Presidente Petro lanza su propia propuesta de 'días sin IVA' para modificar el proyecto del Centro Democrático que objetó

En la noche de este martes se conoció que el presidente Gustavo Petro objetó el proyecto de ley que instauraba los 'días sin IVA' como un política de Estado. Causó gran polémica, pues era un proyecto que había sido impulsado desde la oposición. Sin embargo, el mandatario insistió en que el proyecto era inconstitucional debido a que no contaba con el beneplácito del Gobierno y la iniciativa de orden fiscal le pertenece exclusivamente al Ejecutivo. 

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Dos días después de distintos intercambios de comentarios, el presidente Petro propuso desde París, ciudad a la que se desplazó para presenciar los Juegos Olímpicos, algunos puntos para hacer viable el proyecto y de esta manera obtener el sí del Gobierno. 

"De acuerdo a la Constitución no pueden existir leyes tributarias sin aval del gobierno nacional", recordó el mandatario, que procedió a lanzar una serie de puntos con los que buscaría modificar el proyecto a un texto más afín a lo planteado por el Ejecutivo. 

"Acordar el primer día sin IVA a todo los bienes alimenticios nacionales, el segundo a todos los bienes alimenticios y de confecciones de textiles y cueros nacionales y tercer día a todos los bienes de la canasta básica familiar nacionales y a los es solares nacionales e importados y vehículos eléctricos nacionales e importados", fue la propuesta que dio el mandatario al Centro Democrático para acoger su proyecto. 

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Desde el primer debate, el Gobierno se opuso al proyecto. El Ministerio de Hacienda hizo énfasis en que no se ha comprobado la efectividad de los 'días sin IVA' y en cambio se ha demostrado el daño fiscal por los recursos que no se ingresan No obstante, sin aval fiscal, el proyecto siguió su trámite y fue aprobado en sus cuatro debates. 

Con la objeción presidencial, el proyecto se devolvió a las plenarias de cada corporación que lo debatió. Allí deben definir si aceptan los llamados de atención del Presidente y ajustan el texto o si en cambio mantienen su propuesta. De optar por la segunda, será la Corte Constitucional la que tenga la última palabra sobre el destino del proyecto. 

Sin embargo, de acoger la propuesta del presidente Petro, se esperaría que el aval fiscal del proyecto fuera concedido y de esta forma se subsanaría este requisito. Sería la forma más fácil de que el proyecto fuera acogido por el Ejecutivo y sancionado.