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‘La política exterior con enfoque de género no riñe con el feminismo’: Diana Parra
La Cancillería nombró a Parra como asesora para la igualdad de género. Entrevista.
Diana Parra es la encargada de la puesta en marcha de la primera política exterior con enfoque de género de Colombia. Foto: Cancillería / EL TIEMPO
Implementar una política exterior con enfoque de género – y no únicamente feminista – es uno de los objetivos que tiene la Cancillería en los próximos años. Así quedó establecido en el Plan Nacional de Desarrollo
Tras la salida de la exviceministra de Asuntos Multilaterales Laura Gil, quien se había encargado de liderar esta iniciativa, en el Ministerio optaron por nombrar a una asesora experta en temas de género para apoyar a la actual viceministra Elizabeth Taylor en este sentido.
A ese cargo llegó Diana María Parra Romero, quien se posesionó la semana pasada como asesora para la igualdad de género en la Cancillería. Su misión principal es poner en marcha de la primera política exterior con enfoque de género de Colombia.
Parra es magister en estudios políticos, especialista en estudios feministas y de género y profesional en psicología. Hasta hace poco, ocupaba el cargo de subsecretaria de Cuidado y Políticas de Igualdad en la Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá.
La nueva asesora habló con EL TIEMPO sobre el reto que esto implica, la estrategia que planea sacar adelante y los aspectos en los que ya se ha avanzado.
¿Cuál será su rol dentro de la Cancillería?
Llego a ser la primera asesora en asuntos de género y política exterior, que fue como quedó en el Plan Nacional de Desarrollo en el artículo 4 como un eje transversal, lo cual es histórico. Nunca había habido en la Cancillería una asesora pegada al despacho del señor ministro y que trabaja de la mano con la señora viceministra para los asuntos de género y por supuesto, nunca antes en este país se había dialogado sobre una política exterior con enfoque de género. Eso es histórico, es una deuda que el país y el Estado colombiano tenía con las mujeres.
Me llamaron a hacer la tarea y como le digo yo siempre a todas las organizaciones de mujeres, a las colegas feministas: para eso estamos. Hay feministas que se dedican a la academia, hay feministas que se dedican al activismo desde otros lugares y hay feministas que entendemos que el Estado es un lugar donde se pueden transformar estructuras también.
Esto implica un reto porque es un momento histórico, hay voluntad política, hay respaldo del alto nivel y lo puedo decir de forma directa: esto es un legado que el señor Canciller quiere dejarle a la Cancillería y al país. Quiere que sea también una política estable.
Diana Parra, asesora en temas de género para la Cancillería. Foto:Cancillería
Es un reto grande crear una política en este sentido. ¿Cómo lo va a lograr?
Lo primero es que esta política tiene que, como todas las políticas feministas del mundo, responder a una problemática estructural que tiene nuestro país: la desigualdad estructural que sufrimos las mujeres.
Los diferentes ejes temáticos los queremos trabajar de la mano de las mujeres porque soy una convencida de que lo que se construye en colectivo, se defienden colectivo y los derechos de las mujeres tenemos que construirlos de forma colectiva, institucionalizarlos y sobretodo trabajarlos en conjunto con las organizaciones y las mujeres.
Eso lo único que permite es generar avances que no se caigan en un gobierno siguiente, sino que perduren y de eso se trata. El reto es grande porque esto se va construir desde cero, pero a mí me encanta innovar y tengo experiencia en eso.
Nunca antes en este país se había dialogado sobre una política exterior con enfoque de género. Eso es histórico, es una deuda que el país y el Estado colombiano tenía con las mujeres.
Vengo de trabajar en la Secretaría de la Mujer, de montar el primer sistema distrital de cuidado de Latinoamérica que nace desde el territorio y siempre he estado en los momentos de arranque de grandes estrategias, de pensarnos herramientas y mecanismos que permitan avanzar en los derechos humanos de las mujeres.
Aquí habrá una particularidad y es que no solamente vamos a trabajar desde una perspectiva feminista, que por supuesto pone una posición crítica, sino vamos a trabajar desde un enfoque de género que nos permite mantener esa posición crítica que tiene el feminismo, pero a su vez poder incorporar otro tipo de poblaciones que también han sido discriminadas como las personas LGBTQ+ y eso es fundamental.
En eso nuestra política exterior va a tener un hito distinto a otras políticas del mundo donde se centran principalmente en los derechos de las mujeres, por supuesto ese va a ser el gran corte de nuestra política, pero también pensando en esas otras desigualdades que se dan por razones de género.
Es decir que no solo se enfocarán en las mujeres...
