Un divertido video meme se está volviendo cada vez más viral: una persona baila sincronizadamente junto a un robot, acompañado de la frase: "Yo y ChatGPT celebrando mi ascenso".
Una imagen que, según el informe 'Future of Jobs Report 2025', del Foro Económico Mundial, publicado hace pocos días, está muy cerca de convertirse en una realidad universal. Se espera que para 2030, el 50 por ciento de los trabajos que hoy realizan las personas sean automatizados o reemplazados por inteligencia artificial (IA) y que la asignación de proyectos colaborativos entre empleados humanos y la IA crezca aceleradamente, "permitiendo que humanos y máquinas sean más productivos, desempeñando tareas de mayor valor en menor tiempo".
Curiosamente, y en contracorriente de los pronósticos catastróficos sobre empleabilidad, el informe también revela que el saldo neto entre empleos que desaparecerán y los nuevos que se crearán será positivo: 78 millones de nuevos puestos de trabajo, en los próximos cinco años. Una oportunidad histórica.
Es urgente, entonces, que los currículos académicos y vocacionales no solo prioricen áreas STEM, sino que también den relevancia a las habilidades para la vida.
En esta nueva era de trabajo colaborativo con máquinas, la inteligencia humana tiene un valor impresionante. Según la encuesta realizada a más de 1.000 líderes empresariales mundiales, las "power skills" –resiliencia, flexibilidad, liderazgo, empatía, escucha activa, comunicación efectiva y actitud de servicio– serán las más valoradas, sustituyendo a las habilidades técnicas y físicas. Además, capacidades como el pensamiento crítico y creativo, junto con la alfabetización tecnológica y la apropiación de herramientas como IA y big data, serán tan esenciales como lo es hoy saber inglés.
Es urgente, entonces, que los currículos académicos y vocacionales no solo prioricen áreas STEM, sino que también den relevancia a las habilidades para la vida; pensamiento crítico, para discernir; y creatividad, para innovar; y que las personas estemos dispuestas a aprender a lo largo de la vida.
Muy pronto, los robots dejarán de percibirse como ciencia ficción y estarán presentes en nuestras empresas, calles, campos y hogares; y es necesario que reconozcamos la importancia de la pedagogía, especialmente de los programas de reskilling (recapacitación) y upskilling (perfeccionamiento), para que las personas de todas las edades puedan adaptarse a esta transformación.