El desarrollador detrás de un nuevo videojuego ambientado en el universo de “Harry Potter” siempre iba a tener que confrontar las expectativas de una cultura de fans fervientes.
Pero cuando el desarrollador, Avalanche Software, empezó a trabajar en el juego hace varios años podría no haber anticipado que quizás el mayor reto vendría de la célebre autora de la serie.
La conversación entre fans y gamers respecto al juego, Hogwarts Legacy, ha estado dominada no por hechizos, sino por los comentarios de J.K. Rowling sobre temas transgénero.
Los fans de Harry Potter tienen años de lidiar con esos comentarios, sobre todo luego de que Rowling publicó un extenso ensayo en el 2020 que decía que un movimiento de activistas transgénero “buscaba debilitar a ‘la mujer’ como una clase política y biológica y ofrecía protección a depredadores”.
Los fans que consideraron las opiniones de Rowling detestables y antitrans —un sentimiento que ella niega— chocaron con aquellos que simpatizaban con sus puntos de vista, mientras que otros argumentaban que se podía separar el arte de la artista.
Recientemente, gamers han usado las redes sociales para enfrentarse unos con otros respecto a temas de derechos transgénero. Algunos han prometido boicotear el juego, mientras que otros lo han acogido o defendido su derecho a jugarlo sin adjudicarse políticas de género específicas.
En el foro sobre el juego en Reddit, los moderadores restablecieron restricciones para hablar de Rowling, al escribir que esa conversación “ cae rápidamente en un lenguaje intolerante con personas LGBTQ+”. En un foro oficial en Discord, un moderador les suplicó a los s que “hagan una pausa en el tema de JK”.
Algunos jugadores han llegado a la conclusión de que un personaje no controlable en el juego es transgénero, con base en un diálogo en que el personaje, Sirona Ryan, dijo que sus compañeros de clase tardaron un momento en “darse cuenta de que, de hecho, era una bruja, no un mago”.
“El equipo sintió que era muy importante crear un juego que sea representativo del mundo rico y diverso de Harry Potter, así como de los grupos de personas que juegan videojuegos, lo que incluye a la comunidad LGBTQIA+”, declaró un representante de Avalanche al sitio de internet IGN.
Warner Bros., que es dueño de Avalanche, declinó varias veces programar una entrevista con los desarrolladores del juego.
No está claro cuánto se beneficiará Rowling económicamente con el juego; un vocero de la autora se negó a dar comentarios sobre cómo ha sido recibido.
Varias publicaciones sobre gaming han dejado en claro que sienten aprensión por las opiniones de Rowling. Tras varios párrafos en una reseña positiva en IGN, hay una aclaración: “Como críticos, nuestro trabajo es responder la interrogante de si Hogwarts Legacy nos parece divertido de jugar o no y por qué. Ya sea que jugarlo sea ético o no, es una cuestión aparte, pero aún muy importante”.
Otros han marcado una línea más estricta.
“Si compras este juego —si elogias sus cualidades y alientas a otros a ‘apoyar a los desarrolladores’ o a ‘darte un gusto con un placer culposo’— estás tomando una decisión que perjudicará a la comunidad transgénero”, escribió Percy Ranson para GamesHub, un sitio australiano de noticias sobre videojuegos, al señalar que es una persona transgénero.
Por: JULIA JACOBS
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