Hablemos de nuestro idioma y hablémoslo bien. No solo los corresponsales de los noticieros de televisión sino muchos colombianos estropean tristemente el idioma.
Comencemos con “esperar por”. Fastidia oír frases como: Carlos esperó por Julio, el gobierno espera por los delegados, los magistrados esperan por el presidente. Eso es hablar inglés en castellano. Wait for, se dice en inglés. Cuando se dice Carlos esperó por Julio, realmente se está diciendo que Carlos reemplazó a Julio en la espera. Lo correcto es: Carlos esperó a Julio, el gobierno espera a los delegados, los magistrados esperan al presidente. (Ojalá llegue).
La palabra demasiado es demasiadamente mal empleada y con ella se dice lo contrario de lo que se quiere trasmitir. Esta palabra significa exceso, es peyorativa. Se oye comunmente a las madres decir a sus hijos: Te amo demasiado. O el enamorado a su novia, lo mismo: te amo demasiado. Con este ejemplo se entiende todo: comí demasiado, por eso tuve diarrea; dormí demasiado, por eso tengo pereza. Y volviendo a las madres: Te amo demasiado y por eso malogro tu educación. En todos los casos la palabra que se debió emplear fue mucho: te amo mucho, comí mucho, dormí mucho. Los educadores conocen los casos de las madres que aman demasiado a sus hijos y por eso los sobreprotegen y los convierten en seres débiles y pusilánimes.
Tercer caso: el verbo evidenciar. Da risa oír a los periodistas de televisión que solo parecen conocer el verbo evidenciar. Ejemplos: La policía evidenció el crimen, se evidenció la inundación, los investigadores evidenciaron los hechos. Señores, hay sinónimos: ver, conocer, comprobar. Suena tan raro y cómico el uso de este verbo en esas circunstancias.
Cuarto caso: el tan conocido poner o colocar. No les dé miedo decir: la gallina puso huevos, el tipo se puso colorado. Y por favor no diga: el tipo se colocó colorado, el atardecer se colocó rojo. Muchas personas utilizan constantemente el verbo colocar, cuando realmente es poner. La Academia dice que colocar tiene 5 significados mientras que poner tiene 40.
Quinto caso: el que galicado. Es una típica trasposición al castellano de una expresión sa compuesta por el verbo ser y el que relativo. Este error es muy común, “demasiado” común. Ejemplos: Allí es que vive, en ese barrio fue que lo vi, en Bogotá fue que nos encontramos, así es que se hace, hablando es que se entiende la gente. Lo correcto es: Allí vive o allí es donde vive; en ese barrio fue donde lo vi, o en ese barrio lo vi; en Bogotá nos encontramos o en Bogotá fue donde nos encontramos; así es cómo se hace; hablando se entiende la gente. En este error caen escritores tan famosos como García Márquez y Gustavo Álvarez Gardeazábal, lo que no les resta en absoluto reputación. Si alguno los acusa podrían defenderse diciendo: El sol también tiene manchas pero no dan sombra.
Sexto caso: el tan conocido y repudiable uso que hacen los locutores deportivos del verbo recepcionar en vez de recibir. Parecería que se sienten mejor diciendo: el jugador recepcionó el balón en vez de decir, recibió el balón. Qué horrible sonó esta noticia: El poeta venezolano recepcionó el premio Príncipe de Asturias. Querido comunicador, no sea ignorante, se dice: recibió el premio.
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Como demócrata, como hombre libre, como periodista y como católico protesto enérgicamente contra los abusos infames del régimen de Ortega en Nicaragua y en especial por los atropellos cometidos contra los jesuitas, su universidad y contra la Iglesia católica.
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ANDRÉS HURTADO GARCÍA