SEÑOR DIRECTOR:
Pocos saben en Colombia qué pasó el 20 de julio de 1810. Viernes, día de mercado en Bogotá. Se esperaba a Antonio Villavicencio, procedente de Ecuador, para honrarlo. La excusa fue el préstamo de un florero por José González Llorente. Lo demás es historia, la cual es totalmente desconocida. Fue el grito de independencia ante el yugo español, que se consolidó el 7 de agosto, en la batalla de Boyacá, en 1819.
La juventud responde lo siguiente: fue un día que marcó tendencia. ¡Cuánta ignorancia! Abolieron en colegios la cátedra de Historia porque no vende. El 20 de julio no es solo un barrio ni una iglesia en Bogotá. Es una fecha histórica y definitiva para iniciar el camino a la Independencia.
Helena Manrique Romero
Bogotá
Educar a los mayores
SEÑOR DIRECTOR:
Tal como están las cosas, en el país se requiere volver a la cívica y a la urbanidad, pero esta vez no solo para los hijos sino especialmente para los padres, pues es allí donde se aprenden los principios del cumplimiento de las normas institucionales y respeto a la sociedad.
Es inisible ver a una gran mayoría de personas mayores ingresando a TransMilenio sin pagar. Así como agrediendo e insultando a las autoridades, a los profesores, a los vecinos, que muchas veces terminan en actos fatales, lo cual es heredado a los hijos. Ya que estamos en la ‘paz total’, es hora de instalar talleres en los barrios para dar educación a los mayores y así preparar a las nuevas generaciones para una mejor forma de vivir.
Julio César Patiño Díaz
Aseo bajo los puentes
SEÑOR DIRECTOR:
Debajo de los puentes vehiculares de Bogotá, en la mayoría, se observan tal dejadez y abandono que llega a parecerle a uno que nuestra bella capital no tiene ciudadanos ni autoridades con conciencia cívica. ¿Cómo puede la Alcaldía tolerar semejante descuido? Debería hacer un censo respecto a tal situación y darle efectiva solución a algo que no requiere altas y costosas tecnologías.
Se me olvidaba: los puentes deben recibir enlucimiento con la pintura y el color adecuado, remarcando en sitios visibles a qué avenida corresponde, lo que traerá a los ciudadanos mayor orientación. Y en los parques también hay que inspeccionar y actuar en consecuencia.
Rogelio Vallejo Obando
Convocar a la unidad
SEÑOR DIRECTOR:
Nuestra independencia se inició con un florero que no nos querían prestar. Como quien dice, arrancó en disputas que fueron como el estallido de largos años de sometimiento a reyes lejanos.
Y, conociendo nuestra historia de tantos siglos, luchas, divisiones, persecuciones, mártires inmolados en las batallas por la independencia, odios entre quienes nos decimos hermanos, en fin, parece que el florero de Llorente se reprodujera, tristemente, todos los días, meses y años.
¿Qué conmemoramos hoy, si quien está al frente del país no convoca a la unidad sino a la polarización y a reclamos que cada vez dividen más? ¿Será imposible que el mandatario deje la tribuna polarizadora y nos convoque a la unidad? Aunque sea por un 20 de julio. ¡Por favor!
Ilse Bartels L.