SEÑOR DIRECTOR:
Mal momento vive la educación colombiana. Durante los dos últimos años se han cerrado más de cien colegios privados; los resultados en las pruebas de conocimientos siguen siendo mediocres; la asociación de docentes la dirige una entidad politizada que se opone a la evaluación de los maestros; las universidades públicas se han convertido en focos de violencia que impiden el normal desarrollo de los programas educativos; y el Icetex, organismo que financia la educación, no tiene el respaldo financiero del Gobierno para cubrir los compromisos establecidos con los estudiantes. Muchos se encuentran a punto de cancelar sus pregrados y posgrados.
El 92 % de los beneficiarios del Icetex son jóvenes de los estratos 1, 2 y 3. Cuesta creer la respuesta que dio el burletero ministro de Educación, Danilo Rojas, ante los problemas económicos de la entidad que financia la educación colombiana. No hay derecho.
Mario Patiño Morris
SEÑOR DIRECTOR:
Uno de los grandes problemas que padece nuestra ciudad con el caos del tráfico es que los conductores estacionan donde les provoca, en especial en cualquier vía doble. Lo hacen para descargar mercancía, para entrar de visita a una clínica aunque haya parqueadero en esta, para comprar cualquier cosa, etc. Y ni los policías ni los guardias de tránsito aparecen. Parte de la solución ha sido el establecimiento de las zonas de parqueo, pero insuficientes. Ojalá se haga una campaña para que las "paradas" se permitan únicamente en las vías sencillas aledañas y que los agentes en moto simplemente tomen la foto del vehículo infractor y generen el respectivo comparendo o que den el aviso a las grúas "cazainfractores".
Un claro ejemplo de lo que a diario se vive es la calle 127, sentido occidente oriente, entre carrera 15 y 17, donde existen 3 clínicas y los mal estacionados reducen a un solo carril esta importante vía, creando los consabidos trancones. Hay infractores que se estacionan incluso en la misma carrera 15 al frente de Unicentro, sin respetar los paraderos de los buses.
Luis Hernando Díaz
SEÑOR DIRECTOR:
Recuerdo que cuando niño había una señora que vendía leche en el jardín de su casa para ayudar a mantener a sus hijos. Lo más importante, fuera de ayudar a su familia, era la conciencia ecológica que existía en esa época, los envases en que venía la leche eran de vidrio, evitando así la gran contaminación que se presenta con los envases de plástico y tetrapak, que lo único que hacen es contaminar y, eventualmente, los utilizan para ser reciclados.
Si vemos en nuestras fuentes de agua, ríos, cañadas, seguro que veremos muchos de estos elementos contaminantes y de difícil descomposición, pues se necesitan muchos años para que vuelvan a ser parte del planeta, mientras tanto solo contamina.
Podríamos volver a utilizar el vidrio para envasar ese preciado líquido que es la leche, y así mismo darles otros envases de vidrio a los productos que consumimos.
Jorge Trujillo Mejía