que "la situación ha cambiado" tras el reconocimiento por parte del presidente Vladímir Putin de las autoproclamadas repúblicas prorrusas.
Tanto desde Estados Unidos como desde el propio tripartito de Scholz -especialmente, entre los socios Verdes, contrarios a ese gasoducto desde antes de entrar en el gobierno- se había dado por hecho que no entraría en funcionamiento, en caso de invasión.
El gasoducto había generado discusión política prácticamente desde su gestación justamente por el temor, sobre todo en el este de Europa, de que crease una dependencia energética de Rusia.
La primera en vincular a posibles sanciones la entrada en funcionamiento del gasoducto, cuya construcción culminó en 2021, fue la ministra de Asuntos Exteriores, la verde Annalena Baerbock.
En caso de una nueva agresión rusa contra Ucrania, "tenemos a disposición una gama de respuestas que incluyen a Nord Stream II", afirmó en una intervención desde el Parlamento, en enero.
Scholz esquivó hasta ahora cualquier pregunta al respecto, aunque recordó el acuerdo alcanzado con Estados Unidos, por el que Washington retiró la amenaza de sanciones sobre el gasoducto, aún con Angela Merkel en el poder y que implicaba que no entraría en funcionamiento en caso de un ataque ruso a Ucrania.