En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Exclusivo suscriptores
¿Por qué le asusta tanto a Europa un triunfo de Donald Trump en Estados Unidos?
El retiro de Joe Biden y su posible remplazo por Kamala Harris devuelve la esperanza a los gobiernos europeos de detener a Trump, cuyas ideas en economía, defensa y medioambiente los aterran.
El candidato presidencial republicano Donald J. Trump. Foto: EFE
“Estábamos tan aterrados como resignados, pero ahora hay una luz de esperanza en que sea posible evitar el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca”: con esas palabras, un diplomático europeo le definió a EL TIEMPO el cambio de emociones en las capitales del Viejo Continente este lunes, tras el abandono de la carrera electoral por el presidente Joe Biden “quien -agrega la fuente- no tenía ya ninguna opción de vencer a Trump”.
El retiro de Biden y su posible reemplazo por la vicepresidente Kamala Harris, es un soplo de alivio para los gobiernos de la Unión Europea, no porque sea seguro que ella vaya ganar, sino porque, a diferencia de Biden, ella puede pelearle la elección al expresidente republicano. Pero, ¿por qué tanto miedo en las sedes de los gobiernos de Europa ante una eventual victoria del republicano?
Estábamos tan aterrados como resignados, pero ahora hay una luz de esperanza en que sea posible evitar el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca
La cercanía de Trump con el presidente ruso Vladimir Putin, y los guiños que el exmandatario y su círculo le han hecho al líder del Kremlin en estos días, así como la postura de los trumpistas en el Congreso, de oponerse a continuar la ayuda militar y financiera a Ucrania, encabezan la lista de preocupaciones de los gobiernos europeos frente a un eventual regreso de Trump al poder. A ello se agregan las constantes amenazas del candidato republicano de darle la espalda a la Otán, la alianza militar que ha garantizado la seguridad de Europa y Estados Unidos durante tres cuartos de siglo.
Pero, hay más inquietudes. El programa económico propuesto por Trump, que recibió amplio respaldo en la Convención Republicana la semana pasada, también preocupa. Y no sólo a los gobiernos sino a los empresarios europeos, por sus tintes proteccionistas que podrían afectar el comercio mundial en general y, muy en particular, las exportaciones que salen del viejo mundo hacia Estados Unidos.
Trump y Kamala Foto:EFE/ Allison Dinner/nathan Howard / Pool ARCHIVO
Finalmente, las autoridades de la Unión Europea, presididas por la alemana Úrsula von der Leyen, están alarmadas porque mientras la UE mantiene una serie de medidas -algunas bastante costosas- para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, y evitar así que la temperatura del planeta aumente y se acelere el cambio climático, Trump y sus asesores expresan tendencias negacionistas frente al calentamiento global, y muy probablemente dejarían de lado los compromisos de reducción de emisiones contaminantes.
“Por ser los primeros socios directos de Estados Unidos, los europeos son los más expuestos si Donald Trump es reelegido”, ha sostenido la analista Sylvie Kauffmann del diario parisino le Monde. Con la presencia de Trump, “las cumbres del G7 y de la Otán volverán a vivir momentos de circo imprevisibles, o de vacío sideral”, agrega la experta.
“La imprevisibilidad del expresidente, sus golpes de ira, su simpatía por los dictadores, su desprecio hacia la Otán y la UE, su oposición a la ayuda a Ucrania ya causaban pesadillas a los dirigentes del Viejo Continente”, detalla Kauffmann, quien agrega que ahora, con la llegada de J. D. Vance como fórmula vicepresidencial de Trump, la inquietud se duplica pues -dice Kauffmann- Vance es “uno de los más aislacionistas del Partido Republicano”.
El presidente ruso Vladimir Putin. Foto:EFE
¿Amenaza real o negociación? Lo que ha prometido Donald Trump sobre la guerra en Ucrania
El 10 de febrero, durante un mitín en Carolina del Norte, Trump amenazó con suspender la ayuda a Ucrania si llega al poder, e insinuó que, si los países europeos no cumplen con su compromiso de invertir el dos por ciento de su presupuesto en gasto militar y defensa, los dejaría solos y no acudiría en su ayuda si son atacados por las tropas de Putin. Eso implicaría desconocer “el principio de defensa colectiva” según el cual, si un país de la Otán es atacado por una potencia externa, será defendido por todos los demás integrantes de la organización.
Trump y sus aliados en el Congreso frenaron la aprobación de US$60 mil millones de ayuda a Ucrania para 2024, durante varios meses, hasta que una negociación entre Biden y los republicanos de la Cámara destrabó el proceso.
En esos días, Vance, el compañero de fórmula de Trump, dijo que Washington había gastado cientos de miles de millones de dólares (en realidad son US$75 mil millones) en apoyo a Kiev, “sin alcanzar ningún objetivo tangible”, aseveración cuando menos discutible, pues la ayuda de Estados Unidos, y la no menos importante de la UE, han servido para detener a Putin e impedir que arrodille a los ucranianos, algo que habría significado un grave peligro para Europa y para Occidente en general.
