Las millonarias compras de la amiga del rey Juan Carlos de España

Siguen los descubrimientos sobre el dinero que le habría donado el rey Juan Carlos a su amiga íntima Corinna Larsen, quien invirtió una parte en la compra de una mansión de seis millones de libras esterlinas en Londres y en la adquisición y reforma de dos apartamentos en una exclusiva estación de esquí suiza.

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Estas y otras revelaciones judiciales ofrecen nuevas pistas sobre el regalo de Juan Carlos I a la alemana, según la información enviada por el fiscal suizo Yves Bertossa al juez de la Audiencia Nacional de España Manuel García Castellón.

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El punto de partida de una compleja trama financiera es la supuesta comisión que el monarca español recibió por su participación en la concesión de la construcción del tren de alta velocidad que unen La Meca y Medina. La casa real de Arabia Saudita le transfirió cien millones de dólares, luego de haber llegado a un acuerdo con un consorcio de empresas españolas para la obra.

El fiscal suizo registró las oficinas del abogado Dante Canonica y del gestor financiero Arturo Fasana, encargados de istrar una fundación en Panamá llamada Lucum, cuyo primer beneficiario era el rey emérito. Esta fundación abrió una cuenta en Suiza a donde llegaron los cien millones de dólares.

Luego esa cantidad fue transferida a una cuenta de Larsen en las Bahamas. Ella, para recibirla, constituyó una sociedad llamada Siam Partner, desde la que habrían salido las sumas para comprar los bienes inmuebles de Londres y Suiza. Las transferencias se realizaron por diversas cantidades, al parecer camufladas como préstamos, desde mayo de 2009, cuando Juan Carlos I regía (abdicó en 2014).

Robert Rathmell, abogado de Larsen, sostiene que el dinero recibido por su clienta fue “un regalo no solicitado”. Asegura que los fondos fueron recibidos antes de la adjudicación de la obra del tren de alta velocidad y, por lo tanto, no son fruto de una comisión

El fiscal Bertossa señala que Larsen renovó un apartamento en la plaza Eaton Square, en el exclusivo barrio de Belgravia de Londres, por 4,2 millones de euros y que compró en 2015 una mansión al norte de la ciudad por un valor comercial que supera los seis millones de euros.

Asimismo, determinó que entre 2016 y 2017 transfirió más de 39 millones de euros a una cuenta personal abierta en un banco norteamericano. También habría utilizado esos fondos para pagar vuelos privados por un valor de tres millones de euros.

Ella, además, poseía una cuenta en Mónaco, según la comisión rogatoria enviada al juez García Castellón, quien también lleva procesos tan mediáticos como el caso Lezo (por el manejo corrupto de la empresa pública de aguas de Madrid), la trama Púnica (por la corrupción en dirigentes del Partido Popular en Madrid) y las investigaciones sobre el excomisario José Villarejo (que habría sido contratado para operaciones de espionaje por diversas empresas).

Por otra parte, Canonica y Fasana, según el fiscal suizo, habrían sido ados por Juan Carlos I para recibir la donación del rey de Arabia Saudita, Abdalá bin Abdulaziz, quien falleció en 2015.

Larsen era conocida en esos años por ofrecer os para negocios con líderes políticos y empresarios del Medio Oriente. Según el diario español El País, el fiscal suizo encontró que también recibió del rey de Marruecos un terreno en ese país por valor de 1,7 millones de euros.

Larsen comenzó su camino en las altas esferas de los negocios, cuando se casó a los 25 años con Philip Adkins, un empresario inglés, de quien luego se separó. Desde entonces lleva una vida de lujos y cuenta entre sus amistades con personajes como Alberto de Mónaco y la supermodelo Natalia Vodianova.

JUANITA SAMPER

Corresponsal de EL TIEMPO

Madrid