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Entrevista
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Posesión Venezuela 2025: ¿Qué heredó Nicolás Maduro de Hugo Chávez y por qué alerta al mundo?
Laura Dib, directora para Venezuela de Wola, habló con EL TIEMPO sobre lo que puede ocurrir tras la posesión del 10 de enero. ‘Estamos ante un riesgo importante de que haya mayor represión’, afirmó.
A pesar de la presión nacional e internacional para que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) demuestre que Nicolás Maduro fue el ganador de las elecciones del 28 de julio de 2024, según lo previsto, el chavista se juramentará para un tercer mandato el próximo 10 de enero, aunque al tiempo, el opositor Edmundo González Urrutia, prometió reclamar la presidencia, puesto que asegura haber ganado y, para ello, cuenta con el 80 % de las actas recabadas por colaboradores de la oposición durante los comicios del 28 de julio.
A lo largo de estos 11 años de mandato, Maduro se ha mantenido en el poder viendo bajar su popularidad hasta un escaso 30 por ciento por cuenta de la severa represión que ejerce contra quienes se le oponen y controlando todos los poderes del Estado.
Además, se ha enfrentado a grandes retos como una crisis económica sin precedentes y una migración de 7,7 millones de venezolanos, más de la mitad en edad laboral.
De ahí que, con una oposición unida ante la figura de María Corina Machado decidida a defender el triunfo de González Urrutia, el presidente de Venezuela tiene bajo sus manos el futuro del país: ¿dictadura o democracia?.
De posesionarse, Nicolás Maduro sería el presidente con el periodo más largo en Venezuela. Foto:Carolina Cabral Fernandez / Bloomberg
Ante el serio panorama, EL TIEMPO habló con Laura Cristina Dib, directora para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola). Antes de unirse al centro de investigación, Dib fue Directora de la Clínica Jurídica para Migrantes y miembro del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de los Andes en Colombia.
Arranquemos por el pasado, Nicolás Maduro asumió el poder en Venezuela en 2013 prometiendo la continuidad del plan de país de Hugo Chávez. ¿Cree que la visión de Maduro ha cambiado desde entonces?
Habría que empezar, justamente, por señalar que Nicolás Maduro llegó al poder básicamente por designación de Hugo Chávez antes de morir, quien lo nombró su heredero al trono bajo un contexto en el que ya había un declive democrático importante en el país y un desmantelamiento de la institucionalidad al punto que en 2013, cuando se anuncia la muerte de Chávez, el Tribunal Supremo de Justicia emitió una sentencia bajo la tesis de la continuidad, en donde básicamente permitió que Nicolás Maduro se quedara en el poder por encima del tiempo que permitía la Constitución antes de convocar a elecciones dentro de los primeros 30 días.
¿Por qué traigo a colación este problema, digamos, de origen? Primero, porque es importante recordar que el desmantelamiento de la institucionalidad democrática en Venezuela no empezó con Nicolás Maduro. Y, segundo, porque el talante de Nicolás Maduro siempre ha sido el de una persona autoritaria.
Edmundo González y el presidente de Panamá, José Raúl Mulino. Foto:X
¿Por qué?
Recordemos que hay información suficiente para sustentan que entre los años 2014 y 2017 se han cometido crímenes de lesa humanidad en Venezuela, sumada a la represión intensificada en el contexto electoral del 2019. Después de las elecciones del 28 de julio de 2024 lo que hemos visto es una represión sin precedentes.
Bajo esta realidad, no creo que haya habido necesariamente un cambio de visión, sino por el contrario, un fortalecimiento del talante autoritario que Maduro heredó de Chávez. Y a eso se le suma un declive rápido y vertiginoso de las posibilidades que tiene Venezuela de transitar hacia una democracia, que no es imposible, pero que con el paso del tiempo se complicado mucho más.
El desmantelamiento de la institucionalidad democrática en Venezuela no empezó con Nicolás Maduro
Laura DibDirectora para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola)
En ese sentido, ¿cuál considera que es el principal objetivo de Maduro?
Creo que la gestión que ha tenido desde que tomó el poder en el año 2013 es clarísima. Ya desde entonces fue evidente que la visión del país no es y no ha sido la de atacar las causas de la emergencia humanitaria compleja, ni de resolver el colapso de los servicios públicos en el país o el de reanudar las relaciones diplomáticas con los países democráticos.
Mural de Nicolás Maduro en Caracas. Foto:AFP
Es cierto que ha habido una leve mejoría de algunos indicadores económicos entre el año 2021 y el 2023, que tuvo que ver en alguna medida con el levantamiento de sanciones producto de las negociaciones, pero, eso no ha derivado en que haya mejorado la desigualdad en Venezuela. Y eso lo constatan los indicadores.
Si bien hubo una mejoría en algunos indicadores económicos, como el PIB o incluso en la producción petrolera, ello no ha derivado en una mejoría de las condiciones de vida de las personas venezolanas. Lo que me hace pensar que no hay una visión de país.
¿Qué hay en juego entonces?
