Cardenal Pell, de papable a culpable por abuso de niños

El cardenal australiano George Pell, quien hasta este martes fue el tercer religioso más poderoso del Vaticano, pues era el secretario de Economía y a quien se lo llegó a considerar en los últimos años un candidato a papa, fue condenado por abusos sexuales a dos niños.

El religioso, uno de los hombres que han tenido más poder en la curia vaticana durante este pontificado, fue declarado culpable por un tribunal de Melbourne, el pasado 11 de diciembre, de violar a un niño de un coro de 13 años en la década de 1990 y molestar sexualmente a otro de la misma edad en el prestigioso colegio St. Kevins, aunque solo este martes se publicó el veredicto por decisión del tribunal, que desde hoy deliberará sobre qué pena aplicar.

Este silencio obligado se impuso para proteger al jurado de un segundo juicio en el que el cardenal Pell debía ser juzgado por otros presuntos delitos.

Pero la acusación decidió renunciar a este segundo proceso, lo cual condujo al levantamiento este martes del silencio mediático sobre el primer caso y a autorizar a los medios a anunciar el veredicto.

El Vaticano informó que desde que el cardenal Pell se trasladó a Australia para afrontar el proceso se le había “prohibido, de manera cautelar, el ejercicio público del ministerio sacerdotal, como decir misa o confesar, ni tampoco y, como es la norma general, el o de cualquier manera y forma con menores de edad”.

Según la nota del Vaticano, el papa Francisco se limitó a reiterar estas medidas cautelares en espera de que se comprueben definitivamente los hechos, es decir que haya una sentencia firme, ya que Pell va a presentar una apelación.

Más que un permiso, se entendió como que el pontífice obligó a Pell a acudir al juicio y no valerse, como podría haber hecho, de su inmunidad diplomática como miembro de la curia vaticana para evadirlo.

Desde su imputación, Pell, que cumplirá 78 años en junio, solo fue apartado y “por motivos de edad” en diciembre pasado del Consejo de Cardenales (el llamado C9), el grupo encargado de ayudar al papa en sus reformas.

El cardenal australiano se encuentra en libertad condicional pero podría ser puesto bajo arresto este miércoles y ahora la Justicia australiana tendrá que determinar la pena que se espera se anuncie en la primera mitad de marzo y se enfrenta a unos 10 años de cárcel en una condena.