SEÑOR DIRECTOR:
En la sección ‘Hace 25 años’ aparece, este 7 de junio, una simpática nota que llama a la reflexión. Ilustrada con la foto de un trompo bailando en la mano de un sonriente ciudadano, dice que en Caldas, Antioquia, los trompos vuelan a principios de junio. Que desde 1981 los maestros de ese municipio organizan un festival en busca de rescatar los juegos tradicionales; que niños y adultos juegan catapiz, coca y rayuela. Hoy, la tecnología y los tiempos modernos están borrando bellas tradiciones. El trompo es una de ellas. El mismo tejo ha perdido protagonismo como deporte dominical, el cual era imagen de los políticos en campaña. ¿Alguien podrá hacer un esfuerzo por no dejar morir estas tradiciones, que también son cultura?
Pedro Samuel Hernández
El mal ejemplo cunde
SEÑOR DIRECTOR:
Los maestros, que enseñamos comportamiento y buenas costumbres, estamos en desventaja frente a la arremetida de las redes sociales, desde donde se lanzan improperios de grueso calibre, incluso desde la radio y a través de los canales de YouTube. En la campaña actual, pareciera que se volvió a lo mismo y de pronto de una manera mucho más agresiva. Los educadores, hablando en la escuela de valores y de buenos modales, mientras que desde las redes y algunos medios de comunicación se les hace apología a ese tipo de comportamientos y a cuanta vulgaridad se le ocurra a uno que otro candidato. Un estudiante me dijo: “Profe, ¿usted por qué se preocupa porque digamos groserías si en las redes muchos políticos lo hacen?”. El mal ejemplo cunde. Desde su periódico, por favor, ayúdenos para que este tipo de antivalores no se siga promocionando, porque lo que configuremos en la mente de los niños hoy, mañana será practicado por ellos.
Henry Sarabia Angarita
Facatativá
Una sede para los tesoros
SEÑOR DIRECTOR:
En primera página de EL TIEMPO aparece la noticia de los hallazgos en aguas colombianas de porciones de galeones y de otras embarcaciones consideradas de valor cultural e histórico. La nación debe no solo explorar y vigilar con ayuda de su Armada este valioso patrimonio, sino abrir un concurso de méritos para elegir la ciudad costera que albergue el museo que debe construirse. La ignorancia nos privó de saber más sobre la orfebrería y la cerámica precolombina, que terminaron fundidas por los peninsulares. Los colombianos merecemos una sede digna para los tesoros que se irán recuperando para generaciones presentes y futuras. No tener como referente únicamente una vajilla de porcelana, unos cañones, el ancla o la bacinilla del capitán, que se menciona.
José Mauricio Duque Rueda
No fue derrota estrepitosa
SEÑOR DIRECTOR:
Medios y analistas políticos hablan de la derrota estrepitosa de la campaña de Federico Gutiérrez. Creo que es un error mirar el resultado como una derrota total. Cinco millones de votos dan para mucho en un futuro cercano. El apoyo que ahora ofrezcan los votantes a uno u otro candidato es algo que depende del concepto personal de cada quien, sin importar a qué partido político pueda pertenecer. Es la manera de obrar de una verdadera democracia.
Hernán Chaparro Plazas