El interés es el de permanecer en el poder por medio de la represión y de aferrarse a un sistema de gran corrupción en donde Venezuela, sus arcas, han sido básicamente saqueadas por quienes han permanecido en el poder. Solamente contando el dinero de oficiales corruptos, ni siquiera el dinero de la República, se contabilizan más de tres billones de dólares identificados por Estados Unidos en bienes.
Entonces, creo que, ante la legitimidad que ha perdido Maduro y el apoyo popular, es evidente que quien ganó las elecciones presidenciales del 2024 fue el opositor Edmundo González Urrutia, por lo que lo único que le queda a Maduro y su círculo es aferrarse al poder por medio de una fuerza desproporcionada.
Respecto a los alivios a las sanciones por parte de EE. UU. que le dieron un respiro al régimen, ¿por qué no impactaron en una mejora en la calidad de vida de las personas?
El talante de Nicolás Maduro siempre ha sido el de una persona autoritaria.
Laura dibDirectora para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola)
Venezuela es uno de los países más desiguales del mundo y eso guarda justamente relación con el hecho de que las sanciones no fueron las que originaron la grave crisis en el país o produjeron la emergencia humanitaria. Por lo mismo, levantarlas no es sinónimo de una mejora profunda.
¿Se podría entonces agravar aún más si Donald Trump arranca su presidencia con una mano dura sobre Venezuela?
Frente a eso, hay muchas inquietudes todavía sin resolver porque nosotros desde Wola hemos hecho un seguimiento riguroso a los pronunciamientos de Donald Trump sobre Venezuela y, de momento, el presidente elector de Estados Unidos solamente se ha referido a Venezuela para mencionar la migración. Sí es cierto que reconoce a Nicolás Maduro como un dictador, pero no ha habido muchos pronunciamientos sobre lo que ocurrió el 28 de julio. Así las cosas, Trump parece dejar la puerta abierta para adoptar una postura más pragmática frente a Nicolás Maduro.
De otro lado, no deja de llamar la atención que cuando Trump fue elegido, Nicolás Maduro lo felicitó públicamente en televisión y dijo que esperaba que esta fuese una relación “ganar-ganar".
Colombia acoge a la mayor cantidad de migrantes de Venezuela, con más de 2,8 millones de personas. Foto:Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
¿Qué cree que podría ocurrir en este caso para beneficio de Nicolás Maduro?
Si bien hubo una mejoría en algunos indicadores económicos, como el PIB o incluso en la producción petrolera, ello no ha derivado en una mejoría de las condiciones de vida de las personas venezolanas. Lo que me hace pensar que no hay una visión de país.
laura dibDirectora para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola)
Que haya una especie de normalización de las relaciones. No necesariamente estamos diciendo que Estados Unidos vaya a mandar a un embajador a Caracas, pero podría ocurrir alguna especie de acuerdo, por ejemplo, para que Nicolás Maduro reciba los vuelos de deportación que han sido prometidos por Trump a cambio de que se mantengan algunas de las licencias petroleras. Ese es el tipo de disyuntiva en el que se encuentra la nueva istración Trump: o adoptan una postura de máxima presión y vuelven a imponer sanciones sobre Maduro con todo lo que eso significa, o llegan a una postura de acuerdos que no necesariamente contribuyen a la búsqueda de una solución democrática a la situación de Venezuela, pero que funciona en el terreno práctico.
María Corina Machado en rueda de prensa con periodistas Foto:Captura de pantalla
¿Cómo cree que se comportará la migración de cara a si Maduro se queda en el poder?
Aunque en los últimos días hemos visto una disminución en las salidas de Necoclí (Colombia) hacia Estados Unidos, o una disminución en la migración entre la frontera de México y Estados Unidos, eso se debe a varios factores. Por un lado, que muchas personas están esperando a ver qué va a pasar con la istración de Trump, que ha anunciado medidas muy graves y muy fuertes en contra de la migración. Por otro lado, porque durante los meses de diciembre y enero siempre suele haber una disminución de la migración. Aunque, también, quizás hay mucha expectativa frente a qué va a pasar en Venezuela.
Efectivamente, puede haber un incremento de la migración, ya que este flujo proveniente de Venezuela es una migración producto de una emergencia humanitaria compleja, que es multicausal y que solamente las sanciones no explican la migración, porque de hecho, la migración proveniente de Venezuela de carácter masivo inició antes de estas sanciones.
Como usted menciona, Maduro ha perdido el apoyo popular. ¿Se puede decir que aún es un representante del chavismo y de la herencia de Hugo Chávez?
Al respecto, hay posiciones diversas dentro del chavismo que es una fuerza diversa, heterogénea y hermética, sobre todo entre quienes permanecen en el poder. Pero, una cosa sí es clara y es que hay quienes consideran que Nicolás Maduro ha traicionado los ideales de Hugo Chávez.
Pero, también vuelvo a recordar que el desmantelamiento de las instituciones democráticas empezó con Chávez en el año de 1999 cuando se decretó en emergencia el poder judicial y se designaron a jueces provisorios o temporales, el Congreso pasó de ser bicameral a unicameral, se estatizó Pdvsa e incluso surgieron las expropiaciones por causa de utilidad pública.
