¡Por fin! Luego de cuatro sesiones de discusión, acusaciones mutuas de grueso calibre y lluvias de proposiciones, la plenaria de la Cámara aprobó en el tercero de cuatro debates la iniciativa que establece condiciones más rigurosas para que los congresistas expresen sus conflictos de interés.
La idea del proyecto de ley, que salió de la mesa anticorrupción, es crear algunas obligaciones adicionales para los legisladores y regular su régimen de conflictos de interés, para lo cual se propone que haya un "libro de registro de intereses" en el que se consignen diferentes actividades "privadas" de los congresistas y sus parientes.
La iniciativa se había prestado para todo tipo de polémicas, luego de que algunos congresistas se opusieran a aprobar el artículo 2 que los obligaba a relacionar las actividades y participación accionarias y en sociedades comerciales de sus familiares.
Los parlamentarios alegaban que se estaba violando el derecho a la privacidad de sus parientes.
Al final la discusión se subsanó con una aclaración que indica que, si bien se deben relacionar las actividades de los familiares, no es necesario especificar el nombre del pariente.
¿Qué plantea el proyecto para los congresistas?
1. En la Secretaría General de cada una de las Cámaras se llevará un libro de registro de intereses, en el que los congresistas y consignarán la información relacionada con su actividad privada y la de su cónyuge o compañero permanente y parientes hasta el segundo grado de consanguinidad, segundo de afinidad y primero civil.
2. El registro estará digitalizado sistematizado y será de fácil consulta y .
3. Una relación de los intereses privados de su cónyuge o compañero permanente y parientes hasta el segundo grado de consanguinidad, segundo de afinidad y primero civil en la que se incluirá la participación en sociedades anónimas o de responsabilidades limitadas y similares. Sin embargo, no es necesario que especifiquen el nombre de su pariente ni el grado de afinidad.
Oposición en desacuerdo
Desde la oposición, la representante Juanita Goebertus, si bien reconoció un avance en que se haya avanzado en la aprobación de la norma, reprochó que se haya reducido el grado consanguinidad hasta el cual debe los congresos manifestar sus conflictos de interés.
Según dijo la representante, inicialmente se contemplaba hasta el cuadro grado de consanguinidad (tíos y primos), finalmente quedó sólo hasta el segundo grado (hijos y padres).
"Hay un avance en que se registren los intereses de algunos familiares, pero a un costo muy alto: Ahora los congresistas no tienen que declararse impedidos por los intereses económicos de tíos y primos, ni de sus financiadores", explicó Goebertus.
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