Condiciones de equidad y respeto por las personas y sus derechos laborales con igualdad de oportunidades son objetivos que se han venido buscando en el país desde las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado.
La forma de trabajar se ha ido adecuando a los cambios del mundo y la sociedad. En una época fue la relación amo-esclavo; en otra, la explotación; en el mundo moderno, la internacionalización de la economía, disminuir la informalidad y hacer que cada vez más individuos accedan a una pensión, y recientemente, acomodarse al trabajo con nuevas tecnologías y a través de plataformas: el trabajo digital.
En momentos en que está por iniciarse la discusión de la reforma laboral presentada por el Gobierno Nacional a las cámaras legislativas, la Contraloría General de la República (CGR) hace un llamado especial a estudiarla con responsabilidad, profundidad y serenidad, dado su alcance específico de regular las relaciones de derecho individual y colectivo del sector privado, así como las relaciones de derecho colectivo del sector público.
La reforma laboral y las demás que en este momento se están tramitando en el Congreso de la República deben analizarse en un clima de calma y mesura, encontrando puntos de convergencia. No le conviene al país un escenario de polarización.
Es importante lograr una visión integral de las reformas de la protección social (salud, pensional y laboral) que permita analizar sus efectos fiscales en conjunto y la sostenibilidad financiera de estas. De sus impactos, por ejemplo, en el pago de impuestos y aportes a la seguridad social se cimientan muchas de las posibilidades de viabilidad de las otras.
En este contexto hacemos un llamado a revisar, especialmente en el sector público, las desiguales condiciones de garantías laborales y de protección social de las personas vinculadas a través de contratos de prestación de servicios y que se busca solucionar con la formalización de la planta, la que amerita una necesaria evaluación del personal que requiere el Estado para cumplir sus funciones y necesidades, sin dejarlos de lado.
Vale la pena mencionar la importancia del Sistema Nacional de Cualificaciones en la alineación de la educación y formación con las necesidades productivas y sociales que requiere el país, en aras de contribuir al cierre de brechas de capital humano y a una mayor productividad empresarial.
Articulados con la estrategia institucional, vamos a fortalecer los estudios sectoriales y las evaluaciones de políticas públicas, cuyo objetivo está encaminado al ejercicio de un control fiscal que incluya el análisis de los planes y programas gubernamentales, para lograr que la gestión pública y las inversiones alcancen sus objetivos en beneficio de los ciudadanos.
En la CGR observamos la necesidad de fortalecer el Ministerio del Trabajo en su labor de vigilancia y control para mejorar la garantía de derechos laborales. La entidad no cuenta, por ejemplo, con suficientes inspectores de trabajo para lograr efectividad en la fiscalización de las regulaciones.
Además, debe apoyar su gestión mediante el uso de plataformas informáticas más robustas, implementar mejores controles a través de los contratos de manejo de los fondos con las fiduciarias y poder realizar la contratación de las interventorías para el control y la vigilancia de dichos recursos.
Estas reflexiones y las de especialistas en el tema, la academia, los políticos, gremios y sindicatos son escuchadas por la CGR, con el ánimo de proveer herramientas propositivas a la discusión de la reforma. Es un aporte de la entidad, que viene realizando foros sobre temas interés en el marco de su centenario, porque defender juntos los recursos públicos tiene sentido.
CARLOS HERNÁN RODRÍGUEZ BECERRA
Contralor general de la República