Tras recibir numerosas críticas por poner a la Otán en entredicho y estimular con ello a Putin, Trump hizo un esfuerzo por darle contexto a su amenaza. El 19 de marzo, aseguró que sus declaraciones eran “una manera de negociar” con los socios europeos de la Otán. Lo cierto es que el reclamo de Trump para que todos cumplan con el nivel de cuando menos 2% de su presupuesto en gasto militar, ha sido una petición reiterada de los mandatarios estadounidenses, incluidos Biden y Barack Obama.
Pero lo más efectivo para elevar ese gasto fue la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022. Desde entonces, Francia, Alemania, España, Reino Unido y varios más han elevado sus presupuestos militares, a tal punto que para 2024, 18 de los 29 países europeos de la organización cumplirán la meta, y otros 8 se acercarán. El nuevo secretario general de la Otán, el neerlandés Mark Rutte, quien como primer ministro de su país supo negociar con Trump, confía en que, si el republicano gana la Casa Blanca, será posible mantener la Alianza Atlántica.
Sin embargo, la preocupación europea va más allá del debate sobre el 2% y las frases amenazantes de Trump para calentar la campaña. El que haya designado a Vance como candidato a la vicepresidencia significa que un eventual gobierno republicano no vería a Europa como una prioridad.
“Estados Unidos debe recentrar su foco en el este de Asia, ése será el futuro de la política americana por los 40 años que vienen, y Europa debe darse cuenta”, sostuvo Vance hace poco. En Munich, en la cumbre de seguridad mundial de febrero pasado, Vance había advertido que “hay muchos malos por todos lados en el mundo y yo me intereso mucho más en los problemas del este de Asia que en los de Europa”.
Soldados ucranianos en el frente de combate (foto de archivo). Foto:EFE/EPA/OLEG PETRASYUK
Un hueco en el bolsillo para las finanzas europeas si llega Trump
“Los republicanos -dice la plataforma programática trumpista- van a defender la aplicación de un arancel aduanero básico sobre los bienes fabricados en el extranjero (…) pues a medida que esos aranceles aumenten para los productores extranjeros, los impuestos para los trababajadores, las familias y las empresas americanas podrán bajar”.
Según información recogida por el analista Pierre-Yves Dugua, del diario parisino le Figaro, “el nivel de la sobretasa uniforme (planteada por el programa de Trump) no ha sido precisado (aunque) Trump en campaña habló de un umbral del 10%”. Pero anota Dugua que el candidato “sueña con ir más allá”.
Para quienes exportan a Estados Unidos, sería un duro golpe. Advierte, eso sí, el analista que “si el Congreso aprobara la medida, sensibles alzas de precios impactarían a los consumidores americanos…”. A eso hay que agregar que la respuesta de otros países sería aumentar sus propios aranceles a los productos de Estados Unidos, lo que afectaría a la industria que Trump busca proteger. Un alza de los derechos aduaneros a nivel mundial, frenaría el comercio y, a la larga, la actividad económica del planeta.
Como los países europeos son grandes socios comerciales de Estados Unidos, recibirían el golpe en pleno rostro. Los más afectados serían Alemania (que exporta US$170 mil millones al año al mercado estadounidense), Italia (que exporta US$75 mil millones) e Irlanda (que vende US$57 mil millones). Para Alemania sería especialmente duro, pues en su balanza con Estados Unidos mantiene un excedente a su favor de US$94 mil millones.
Según información recogida por el analista Pierre-Yves Dugua, del diario parisino le Figaro, “el nivel de la sobretasa uniforme (planteada por el programa de Trump) no ha sido precisado (aunque) Trump en campaña habló de un umbral del 10%”. Pero anota Dugua que el candidato “sueña con ir más allá”.
Analistas de las grandes firmas financieras han encendido las alarmas. Hace pocos días, James Moberly y Sven Jari Stehn, de Goldman Sachs, hicieron ver que, desde ya, el escenario de un triunfo de Trump está generando incertidumbre en las perspectivas del comercio mundial, muy en especial, en Europa. Eso podría costar una baja del 1% en el promedio del PIB de los países de la zona euro, algo que ya ocurrió entre 2018 y 2019, cuando Trump estaba en la Casa Blanca.
La Unión Europea lleva años tratando de liderar la lucha contra el cambio climático, con medidas destinadas a reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, señalados como culpables del calentamiento del planeta. Según un informe de la semana pasada del New York Times, en clara contravía con Europa “Trump ha prometido derogar la normativa federal diseñada para reducir la contaminación por gases de efecto invernadero…”
Agregaba el diario que los asesores de la campaña “están elaborando planes para recortar presupuestos, despedir funcionarios de carrera y poner en esos puestos clave a gente fiel, y reducir así la capacidad del gobierno para enfrentar el cambio climático…”. Todo esto traería un conflicto, adicional a los temas económico y militar, entre las dos orillas del Atlántico norte.
Por eso, tanto en las oficinas centrales del Ejecutivo de la UE, como en el Palacio del Elíseo, la Cancillería alemana, el no. 10 de Down Street en Londres y otras sedes de gobierno en Europa, de aquí a noviembre va a haber un constante monitoreo de las encuestas entre Trump y Kamala Harris, si es que al final es ella quien reemplaza a Biden. Aunque se trata de gobiernos laicos, no es exagerado decir que, por esta vez, es probable que empiecen a rezar pidiéndole a la Divina Providencia que ataje a Donald Trump.