LOS ÁNGELES — Durante casi 20 años, Hollywood aparentemente no ha perdido oportunidad para sonar la alarma sobre el cambio climático.
Ha habido documentales tipo grito de angustia, entre los que destaca “Una verdad incómoda”. Los superhéroes han estado preocupados, con Batman lamentando el trato que la humanidad le da al planeta en “La Liga de la Justicia”.
Así que fue sorprendente cuando en julio llegó la cinta con tema del clima “Tornados” de Universal Pictures, sin mención alguna del cambio climático. Si alguna vez hubo un vehículo perfecto para transmitir el mensaje progresista de Hollywood sobre el cambio climático —una película de gran presupuesto sobre personas atrapadas en patrones de tormentas que empeoran— ¿no era éste?
Aparentemente no. Las películas no deberían tratar de “predicar un mensaje”, dijo Lee Isaac Chung, quien dirigió “Tornados”, en una entrevista previa a su estreno.
Detectar tendencias en el cine es una tarea peligrosa. A veces una película es sólo una película. Sin embargo, “Tornados” es emblemática de un cambio claro en Hollywood: después de un periodo de usar abiertamente las películas para exhibir valores progresistas, a veces con éxito en taquilla (“Barbie”) y a menudo no (“The Marvels”, “El Color Púrpura”), los estudios parecen estar prestando atención a un mensaje que muchos compradores de entradas —particularmente en el centro de EU— han estado enviando durante mucho tiempo: sólo queremos entretenernos, sin que conlleve tarea.
Dicho sin rodeos, equivale a un intento de Hollywood de ceder ante audiencias conservadoras.
Disney, que posee siete estudios, incluyendo Pixar, Marvel y Lucasfilm, ha puesto a sus filas creativas sobre aviso. “Ante todo tenemos que entretener —no se trata de mensajes”, dijo Robert A. Iger, director ejecutivo de Disney, en una conferencia el año pasado.
Sus comentarios dieron marcha atrás a sus comentarios en la junta de accionistas de Disney en el 2017, cuando habló con orgullo sobre tejer más abiertamente mensajes sociopolíticos en las películas de Disney. “Podemos tomar esos valores, que consideramos importantes desde el punto de vista social, y realmente cambiar el comportamiento de la gente”, dijo Iger en ese entonces.
Durante 20 años, Participant Media fue el principal productor de películas con conciencia de Hollywood. “Una Verdad Incómoda” fue uno de sus primeros éxitos. Pero la empresa cerró en abril. Participant dependía de estudios y servicios de streaming para distribuir sus documentales y dramas, y esos socios han recortado ese contenido “nicho” a favor de ofertas más populistas.
Paramount describe su enfoque como “películas absolutamente entretenidas y para todos los públicos”. Entre ellos está “Gladiador II”, que llegará este año. “Muchos cinéfilos no quieren que las agendas o Hollywood les diga lo que deberían pensar”, dijo Chris Aronson, presidente de distribución nacional de Paramount.
El enfoque de Universal a “Tornados” involucró posicionar la cinta como una diversión escapista. Universal no quería una película que sirviera como reprimenda sobre el cambio climático, lo que probablemente repelería a los cinéfilos conservadores. “No podíamos darnos el lujo de pasar por alto a ninguna audiencia”, dijo Michael Moses, director de mercadotecnia de Universal.
“Tornados”, que costó 155 millones de dólares recaudó 82 millones de dólares en taquilla durante sus primeros tres días en los cines de América del Norte, aproximadamente 65 por ciento más de lo que los analistas habían esperado, y los estados conservadores proporcionaron la mayor parte de ello.
“Esta película es un exitazo para nosotros”, dijo Mike Barstow, vicepresidente ejecutivo de Main Street Theatres, que opera 50 pantallas en Nebraska, Ohio, Wisconsin, Illinois e Iowa. “Es una historia identificable —nuestras comunidades lidian con tornados todo el tiempo— pero también es divertida y no se siente condescendiente con los valores rurales”.
Algunos cinéfilos y propietarios de salas de cine en el vasto centro de EU han rechazado películas que consideran demasiado progresistas.
“ADVERTENCIA”, rezaba un cartel pegado con cinta adhesiva a la puerta de un cine de Oklahoma en el 2022. “La dirección de este cine descubrió, después de obtener ‘Lightyear’, que hay una escena de un beso entre personajes del mismo sexo en los primeros 30 minutos de la película de Pixar. Haremos todo lo posible para pasar rápidamente esa escena”.
El cambio de narrativa de Disney se dio tras un largo periodo en el que la compañía fue atacada por los conservadores.
La mayoría de los estudios es parte de conglomerados más grandes que están bajo una gran presión por elevar los ingresos al marchitarse los canales de cable tradicionales y luchar los servicios de streaming con altos costos de programación.
Hollywood no se ha recuperado de la pandemia. La taquilla en lo que va de año en América del Norte totaliza 4.3 mil millones de dólares, aproximadamente 35 por ciento menos que en el mismo periodo del 2019, reporta Comscore.
Mientras los estudios intentan recuperarse, el corazón de Estados Unidos representa una oportunidad. Los cinéfilos en los estados conservadores fueron los más rápidos en regresar a los cines después de la pandemia, mientras que los de las ciudades costeras fueron los más lentos.
Como escribió Sarah Unger, cofundadora de Cultique, una firma que asesora a empresas sobre normas culturales, en un boletín de la industria: “Hollywood carece de una audiencia masiva que está a plena vista”.