BERLÍN — El nuevo director ejecutivo de Adidas tiene 1.3 mil millones de dólares en tenis Yeezy con los que no sabe qué hacer.
Almacenados en bodegas alrededor del mundo, los tenis son un recordatorio del vínculo otrora fructífero entre Adidas y Kanye West, el rapero ahora conocido como Ye. Desde que llegó el primer tenis Yeezy Boost 750 en el 2015, su marca Yeezy se convirtió en una fuerza definitoria en la industria de la ropa deportiva y una piedra angular increíblemente lucrativa para Adidas.
Eso terminó cuando una feroz reacción contra una serie de comentarios antisemitas del músico obligó a Adidas a rescindir el trato en octubre.
Ahora Bjorn Gulden, quien se hizo cargo de Adidas en enero, está tratando de estabilizar a la empresa alemana, y Ye es sólo uno de sus problemas. El año pasado, las ventas en China, su mercado más grande, cayeron más del 35 por ciento cuando el País extendió su confinamiento por Covid, y la decisión de retirarse de Rusia después de la invasión de Ucrania le costó 59 millones de euros (unos 62 millones de dólares). También está perdiendo participación de mercado a Nike y otros rivales.
El 8 de marzo, Gulden declaró al 2023 como un “año de transición”, al cambiar Adidas sus prioridades hacia líneas de productos tradicionales y reducir costos, comenzando por recortar el dividendo de los 3.30 euros por acción actuales a 0.70 euros.
Al mismo tiempo, dijo, la compañía todavía estaba tratando de decidir qué hacer con los tenis y la ropa deportiva Yeezy.
Gulden dijo que Adidas podría vender el inventario y donar las ganancias “a hacer algo bueno”. Dijo que lo más probable era que los tenis no fueran destruidos.
Aún mientras la compañía busca ampliar sus líneas de futbol, atletismo, actividades al aire libre y golf, dijo Gulden, tiene la esperanza de que colaboraciones con influencers y estrellas, como Beyoncé y Pharrell Williams, se recuperen este año.
Adidas describió el comportamiento de Ye como “inaceptable, odioso y peligroso, y viola los valores de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad de la empresa”.
Romper el acuerdo con Ye dejó a la empresa con una montaña de tenis y ropa, resultando en pérdidas potenciales de 1.2 mil millones de euros en ventas y unos 500 millones de euros en ganancias este año.
“Si vendemos el inventario, prometo que las personas que han sido lastimadas por esto también obtendrán algo bueno de esto”, dijo Gulden. Antes del alboroto del año pasado, los tenis Yeezy a menudo se vendían por cientos de dólares el par.
Los grupos judíos han estado divididos respecto a la idea de vender las existencias de Yeezy con un buen propósito.
Charlotte Knobloch, presidenta de la Comunidad Judía de Munich y Alta Baviera, advirtió que regresar los tenis al mercado enviaría una señal equivocada.
“Al decidir vender la mercancía de West ahora, Adidas optaría por dar marcha atrás al reloj”, dijo Knobloch.
Por: MELISSA EDDY
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