Nuestro accionar será un poco más amplio: trabajamos principalmente con las mujeres, pero también con las personas LGBTIQ+ y eso es fundamental para tener una conversación mucho más amplia y empezar a dar directrices. No debería volvernos a pasar que Colombia firme tratados que son antiderechos y que van en contra de los derechos de las mujeres o incluso en contra de los derechos de las personas LGBTIQ+ o que promueven formas de discriminación y de violencias. Ahí no deberíamos estar. Pero es parte del ejercicio que debe ser gradual y sistemática.
La resolución fue aprobada por el Ministerio de Justicia del Gobierno Foto:EFE/ Miguel Gutierrez
Inicialmente se había dicho que la política exterior sería feminista, pero en el PND quedó sin esa palabra y se reemplazó por enfoque de género. ¿Por qué?
Ambas cosas no riñen. El enfoque de género nace desde los estudios feministas. Yo hice una especialización en estudios feministas y de género, eso no riñe. Son complementarios.
La conversación no debería centrarse en si es feminista o si es enfoque de género porque pareciera que las ponemos a reñir y la verdad es que no lo hacen. Eso hay que entenderlo en el marco de los estudios de género y la comprensión del cuerpo teórico feminista, pues se entiende que son complementarios.
Ahora bien, no podemos desconocer que esto no había pasado nunca en Colombia: ningún gobierno colombiano, en ningún momento de nuestra historia, había hablado de tener una política exterior que incorporara el enfoque de género. Es un hito histórico y lo que tenemos que hacer acá es un ejercicio juicioso, riguroso, técnico e institucionalizar esa política exterior con enfoque de género, porque lo peor que podríamos hacer es volverla política de una persona, eso riñe contra toda lógica feminista en términos reales.
Quienes hemos trabajado por los derechos humanos, de las mujeres y de las personas LGBTI entendemos que no son temas personales, estos tienen que ser temas institucionales que atraviesen las estructuras del Estado que se mantengan, persistan y transforman.
#NoticiaDeLaSemana 🗞️ | El Canciller posesionó a Diana María Parra como asesora para la igualdad de género y la puesta en marcha de la primera Política Exterior con enfoque de género de Colombia
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) June 10, 2023
¿Cuál es la diferencia entre la perspectiva feminista y la otra con enfoque de género?
Una perspectiva feminista es crítica, busca acabar con el sistema patriarcal que existe y el enfoque de género no riñe con eso, al contrario, el enfoque de género es lo que se busca incorporar a través de sus mecanismos, que son las políticas feministas.
Por un lado, este país lleva muchos años reivindicando la importancia de incorporar el enfoque de género y han pasado muchos sucesos nacionales cuando se ha hablado de esto. En un momento se satanizó el enfoque. ¿Por qué hablar de esto? Para seguir en la línea discursiva que no podemos permitir que se vuelva a satanizar.
Por otro lado, el enfoque de género permite tener una perspectiva que sigue manteniendo el criticismo del enfoque feminista - que permite seguir luchando contra esas estructuras patriarcales - pero también otorga metodologías para poder abarcar poblaciones que muchas veces son feminizadas y las dejamos de lado. Entonces, ¿cuál es el sujeto político del feminismo? Las mujeres. Esta Cancillería, este Gobierno y el Estado colombiano tiene que trabajar por las mujeres, pero también por las personas LGBTIQ+ y demás y por eso estamos hablando de política exterior con enfoque de género.
¿A qué es lo primero que le van a apostar?
Lo primero es trazar las líneas estrategias de lo que será la política exterior feminista. Tenemos que tener la hoja de ruta clara para poder tener una incidencia continua y que genere transformaciones. A veces uno sale a la ligera pero sin una hoja de ruta clara se agota la gasolina.
¿Qué se encontró al llegar al Ministerio? ¿Se ha avanzado en algo?
Ya estamos adheridos a la Red Iberoamericana de Mujeres Mediadoras; a la alianza global por los cuidados; estamos participando en el Core Group LGBTI de la Organización de las Naciones Unidas. Eso ya lo hacíamos, pero nuestra presencia va a ser mucho más fuerte; ya hicimos el ingreso a la Alianza Internacional sobre la iniciativa para prevenir la violencia sexual en los conflictos; tenemos un puesto en la junta directiva del fondo de organizaciones de mujeres y feministas de la CEPAL. Hicimos el ingreso a la Alianza de movimientos feministas. Ya se han hecho avances estratégicos de pertenecer a ciertos mecanismos, instancias y espacios donde antes Colombia no había estado.
¿Este enfoque de género será solo para la política exterior o también se hará algún cambio al interior?
