CHANGWON, Corea del Sur — Un año después de que Rusia invadió Ucrania, la guerra ha estimulado un esfuerzo mundial por producir más misiles, tanques, proyectiles de artillería y demás municiones. Pocos países se han movido tan rápido como Corea del Sur para elevar la producción.
El año pasado, las exportaciones de armas de Corea del Sur aumentaron 140 por ciento a un récord de 17.3 mil millones de dólares, incluyendo tratos por valor de 12.4 mil millones de dólares para vender tanques, obuses, aviones de combate y lanzacohetes a Polonia, uno de los aliados más cercanos de Ucrania.
Pero Corea del Sur se ha negado a enviar asistencia letal a la propia Ucrania. En lugar de ello, se ha centrado en llenar el vacío de rearme del mundo y ha impuesto reglas estrictas de control de exportaciones a todas sus ventas. Su cautela se debe en parte a su renuencia a enemistarse con Moscú, de quien espera cooperación para imponer nuevas sanciones contra una Corea del Norte cada vez más beligerante.
Sin embargo, las industrias de defensa de pocas naciones han prosperado tanto como resultado de la invasión como la de Corea del Sur. Y a pesar de llamados de Kiev y la OTAN para que envíe armas a Ucrania, Seúl ha seguido actuando con cautela, equilibrando su firme alianza con Washington y sus propios intereses nacionales y económicos.
Desde la invasión rusa, los proveedores de armas como Estados Unidos han enfrentado importantes desabastos en la producción de lanzacohetes y otras armas. Alemania y otras naciones también han batallado para asegurar suficientes tanques para enviar a Ucrania.
Al tiempo que los países de Europa del Este se apresuraban a reequipar y actualizar sus fuerzas armadas tras enviar sus armas de la era soviética a Ucrania, Corea del Sur se convirtió en una opción tentadora.
Los pedidos de Polonia fueron una bendición para el Presidente Yoon Suk Yeol, quien ha prometido convertir a Corea del Sur en el cuarto mayor exportador de armas para 2027, después de Estados Unidos, Rusia y Francia.
Seúl denunció la invasión de Ucrania y Yoon ha prometido proteger la “libertad” y el orden internacional “basado en reglas”. Pero el afán de Corea del Sur por elevar las exportaciones de armas ha puesto de relieve sus dificultades con ese acto de equilibrio.
El Presidente Vladimir V. Putin de Rusia ha advertido a Corea del Sur que no ayude militarmente a Ucrania, diciendo que eso arruinaría las relaciones entre Moscú y Seúl y podría llevar a Rusia a profundizar los lazos militares con Corea del Norte. La guerra ha acercado a Corea del Norte a Rusia; apoyó abiertamente la invasión y Washington lo ha acusado de enviar municiones a Rusia.
Cuando Seúl acordó vender proyectiles de artillería para ayudar a Estados Unidos a reponer sus reservas, insistió en una condición de control de exportaciones de que el “ final” sería Estados Unidos, una regla que ha implementado para todos sus acuerdos mundiales de armas —incluyendo sus contratos con Polonia— durante décadas. No obstante, parte de la tecnología de armas de Corea del Sur ha llegado a Ucrania: los obuses Krab polacos enviados a Ucrania utilizan el chasis de los K9 de Corea del Sur. (La istración del Programa de Adquisición de Defensa de Corea del Sur se negó a comentar si la transferencia violaba los controles de exportación).
Corea del Sur endulza sus tratos de exportación de armas al ofrecer transferir tecnología y facilitar la producción local, mejorando las industrias de defensa nacionales de sus compradores. Por ejemplo, la mayoría de los obuses de Corea del Sur que Polonia está comprando se producirán en Polonia con socios locales.
Hanwha Aerospace, el contratista de defensa más grande de Corea del Sur, planea triplicar su capacidad de producción el próximo año para satisfacer la creciente demanda. Los K9 de la compañía representaron el 55 por ciento del mercado mundial de exportación de obuses autopropulsados ??entre el 2000 y el 2021, afirman analistas de Corea del Sur. El pedido de Polonia aumentará esa economía de escala.
Hanwha ha puesto su mirada en el mercado global, con el pleno apoyo del Gobierno y el Ejército de Corea del Sur. Yoon se reunió con su homólogo polaco en junio para ayudar a cerrar los tratos de armas el año pasado. En enero, su oficina anunció que había abierto un nuevo grupo de trabajo para promover las exportaciones de armas.
“La geopolítica ha hecho que nuestro destino sea cultivar una industria de defensa”, dijo Son Jae Il, presidente de Hanwha Aerospace.
Por: CHOE SANG-HUN
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