Valiente es Dialogar (VED) es una plataforma que logra congregar a personas que normalmente no se juntarían para escucharse entre sí. Reúne a líderes con reconocimiento, experiencia, capacidad de incidencia y voluntad, a los que los une el propósito común de construir país. Su riqueza está, precisamente, en la diversidad de voces y visiones que es capaz de juntar en materia de regiones, sectores y actores.
El secreto de Valiente es Dialogar está en la metodología que utiliza, capaz de crear oportunidades para la construcción de confianza y la transformación de las relaciones, gracias a que apela simultáneamente a la razón y a la emoción. La comunicación y la interacción ocurren periódicamente en encuentros tanto virtuales como presenciales, donde la escucha va más allá de dejar hablar al otro, y se conecta con el corazón, logrando superar prejuicios y estigmas para que cada uno vea en el otro a un ser humano, incluso cuando venga de orillas diferentes.
Lo más valioso de Valiente es Dialogar es que se ha convertido en un espacio seguro, en el cual sus integrantes se sienten tranquilos para alzar la voz y expresar lo que viven, sienten y piensan. Cabe resaltar que la participación allí ocurre a título personal, así que quien habla es la persona y no a quien esta representa. Asimismo, se ha convertido en un espacio donde es posible explorar y atravesar con respeto el desacuerdo, con el único propósito de ampliar la comprensión de las realidades nacionales, sin pretender convencer al otro ni cambiar su forma de pensar.
Plataformas como Valiente es Dialogar son de especial relevancia para inspirar el encuentro entre distintos, tan necesario hoy en otros escenarios.
Es claro que, para comprender situaciones complejas como la nuestra, se necesita ver la taza desde todos los ángulos y ampliar la perspectiva para observar simultáneamente tanto el árbol como el bosque. Uno de los integrantes de VED dijo alguna vez que “una cosa es cómo se ven los cultivos ilícitos desde el satélite, y otra muy distinta es cómo se ven desde el territorio”. Lo mismo ocurre en todos los asuntos de interés nacional: si uno se limita a la perspectiva de su zona de confort, la comprensión de aquellos queda, sin duda, coja.
A quienes nos preocupan los temas de interés público nos cabe la responsabilidad de pasar de la escucha, el reconocimiento del otro y la empatía a la inclusión de otras visiones en el discurso propio.
Valiente es Dialogar tiene una agenda temática de seis puntos: 1) El freno de la violencia, defensa y respeto de la vida; 2) el reconocimiento de nuestra diversidad cultural y riqueza en biodiversidad; 3) la recuperación del campo; 4) el respeto, la inclusión y la dignidad de todos los excluidos económica, social o humanamente; 5) el manejo integral de la problemática del narcotráfico y las economías ilícitas, y 6) la necesidad de profundizar nuestra democracia y activar la participación ciudadana de manera efectiva.
Este es un proceso en constante construcción y adaptación donde, además de despertar interés por la escucha, se siembran capacidades de diálogo y se tienden puentes. Gracias a la conversación se identifican los consensos y disensos, y, en ese camino, las personas se dan cuenta de que es más lo que las une que lo que las separa, y que la diferencia, en lugar de ser una trinchera, es una riqueza donde puede florecer el poder de la creatividad colectiva para construir país.
En momentos como este, cuando muchos puentes se han roto, y el diálogo y la construcción de confianza cobran tanta importancia, plataformas como Valiente es Dialogar son de especial relevancia para inspirar el encuentro entre distintos, tan necesario hoy en otros escenarios. No olvidemos, tal y como lo entiende VED, que “el diálogo social le resta oxígeno a la violencia en una democracia”.
JULIANA MEJÍA