Cancillería Foto:Cancillería
Nuestra política exterior con enfoque de género va a ser una política con un enfoque dual. ¿Qué quiere decir esto? Que va a mirar hacia afuera, pero también hacia dentro. Tenemos que incorporar el enfoque de género en el accionar del Estado en todas nuestras misiones y representaciones a nivel internacional, pero también tenemos que hacer una transformación en clave de género al interior de la Cancillería. Afortunadamente hay voluntad por parte del canciller Leyva, es uno de esos temas prioritarios. Es el primero en decir: Listo. ¿Qué vamos a hacer?
Hay que hacer una transversalización del enfoque del género dentro de la Cancillería en una cosa que es muy técnica, que es el modelo integrado de planeación y gestión. Por ahí tiene que aparecer el enfoque de género: en la planeación, en recursos humanos, en el talento humano e incluso en temas presupuestales. Vamos a ir incidiendo poco a poco porque esto es un proceso.
La diplomacia siempre ha sido masculina, no es algo sólo de Colombia, es del mundo en general. Entonces poder hacer esa transformación al interior de la Cancillería es vital, poder tener unos lineamientos claros para que cualquier dependencia del Ministerio pueda ponerse los lentes de género y hacer análisis de circunstancias, situaciones, acuerdos trabajados, convenios e incluso políticas. Por ahí también tenemos que pasar.
Al exterior, por supuesto, se trata de dar líneas. Entender que una política feminista es un mecanismo para incorporar el enfoque de género en el accionario internacional del Estado. Ese es el reto. Adentro y afuera.
Hablando de estructuras del Estado, la Cancillería está muy quedada en la paridad de género. ¿Cómo lograrán, al interior, hacer esos cambios?
La diplomacia colombiana responde a ese suceso histórico cultural de la diplomacia mundial: para el 2022 solamente el 15% del personal diplomático mundial eran mujeres. Esto no es un tema de este gobierno, no es un tema de esta Cancillería, es un tema histórico que ha estado en la diplomacia internacional.
Yo soy de las que cree que uno logra cambios más estables en el tiempo cuando se hacen de forma gradual. España, por ejemplo, que nos lleva ya un tiempo en la política exterior feminista, estableció unos porcentajes de gradualidad para ir alcanzando las cuotas. Son un buen ejemplo.
Lo otro es que muchas veces tener mujeres no implica que esas mujeres sean garantistas de derechos. No es llenar por llenar. Hay que ir avanzando al interior de la Cancillería, ya hay una directriz y se va a ir haciendo de forma global. Además hay una ley de cuotas en Colombia que dice que es de 30% y nosotros queremos estar un poquito por encima del 50% a nivel interno. Pero a nivel internacional nos toca haciendo gradual para poder generar esos procesos y trabajar con cada una de las misiones.
¿Cuál es el mensaje para las embajadas?
El hombre o mujer que esté sentado en una misión y esté representando a Colombia en un espacio de diálogo de negociación, tiene que saber que está sentado ahí para negociar a favor de los derechos de las mujeres y de las personas LGBTI+. Que si están en un espacio en donde se está dialogando y se están tomando decisiones que van en contra de los derechos de nosotras y de las personas LGBTIQ+, no deberíamos estar siquiera ahí.
Hay un ejemplo divino de Francia. Ellos le han dicho a sus diferentes misiones que ningún embajador se puede sentar en un si solamente hay hombres. Son cosas pequeñas pero son simbólicas, importantes. Esto es un proceso y quiero que eso quede claro. Estas no son transformaciones inmediatas.
Incorporar el enfoque de género pasa por una transformación cultural y hay que hacerlo de forma rigurosa, juiciosa y con un plan de trabajo claro para avanzar. Sabemos que es un camino que estamos abriendo y aquí para adelante esta será una primera versión de la política exterior con enfoque de género, pero el próximo gobierno va a tener que seguir aumentando seguir abriendo ese espacio y seguir caminando hacia esa igualdad a nivel internacional que se refleja a nivel nacional.
Además hay un movimiento en la región en ese sentido...
Sí, hay un movimiento a nivel región y Colombia con esta iniciativa que quedó en el PND. La idea es sumarse a esos países de vanguardia que piensan la igualdad de género afuera de sus fronteras. Esto se va a articular con el Plan de Acción Nacional de la Resolución 1325, que era otra deuda histórica que teníamos como Estado colombiano con las mujeres. Este gobierno del presidente Pedro, esta Cancillería, la Vicepresidencia y la Consejería para la Equidad de las Mujeres, con el apoyo de ONU mujeres, estamos trabajando en ese Plan de Acción Nacional que esperamos tener un listo más o menos hacia el mes de octubre para poderlo presentar.
Eso también habla de la voluntad, de tener y darles a las mujeres y al país acciones concretas. Esto no es escribiendo solamente documentos o conversando, esto es haciendo y teniendo acciones concretas que sean transformadoras y que generen también esa transformación cultural que necesitamos. Es un camino que estamos abriendo y que es fundamental arrancar.