Sal Khan, director de Khan Academy, dio una plática entusiasta la primavera del año pasado en la que predijo que chatbots de inteligencia artificial pronto revolucionarían la educación.
“Estamos a punto de utilizar IA para probablemente la mayor transformación positiva que jamás haya visto la educación”, aseveró Khan, cuyo grupo educativo sin fines de lucro ha brindado lecciones en línea para millones de alumnos.
“Y la forma en que vamos a hacerlo es dando a todos los estudiantes del mundo un tutor personal artificialmente inteligente, pero asombroso”.
La visión de Khan de robots tutores explotó un sueño de Silicon Valley: plataformas de enseñanza automatizadas que personalizan las lecciones para cada alumno.
Sus defensores argumentan que el desarrollo de tales sistemas ayudaría a cerrar las brechas de rendimiento en las escuelas al brindar instrucción relevante e individualizada a los niños de manera más rápida y eficiente de lo que podrían hacerlo los maestros humanos.
En pos de esos ideales, compañías tecnológicas y filántropos han instado a los planteles a adquirir una computadora portátil para cada niño, defendido plataformas de videotutoriales y financiado apps de aprendizaje que personalizan las lecciones de los estudiantes.
Algunas intervenciones de alfabetización y matemáticas en línea han reportado efectos positivos. No obstante, los esfuerzos en tecnología educativa no han podido cerrar significativamente las brechas de rendimiento académico ni mejorar los resultados de los alumnos, como las tasas de egreso de preparatoria.
Ahora la propagación de herramientas de IA generativa, como ChatGPT, que pueden dar respuestas a preguntas de biología y crear reportes de libros como si fueran hechos por humanos, están renovando el entusiasmo por la instrucción automatizada, aún al tiempo que críticos advierten que todavía no hay evidencia que respalde la idea de que los robots de tutoría transformarán la educación de manera positiva.
Plataformas de aprendizaje en línea como Khan Academy y Duolingo han introducido chatbots tutores de IA basados en GPT-4. Ese es un modelo grande de lenguaje, desarrollado por OpenAI, que está entrenado en enormes bases de datos y puede generar respuestas a solicitudes de s.
Algunos imaginan que maestros robóticos algún día podrán inspirar individualmente a estudiantes tal como lo hacen los queridos maestros humanos.
Sin embargo, algunos investigadores dicen que las escuelas deberían ver con recelo el furor en torno a esta tecnología.
Señalan que los chatbots de IA inventan cosas y podrían dar a los alumnos información falsa. También dijeron que los sistemas de IA pueden ser tendenciosos y poco transparentes, lo que impide que maestros y alumnos comprendan cómo los chatbots idean sus respuestas.
De hecho, las herramientas de IA generativa podrían tener efectos perjudiciales sobre el aprendizaje, comentó Ben Williamson, un investigador en la Universidad de Edimburgo.
“Hay prisa por proclamar la autoridad y la utilidad de este tipo de interfases de chatbot y los modelos de lenguaje subyacentes”, dijo Williamson. “Pero aún no existe evidencia de que los chatbots de IA puedan producir esos efectos”.
Otra preocupación: el furor en torno a tutores de IA aún no probados podría restar valor a intervenciones más tradicionales y enfocadas en las personas —como el universal a preescolar— que han demostrado aumentar las tasas de egreso de los alumnos y la asistencia a la universidad.
También hay cuestiones de privacidad y propiedad intelectual.
Algunos entusiastas imaginan que los bots de tutoría de IA se conviertan en compañeros de estudio a los que los alumnos pueden consultar discretamente y sin sentirse avergonzados. Podrían alterar profundamente la forma en que aprenden los niños.
Jerome Pesenti, ex vicepresidente de IA en Meta, acaba de fundar un servicio de tutoría llamado Sizzle A.I. El chatbot de IA de la app utiliza un formato de opción múltiple para ayudar a los estudiantes a resolver preguntas de matemáticas y ciencias.
Y Jared Grusd, ex director de estrategias en la compañía de redes sociales Snap, cofundó una startup de redacción llamada Ethiqly. El chatbot de IA de la aplicación puede ayudar a los alumnos a organizar y estructurar ensayos, así como ofrecer retroalimentación sobre su escritura.
El año pasado, Khan Academy introdujo un chatbot de IA llamado Khanmigo específicamente para uso escolar. Está diseñado para ayudar a los alumnos a razonar problemas, no a hacer su trabajo escolar por ellos.
Por: NATASHA SINGER
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