Miles marcharon; la mayoría, mujeres

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Según los sabios fue una aplastante derrota política del petrismo, un penoso funeral para la constituyente, mil censuras al derroche y un rechazo a la burda persecución al expresidente Álvaro Uribe.

Aleluya: victoriosa marcha nacional antigobierno petrista. Vimos marchando a gentes de todas las clases económicas. Bravo. Las ‘batas blancas’, o sea, el cuerpo médico, paramédicos, enfermeras y servidores de la salud, marcharon y muy aplaudidos. Aleluya: miles y miles de mujeres caminaron en tono protesta. Allí, mi pareja, Liliana Arango, solidaria con sus colegas médicos y con los burlados seis millones de afiliados a Colsanitas.

El Presidente se pifió porque a su extenso trino analizando la marcha le incrustó unos vainazos innecesarios. Punto.

Buenas buenas: terminada la marcha pasaron al comedor del Palacio presidencial el presidente Petro, la familia Alcocer, sus familiares, cinco primos de Zipaquirá y cuatro ministros. Menú: churrasco, tamales de Sincelejo, langostinos, plátano frito. Postre: quesos del Sinú, cocadas, natillas y café doble, y brindaron por la marcha próxima, por los electrocutados Sacco & Vanzetti, por los sindicalistas perseguidos. Punto.

Viene la marcha sindical, ojalá no transporten a Bogotá y Cali indígenas del Cauca, pierden imagen. Será suficiente con los sindicatos oficiales, más el Sena, el Acueducto y el poderoso Fecode. Fiesta sindical. Ojalá allí denuncien la sucia compra de 50 camiones para La Guajira, al parecer a precios dobleteados, que compraron a minicomerciantes guajiros ganándose ocho mil millones en 53 días.

Marcha del primero de mayo, en la tarima queremos ver al presidente Petro debatiendo temas sociales con Jorge Enrique Robledo o con María Fernando Cabal y un sindicalista. Es lo democrático darle 15 minutos a cada uno.

Y el M-19 ejecutó al sindicalista José Raquel Mercado. “Maten ese negro servil de las oligarquías”. Lo mataron cerca de El Campín. Buenas buenas.