¿Qué tiene el baile de Merlina? Te mantiene cautivo desde la primera mirada intensa que te lanza.
El fleco se extiende más allá de sus cejas mientras gira los hombros y luego, con alocada despreocupación, avienta un brazo por encima de su cabeza y luego el otro antes de dar pasos dominantes en línea recta. Es ese vigoroso andar de Merlina, esa fría mirada de Merlina.
Pero con este baile, Jenna Ortega, quien interpreta el papel principal en 'Merlina' de Netflix, tiene algo qué decir, algo qué mostrar. De una sacudida incorpórea a la siguiente, la danza va intensificando en audacia teatral, en humor excéntrico. Es la danza desafiante de una inconformista. Es una celebración de lo raro.
Coreografiado por Ortega, quien aporta un encanto oscuro a su interpretación de Merlina Addams, el baile viral del episodio cuatro, 'Una Sombría Noche de Baile', está experimentando una sólida vida después de la muerte en TikTok a medida que innumerables adolescentes viven los pasos en sus propios términos. La canción a la que baila, el clásico de The Cramps de 1981 'Goo Goo Muck', también ha visto un incremento en streaming.
El baile es una extensión coreográfica de cómo Merlina se mueve por el mundo: directo, demoníaco y completamente cautivador. En el programa, el sarcasmo de Ortega puede dejar su rostro inexpresivo, pero detrás de la fachada de su rigidez, su Merlina está lista para abalanzarse. Cuando baila, es igual de directa, adoptando un enfoque posmoderno con un rostro que no delata nada. Ella no comenta sobre su movimiento; ella lo ejecuta. El extraño capricho de la coreografía se manifiesta en su cuerpo y sólo en su cuerpo.
Ortega agradeció en Twitter al coreógrafo Bob Fosse y a otras personas que influyeron en su baile: Lisa Loring, quien interpretó a una Merlina más joven en 'La Familia Addams' en los 60 en la televisión; las cantantes Siouxsie Sioux y Lene Lovich; el actor Denis Lavant e “imágenes de archivo de goths bailando en clubes en los años 80”.
Pero a medida que las influencias fluyen del cuerpo de Ortega, de alguna manera las hace suyas. La más encantadora data de una escena vintage en la que la Merlina de Loring le enseña a Largo a bailar 'el Drew'. Como si estuviera sobre hielo, gira sus diminutos pies a una velocidad vertiginosa y balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás, animando a Largo a intentarlo: “Relájate un poco”, dice, “¡déjate llevar!”.
Esas palabras están al corazón del baile de Ortega, que, como muchos bailes cautivadores ante la cámara, llega como una sorpresa. Con un vestido con volantes negros en cascada, Ortega corta el espacio de la manera en que habla su personaje: abrupta, aguda y punzantemente, pero con toques momentáneos de sentimiento. Ella se relaja; ella se deja ir. Dentro de lo razonable.
Esto no es 'Cantando Bajo la Lluvia' —la simple idea de encontrar consuelo en un charco despertaría un gesto despectivo de Merlina— sino un torcido giro a la izquierda por un camino resbaladizo. Con las caderas sobresalientes y los brazos detrás de la espalda, Ortega se desliza dentro y fuera de cuadro. Toma del encanto inexpresivo de Merlina con una secuencia de movimientos interrumpidos. En un momento, mece la cabeza de un lado a otro y, en otro, desaparece, sólo para regresar —en una referencia al personaje Dedos— con su mano tocando el hombro de su amiga.
Mientras Ortega se desliza de un experimento en movimiento al siguiente —allí están los famosos golpes de brazo de Fosse mientras se inclina hacia adelante, giros enfáticos del cuerpo y brazos serpenteantes en un guiño a las castañuelas de Morticia Addams— parece libre, como si se hubiera desatado un espíritu de baile en su interior. ¿A quién le importa lo que piensen los demás?
Ése es el punto: el baile de Merlina es un baile de empoderamiento, y es para todos. Baila como si no te importara quién te esté mirando y, sobre todo, sé raro. Eso es lo que haría Merlina.
Por: GIA KOURLAS
BBC-NEWS-SRC: http://www.nytsyn.com/subscribed/stories/6516273, IMPORTING DATE: 2023-01-03 22:00:07