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Análisis
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La tormenta en el gabinete tras aterrizaje de Armando Benedetti en la Casa de Nariño
Ocho ministros y dos de los senadores más influyentes del Pacto cuestionan nombramiento como asesor. Su llegada estaría relacionada con la campaña.
Laura Sarabia (i), el presidente Gustavo Petro (c) y Armando Benedetti (d) se reunieron en la Casa de Nariño el pasado lunes. Foto: Cortesía
Armando Benedetti armó una nueva tormenta política en la Casa de Nariño. Esta vez, incluso, provocó un conato de rebelión de ministros, entre ellos varios de los considerados petristas ‘purasangre’ y más radicales en el gabinete.
Tras 10 meses como embajador ante la FAO en Roma (Italia) –esa misión fue reactivada a su medida después de varios años vacante, y le costó al país más de 1.000 millones de pesos–, el 25 de noviembre en la tarde arribó a la Casa de Nariño para entregar su carta de renuncia y presentarse como nuevo asesor político de la Presidencia. Ese mismo día se reunió con el jefe de Estado y Laura Sarabia, directora del Dapre, quien años atrás trabajó para Benedetti en su UTL. Habló también con los medios, a quienes les dejó claro que llegaba como asesor y tendría oficina en el tercer piso del palacio presidencial, donde está el despacho del mandatario.
Laura Sarabia, directora del Departamento istrativo de la Presidencia de la República de Colombia. Foto:Sergio Acero Yate. EL TIEMPO
24 horas después se apareció por el Congreso, su casa por 20 años, para reunirse con el presidente del Senado, el conservador Efraín Cepeda. Se presentó como el nuevo enlace del Ejecutivo con el Legislativo. Incluso, varias fuentes del Capitolio le confirmaron a este diario que habló como si fuera un ministro del Interior. “Se necesita un poco más de experiencia de relacionamiento con el Congreso, no solamente es de politiquería o mermelada como a veces tontamente se ha dicho”, aseveró el asesor, quien es uno de los hombres que mejor conoce las dinámicas del tejemaneje político en Colombia.
Pero el detrás de cámaras del regreso de Benedetti a Colombia tiene varias puntas y capítulos que podrían tener un alto costo político para el Gobierno y el proyecto progresista, pues el aterrizaje del polémico exsenador al seno del Gobierno no solo causó ruido en el gabinete, también entre las figuras del Pacto Histórico que coinciden en que una persona tan cuestionada, con siete investigaciones en la Corte Suprema de Justicia y una denuncia por maltrato intrafamiliar en España, no puede hacer parte de un proyecto que supuestamente busca el cambio en las viejas costumbres políticas del país.
El lunes, el día que se hacen los consejos de ministros en el palacio presidencial, hubo una rebelión que no se había visto en los dos años de gobierno. El último intento de sublevación fue cuando Alejandro Gaviria y Cecilia López se opusieron a la reforma de la salud, pero ellos no eran del alma del proyecto político petrista y terminaron descabezados.
Según fuentes de la Casa de Nariño, Gustavo Bolívar (Prosperidad Social) y Alexander López (Planeación Nacional) lideraron la rebelión de la que hicieron parte Gloria Inés Ramírez (Trabajo), Daniel Rojas (Educación), Andrés Camacho (Minas), Iván Velásquez (Defensa), Francia Márquez (Igualdad) y Luz María Múnera (Regiones). Uno de los asistentes le dijo a este diario que el objetivo era tener claro el rol de Benedetti en la Casa de Nariño.
En Palacio dicen que el presidente Petro aclaró lo que tenía que aclarar y que se resolvieron todas las dudas. Pero los ruidos siguen. También en La Giralda, la sede del Mininterior, donde al titular, Juan Fernando Cristo, le apareció una incómoda sombra en su trabajo con el Legislativo.
No solo fueron los ministros. Dos de las caras más visibles del Pacto Histórico cuestionaron el nombramiento. “Hoy nuestra mayor responsabilidad es cuidar el proyecto político progresista. Un proyecto en el que hemos puesto nuestro corazón y vidas. Un proyecto que tiene historia, principios y legitimidad”, afirmó la senadora María José Pizarro.
