En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

El héroe de la película

¿Gustavo Petro, Luis Almagro o Humberto de la Calle?

Alt thumbnail

PERIODISTA BLU RADIOActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Quien llora es consolado, quien se lamenta es atendido, los que sufren son apoyados. Empatía que saben explotar las personalidades ególatras y narcisistas, cuyo rasgo característico es hacerse la víctima, culpar a otros de sus males, atribuir responsabilidades a los demás, acusar a terceros para salvaguardar su imagen y reforzar sus aires de grandeza. En una palabra: hacerse la víctima para seguir siendo los héroes de sus películas.
Obsesión casi delirante por interpretar casi todo como algo intencional que busca dañarlos, no por un trastorno paranoico, sino como parte de una estrategia para ejercer control sobre los demás. Hábil estrategia de comunicación que parece haber utilizado Gustavo Petro sobre el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro.
En medio del asedio de sectores afines al gobierno al Palacio de Justicia —donde magistrados y funcionarios estuvieron encerrados por más de cinco horas— y en pleno movimiento callejero para que la Sala Plena de la Corte eligiera Fiscal, el primer mandatario logró lo que parecía imposible en semejante vendaval: hacerse la víctima y obtener el respaldo oficial de la Organización de Estados Americanos.
Hazaña mediática que pasará a la historia por haber logrado un comunicado de la OEA que endosa la teoría presidencial de la ruptura institucional y avala la tesis de que a Petro intentan tumbarlo. Victimización que no compró el senador Humberto de la Calle, quien le quitó la máscara al supuesto mártir y dejó como un cuero a Almagro: “Difícil dibujar un cuadro más equivocado y distante de la realidad colombiana. Usted optó por la vía fácil de alejarse de la verdad creyendo cumplir así́ su tarea en la OEA…usted tenía la mínima obligación de escuchar otras fuentes para no caer en este lamentable desacierto”.
Traspié del secretario general de la OEA que deja muchas preguntas en el aire: ¿víctima o victimario?, ¿defendiendo la democracia o defendiendo a Petro?, ¿comprometido con la libertad de expresión o tejiendo cortinas de humo para favorecerlo?, ¿actor imparcial o instrumento de presión política?, ¿evitando baños de sangre o contribuyendo a caldear más los ánimos?, ¿dueño de información clasificada o tomando partido de forma precipitada?
Victimizarse ha sido la mejor arma de Gustavo Petro para sobrevivir en el poder y no pasar a la historia como un gobernante incompetente o de pobrísimos resultados. En la Alcaldía de Bogotá le funcionó muy bien y se pasó días echando discursos contra lo divino y lo humano. Ahora vuelve a hacer lo mismo, vendiendo el cuento de que es víctima del establecimiento, enarbolando teorías conspirativas de que quieren tumbarlo, achacándoles la culpa a la oligarquía, las instituciones, la prensa, el imperio americano, los israelíes, la Fiscalía, las cortes, la inflación, las empresas, los ministros y subalternos.
Todos son culpables menos él; victimizándose eternamente para ejercer control sobre los demás, hipnotizando con su llanto a hombres de tanta cancha como el secretario general de la Organización de Estados Americanos.
PAOLA OCHOA
En X: @PaolaOchoaAmaya

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.