Niños en la Feria del Libro

Ha comenzado la Feria del Libro en Bogotá. Esta es una cita invaluable para la sociedad, especialmente para la nuestra, con tantas noticias negativas. Y desde luego, para la cultura, para el país, para los autores y para la industria editorial. Hoy más que nunca se necesita inculcar cultura, se requiere incentivar a la niñez y a la juventud la costumbre de leer. Leer cambia a las personas, las forma, les amplía la visión del mundo, las enriquece espiritualmente.

En varias de las ferias a las que he ido he visto una imagen inolvidable, como es la de grupos de colegiales con su uniforme. Seguramente invitados a diversos eventos. Eso hay que ampliarlo, incentivarlo. Allí se pueden estar formando vidas con mejores defensas ante tantos peligros de hoy. Más niños en la Feria del Libro es un maravilloso punto de esperanza.

Bogotá

Es urgente que el gobierno del presidente Petro proteja prioritariamente al inerme pueblo colombiano de bien, hoy a merced del Eln, las disidencias de las Farc, las bandas criminales, los ladrones y los atracadores callejeros. El primer mandatario debe fortalecer a nuestra Fuerza Pública y la justicia, antes que debilitarla o degradarla.

Claro que hay que buscar la paz -y ojalá total-, pero, como bien lo dice ex primer ministro del Reino Unido y hoy presidente ejecutivo del instituto Tony Blair para el Cambio Global, refiriéndose a las lecciones de la paz de Irlanda del Norte, que cumplió 25 años: “Para lograr la paz hacen falta tiempo, paciencia, creatividad y una determinación tenaz e incansable. Los procesos de paz son exactamente eso: un proceso, no un acontecimiento” (EL TIEMPO, 16-4-2023). Hay, entonces, que aprender de las buenas lecciones, ejemplos y experiencias.

Lo que está pasando en el fútbol colombiano es indignante. En menos de una semana, en dos estadios dos hinchadas diferentes invadieron el campo de juego. Primero, la barra Los del Sur, protestando por la negativa de ayuda económica de las directivas del Nacional. Y el 18 de abril, los hinchas del Once Caldas, protestando por los malos resultados del equipo.

Como amante del fútbol, me duele ver lo que está pasando en las canchas de mi país. Hoy solo ha habido heridos, pero ¿cuánto más tiene que pasar? ¿Estamos esperando que haya muertos para solucionar el problema de las barras?

El fútbol mueve pasiones, pero nosotros como hinchas debemos tener claro que es solo un evento deportivo, deporte que se está viendo empañado por la intolerancia y la violencia. Además, si tanto queremos a un equipo, ¿por qué irnos encima de él? Antes veíamos noticias de violencia contra quienes tenían un color diferente en la camiseta. Ahora también se debe lidiar con las personas del mismo equipo.

Eso no puede seguir pasando en los estadios, a los que van niños. Yo solo invito a los hinchas que alientan el juego a que, por favor, seamos más tolerantes.