El presidente Gustavo Petro y Armando Benedetti. Foto:Redes sociales
“Expreso mi respaldo a las ministras y los ministros de nuestro gobierno que piden una reflexión crítica sobre la llegada de Armando Benedetti. Existe una serie de hechos que cuestionan severamente la compatibilidad de esa decisión con nuestro proyecto político”, dijo el senador Iván Cepeda.
No es la primera vez que Benedetti arma un revuelo de este tipo. En junio del 2023 se reveló una explosiva conversación entre él, entonces embajador en Caracas, y Sarabia, por esos días jefa de gabinete, en la cual el exsenador dijo que consiguió 15.000 millones de pesos para la campaña y expresaba su molestia por estar en Venezuela. “No es amenaza, porque tú me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura”, se le escucha decir. El presidente Petro los tuvo que sacar a los dos del Gobierno, aunque no tardó en reencaucharlos.
Para el analista político Gabriel Cifuentes, la vigencia de Benedetti tiene un alto costo político que no se puede normalizar. “La reflexión y la crítica parece haber abandonado el ejercicio de la política. Defender la llegada de Benedetti no tiene presentación. Hacen bien funcionarios al exigir respuestas y hacen mal quienes de manera ciega y sin importar el costo normalizan lo sucedido”, opinó.
El aterrizaje de Benedetti, quien tendrá un sueldo básico de 14 millones de pesos pero que podría ascender hasta 30 millones por primas, también podría tener efectos en el ala moderada del gabinete.
No es un secreto que la relación entre el asesor y Sarabia es casi inexistente después de la filtración de esos audios y, según se comenta, Benedetti estaría detrás del escándalo de la exniñera del hijo de la directora del Dapre, señalada de haber robado a su exjefa y quien fue sometida al polígrafo.
El presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia (izquierda) y Armando Benedetti (derecha). Foto:Cortesía
“Lo que pienso y siento sobre el regreso de Benedetti se lo manifesté al Presidente en privado y quedará en esa conversación”, dijo Sarabia en entrevista con EL TIEMPO.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien ha logrado sostener una relación con el Congreso que no se veía desde el inicio del Gobierno, cuando funcionaba la poderosa coalición, también habría salido molesto. Si bien hace 10 años jugaba tenis con Benedetti, hoy hay distancia entre ambos.
La gran duda es qué puede aportar una persona tan cuestionada al Gobierno. Si bien se viene la recta final de una legislatura en la que se espera sacar adelante al menos 7 grandes reformas, todo parece estar bajo control por ahora.
“Llega con un rol que ya cumplen Cristo, Sarabia y los enlaces que tenía el Gobierno con los congresistas. Entra potencialmente a negociar con sectores a los que quizás ni el mismo Cristo pudo haber llegado por ser ministro del Interior y con sectores más transaccionalistas”, opinó el politólogo Alejandro Chala.
Clave en el triunfo de la campaña del 2022, Benedetti sabe que no es una ficha fácil de apartar para Gustavo Petro, de quien fue colega por años en el Congreso. “El precio del silencio. No solo se trata de los millones de pesos que ganará como asesor de Petro, sino el poder que tiene Benedetti sobre el Gobierno y sus congresistas”, afirmó la senadora María Fernanda Cabal.
El exembajador Armando Benedetti fue acusado de presunto maltrato familiar contra su esposa. Foto:
Una fuente del alto Gobierno le aseguró a este diario que más allá de esos rumores, el presidente Petro necesita a Benedetti cerca “ante la posibilidad de perder las elecciones en 2026”.
Según la fuente, en el proyecto de izquierda no hay una persona con la capacidad de organizar la apuesta política cuando ya los partidos tradicionales comienzan a alinearse para recuperar el poder. ¿Será capaz Benedetti de volver a aceitar para el que sea el candidato del Pacto Histórico la maquinaria electoral que llevó a Petro al poder hace dos años largos? La sombra de las investigaciones por corrupción que avanzan en la Corte, en las que incluso se han analizado órdenes de captura, podría atravesársele en el camino.