Tras segundo fracaso de Sánchez en España, ¿ahora qué?

Presidente en funciones no logró mayoría simple en Parlamento. Su última oportunidad, en septiembre.

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Foto: Sergio Perez / Reuters

25.07.2019 07:26 Actualizado: 25.07.2019 20:05

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El jefe del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, no logró este jueves en el Congreso la mayoría simple durante su segundo intento para continuar como jefe de gobierno. El líder del Partido Socialista Obrero Español (Psoe) obtuvo 124 votos a favor, 155 en contra y 67 abstenciones.

Ahora, al presidente en funciones de España le queda una única oportunidad: intentar una última investidura en septiembre, de acuerdo con el reglamento del Congreso y el beneplácito del rey Felipe VI.

Si de nuevo no lograra la mayoría simple, habría disolución del Parlamento y una nueva convocatoria para elecciones presidenciales el 10 de noviembre, un escenario que ocurriría por segunda vez en un año y le costaría al Estado español cerca de 140 millones de euros.

Durante semanas el partido socialista y el Unidas Podemos intentaron llegar a un acuerdo. Foto:Emilio Naranjo / Efe

La causa de la segunda derrota de Sánchez en una semana fue la imposibilidad de llevar a buen término las negociaciones con Unidas Podemos, partido de extrema izquierda.

Durante varios días, representantes de esta agrupación política y del Partido Socialista Obrero Español (Psoe) trataron de alcanzar un pacto que permitiera la continuidad de Sánchez en la presidencia, pero este no se materializó. “El acuerdo (...) no ha sido posible”, reconoció el mismo presidente español ante los diputados, minutos antes de la votación.

Pedro Sánchez no alcanzó la mayoría simple en el Parlamento para ser reelegido. Foto:Ballesteros / Efe

El jefe en funciones necesitaba el apoyo de los 42 diputados de Unidas Podemos para alcanzar la mayoría simple en la votación parlamentaria. Pero el gobernante no obtuvo el respaldo por negarse a las pretensiones de ese partido, que pedía una vicepresidencia y varios cargos ministeriales estratégicos.

En su discurso, el mismo Sánchez, vencedor de las legislativas de abril sin mayoría absoluta, destacó que las diferencias con Podemos no estuvieron en el programa, sino en el reparto de ministerios.

Según detalló, los socialistas propusieron a Podemos cuatro carteras ministeriales (Sanidad, Vivienda, Economía Social e Igualdad), una de ellas con rango de vicepresidencia del Ejecutivo. En su última oferta, Unidas Podemos coincidía en pedir Sanidad, Igualdad y una vicepresidencia, pero también solicitaba Trabajo y Ciencia y Universidades. “Lo único que pedimos son competencias, no sillones”, le contestó a Sánchez el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

De perder la próxima votación, se convocaría a elecciones presidenciales el 10 de noviembre. Foto:Emilio Naranjo / Efe

El jefe negociador de Podemos, Pablo Echenique, aseveró que el Psoe quería atribuirles “un papel decorativo” y “sin competencias para hacer políticas públicas que mejoren la vida de la gente”.

Por su parte, el Psoe encontró inaceptables las exigencias al considerar que no respondían a la proporcionalidad electoral y que se formaría un gobierno dentro del gobierno.

A última hora, Iglesias trató de salvar la situación y ofreció el apoyo de su partido a cambio de asumir las competencias activas en materia laboral. El chasco no se hizo esperar.

La portavoz del Psoe en el Congreso, Adriana Lastra, le informó que eso era imposible porque tales competencias están en manos de las autonomías (gobiernos regionales). La diputada respondió a la petición con dureza extrema: “Quiere usted conducir un coche sin saber siquiera dónde está el volante”, le dijo.

¿Quiere usted conducir un coche sin saber siquiera dónde está el volante?

Iglesias no tuvo más remedio que callar. La misma diputada le reprochó que su posición en las negociaciones había sido inadecuada. Un partido minoritario no puede pretender quedarse con más de medio gobierno y istrar más de la mitad de los presupuestos del Estado, agregó.

El analista Manuel Mostaza comentó que más allá del bloqueo, los dos partidos “tienen razón en sus lógicas”. “Para el Psoe es peligroso (gobernar en coalición) porque le permite dar visibilidad a un rival que compite por su espacio electoral”, mientras que Podemos tuvo la sensación de que los ministerios propuestos no tienen “ningún peso real”, ya que sus competencias están transferidas a las regiones, en particular Sanidad.

Pese a ello, cree que aunque “la relación ha quedado muy dañada”, de aquí a septiembre “lo van a intentar recomponer”.

De hecho, durante la votación, Unidas Podemos optó por la abstención, junto a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido separatista catalán. El mensaje se entendió como la posibilidad de volver a negociar en las próximas semanas.

JUANITA SAMPER OSPINA*

Corresponsal de EL TIEMPO

Con AFP

Madrid

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