(Donald)Trump parece dejar la puerta abierta para adoptar una postura más pragmática frente a Nicolás Maduro
Laura dibDirectora para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola)
Así las cosas, es importante insistir en que con Nicolás Maduro se afianzó un sistema autoritario en un país cuyo modelo democrático empezó su declive en el año 99.
¿Qué cree que haría que Maduro caiga del poder?
Hay quienes apuestan a una caída por colapso. Es decir, que haya un rompimiento, una fractura dentro del chavismo, pero hasta ahora no hay señales de ello, lo que hemos visto es un incremento de la represión con un Maduro asfixiando cualquier muestra de disenso.
Para el 30 de diciembre de 2024, el Foro Penal documentó que había 1.794 personas presas en Venezuela. De esas, 162 son militares. Es decir, una cifra altísima de militares privados de la libertad que se convierte en un mensaje de represión ejemplificante para los demás.
Por supuesto, no se puede descartar que pueda existir una ruptura del régimen por colapso. Pero, quiero dejar muy presente lo difícil que es que ocurra en un contexto en el que cualquier persona que medio levante la cabeza, que medio diga que está en desacuerdo con el Gobierno, inmediatamente es privado de su libertad con todo lo que ello conlleva: torturas, persecución de familiares, etc.
¿Considera que así como ocurrió en 2019 una presidencia paralela con Juan Guaidó podría suceder lo mismo en esta ocasión con Edmundo González Urrutia?
No, creo que estos son dos escenarios muy distintos. Recordemos que en aquel momento, 2019, la Asamblea Nacional había sido de mayoría opositora y Guaidó era el presidente de la Asamblea Nacional constitucionalmente. Entonces, al haberse generado un vacío de poder, Guaidó se proclamó como presidente interino siguiendo una interpretación constitucional. ÉL fue reconocido como presidente en funciones. Pero eso no es lo que ha ocurrido en este momento, sino que por el contrario, Edmundo González Urrutia ha sido reconocido como presidente electo, no en funciones.
Y yo creo que la comunidad internacional no tiene ningún interés de replicar ese escenario en donde había, además, dos asambleas nacionales, dos tribunales supremos de justicia y demás. Creo que lo que viene, digamos, para la comunidad internacional sigue siendo incierto.
¿Aún más lejano hablar de una salida negociada?
Maduro ya ha demostrado que no está dispuesto a negociar. Si te pones en los zapatos de una persona como él, puedes pensar: ¿para qué voy a negociar mi salida si me he robado todo este dinero, tengo todos estos recursos y, además, sé que lo que me espera es la cárcel? En ese sentido, Maduro está entrampado en su propio juego de poder.
El ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, habla ante militares. Foto:EFE
¿Los regímenes dictatoriales en el mundo le sirven a Maduro para que se mantenga en el poder?
Sí, yo creo que los gobiernos autoritarios del mundo: Nicaragua, Cuba, Rusia, China e Irán han sido han sido sus bastiones de apoyo, y ese apoyo también se ha manifestado incluso económicamente. Porque luego de la imposición de sanciones sectoriales sobre el petróleo por parte de EE. UU., pues lo que hizo Venezuela fue fortalecer sus lazos con esos países, sobre todo con países como China, India, Rusia e Irán.
Pero, creo que también que es importante destacar que si uno mira de forma más amplia todo el contexto geopolítico se puede dar cuenta de que esos países tienen en este momento sus propios problemas y que no necesariamente todas las variables dependen del contexto internacional.
Como por ejemplo...
Un ejemplo claro de eso es lo que pasó en Siria con Bashar al Asad. Rusia no pudo prevenir la caída de al Asad. Por supuesto son casos totalmente diferentes, no quiero entrar en comparaciones como de peras con manzanas, pero quiero decir que el interés y el engagement de esos países con Al Asad o con Maduro no necesariamente es el mismo que en años anteriores.
Edmundo González está de gira por América Latina. Foto:
¿También se incluye China en esta dinámica?
En el caso de China, creo que también es importante considerar que es un país con una política de relaciones exteriores bastante pragmática. En ese sentido, vemos cómo China no le ha prestado más dinero a Venezuela durante el gobierno de Nicolás Maduro. Ha habido algunos acuerdos pequeños, pero no préstamos grandes como los que se hicieron durante el gobierno de Chávez y eso tiene que ver con la falta de solvencia. Venezuela no ha pagado.
Absolutamente. Si yo estuviese en la oposición trataría de hacer algunas aproximaciones con China para demostrar que una relación comercial es más posible en democracia que en autoritarismo. Pero, bueno, esa última parte ya es una idea muy personal.
¿Cuál es su mensaje para estos días previos a la posesión presidencial?
Hago un llamado de atención, con mucho temor, por lo que pueda pasar en los próximos días. Hemos visto un despliegue de fuerzas militares y policiales por toda Caracas y la Guaira, que es en donde está el aeropuerto internacional, anómalo e intenso en los últimos días. Además, Diosdado Cabello (el número dos del chavismo) ha convocado a una manifestación para el mismo día en que María Corina Machado invitó a las personas a movilizarse. De manera que estamos ante un riesgo importante de que haya mayor represión.