En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Noticia

Es el 2026, estúpido / Columna de Humberto de La Calle

El talismán de la Constituyente será el eje de la campaña del Pacto Histórico. 

Humberto de La Calle

Humberto de La Calle Foto: Mauricio Moreno El Tiempo

Alt thumbnail

PERIODISTAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Petro solo tiene dos caminos para lograr su Constituyente: aplicar la Constitución actual o recorrer el camino de la agitación permanente. Es claro que si su objetivo fuera tener una Constituyente ahora, ambos caminos conducen al fracaso. El primero por ilegal y el segundo porque ya no tiene la fuerza política que lo llevó a la presidencia.
Pero no hay que equivocarse. Es el 2026 el que está en juego. El talismán de la Constituyente será el eje de la campaña del Pacto Histórico. El slogan será sencillo. ¡Cambio, ahora sí Sin el lastre de la oligarquía y de los poderes constituidos! Bajo ese mantra, Petro logra dos cosas: mitigar el impacto de su falta de realizaciones y reverdecer el motor del cambio generando en sus seguidores una ilusión remasterizada. Y poner en marcha un procedimiento: la agitación permanente mediante cabildos abiertos cuyo sustrato será la añeja idea del poder constituyente primario.
En este caso, el proceso es más valioso para él que el resultado: no se trata de Constituyente ahora. Se trata de mantener su partido en la cabeza del ejecutivo. Este segundo resultado le servirá o no para gobernar. Pero necesita ganar. De modo que lo importante es la parafernalia. Después verá que hace con los escombros.
El problema de fondo es que la noción expuesta por Petro en este mismo diario es la negación de lo que conocemos como democracia liberal: el pueblo informe, sin cortapisas, es el que da las órdenes. Y los poderes constituidos obedecen. Sucede que tras años de evolución, el papel del pueblo en el estado de derecho no es la expresión bruta y burda del poder. También está sujeto a regulaciones. También el mecanismo representativo ordena que coexistan poderes que se controlan unos a otros. También la búsqueda de equilibrios es un valor político y jurídico esencial para la convivencia. Una cosa es la teoría del constituyente primario en el big bang, es decir, en el momento de creación del sistema. Pero de allí en adelante, las más radicales revoluciones son las primeras urgidas en poner un orden. Robespierre.
El inconveniente de la idea del constituyente primario es que, pasada la crisis, se queda sin validación y legitimidad. Petro mismo lo dijo en entrevista aquí: “No es un problema de mayorías, es un problema de fuerza popular”. Y ahí está el meollo del juego. Esos llamados románticos al pueblo en acción permanente, en realidad disfrazan la tónica populista que es hoy el principal riesgo de la democracia. 
Desde Trump hasta Putin. El gran riesgo que se corre es que si Petro pierde terreno, lo gana el otro populismo, que también existe. El populismo de derecha. Y lo hace con el mismo método. El palabrero mayor, montado en los hombros del pueblo, se vende como simple guía, como el marinero que ausculta la mar con su catalejo. Pero en verdad es un oráculo: el pueblo dice por su boca lo que el dueño de la boca quiere. Ese es el truco. En Colombia hemos cometido errores. Somos una sociedad inequitativa. Hay demasiados lamentos. Pero cerrar el camino de la verdadera inclusión y convertir el pluralismo en la voz del caudillo, no es lo que nos garantiza un futuro mejor.
HUMBERTO DE LA CALLE

Sigue toda la información de Política en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales