SEÑOR DIRECTOR:
“Un mortinato es cuando un bebé muere en el útero durante las últimas 20 semanas del embarazo. Un aborto es la pérdida fetal en la primera mitad del embarazo”. Desde el punto de vista médico, hay que definir bien los términos. Una cosa es despenalizar el aborto y otra, inducir un mortinato o feticidio. Por lo tanto, los nuevos protocolos para la interrupción del embarazo deberían constituir un programa de salud pública y otro de educación integral dirigidos a la detección e interrupción precoz del embarazo no deseado y a la prevención del mortinato inducido.
Al margen de consideraciones dogmáticas, las implicaciones éticas son relevantes. Pues lo coherente es evitar el embarazo, el aborto en condiciones de riesgo y el mortinato por falta de medidas tempranas, ya que, al fin y al cabo, la discusión sobre el respeto a la vida debe darse en el marco del futuro de la calidad de vida del ser no deseado, sin perder la perspectiva de que hay una diferencia entre regulación del ciclo menstrual, aborto y mortinato inducido.
Carlos H. Quintero B.
Es cuestión de salud pública
SEÑOR DIRECTOR:
En Colombia, la despenalización del aborto por decisión de la Corte Constitucional en los primeros seis meses ha causado escozor. Inicialmente fue en tres casos puntuales: violación, malformación del feto o riesgo de muerte de la madre. No es legalización, es una opción.
Un hijo es de dos personas, ¿dónde está la responsabilidad del padre a la edad que sea? Obviamente, la mujer decide si quiere parir o no, pero jamás existirá señalamiento alguno ni condena a ese padre que engendra y voltea la espalda sin asumir su responsabilidad.
No hay que mezclar posiciones religiosas, pues es cuestión de salud pública. Tampoco es una invitación a abortar por deporte. Igual, las mujeres pobres o ricas tienen poder de decisión para asumir su derecho jurídico. Existen muchos anticonceptivos para evitar ese proceso traumático como es el aborto. Más educación sexual en colegios, porque la mayoría son menores de edad y somos seres sexuales desde que nacemos hasta que morimos.
Helena Manrique Romero
Aniversario de la Filarmónica
SEÑOR DIRECTOR:
En el presente año se cumplen 55 de la creación de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la más grande del país. Dos músicos colombianos, Raúl García y Mario Posada Torres, sacamos adelante el proyecto, luego de incontables entrevistas, antesalas, memoriales y aprovechando el primer viaje papal a América, etc. Finalmente, el debut, en la Catedral, fue televisado al mundo entero: orquesta y masas corales. Primer concierto en el Colón.
Tuve ocasión de ostentar los cargos de primer concertino, director invitado y director titular, asumiendo los estrenos filarmónicos de los clásicos, románticos y colombianos: e iberoamericanos... Época heroica. La Filarmónica afrontaba riesgos y los superaba. Se encontró el camino a otros. En su trayectoria hicieron carrera incontables directores y solistas.
¡Felicitaciones hoy a la más grande orquesta de Colombia!
Mario Posada Torres
Compositor-director colombiano