Una explosión política ha resucitado a varios partidos en los últimos meses. Así es, entonces, como el Movimiento de Salvación Nacional, impulsado por Enrique Gómez Martínez, sobrino del asesinado Álvaro Gómez Hurtado; el Partido Verde Oxígeno, de Ingrid Betancourt; el Nuevo Liberalismo y el Partido Comunista Colombiano han sido los últimos actores que entraron a competir en la arena política para las próximas elecciones presidenciales y legislativas de 2022.
En un primer momento, la Corte Constitucional determinó que el Nuevo Liberalismo, el partido de los asesinados Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, tenía derecho a la personería jurídica. En consideración del CNE, tanto en el caso del secuestro de Ingrid Betancourt como en el del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado se presentaron hechos de violencia a causa del conflicto armado” que imposibilitaron que estos movimientos pudieran seguir el camino político.
Asimismo, se consideró este martes que en el caso del Partido Comunista Colombiano (PCC) se dieron circunstancias similares a las que enfrentó el Nuevo Liberalismo.
¿Qué efectos podría traer en el panorama político electoral?
Como sería lógico imaginar, un mayor pluralismo en la oferta política facilita la entrada de diversos sectores en la arena electoral. Sin embargo, como lo explica Juan Federico Pino, doctor en ciencia política, tener muchos partidos políticos puede terminar debilitando la representación porque a medida que aumenta la oferta política, los electores tienen menos capacidad de identificar las posturas ideológicas de estas instituciones.
“Pasar de 12 partidos a un ámbito de 22 partidos nos vuelve a conducir a un escenario relativamente caótico donde se va perdiendo el compás ideológico en el que sabíamos qué partidos estaban más a la derecha, más a la izquierda o más al centro”, asegura Pino.
Pino coincide con el análisis de Guillermo Henao, quien también opina que los nuevos sectores que surgirán serán muy personalistas y permitirán reencauchar a varias figuras políticas.
Asimismo, explican que, en otro contexto, estas colectividades tendrían que haber negociado con otros partidos si querían entrar a las elecciones. Sin embargo, este escenario les da a los partidos resucitados la oportunidad de desmarcarse de los partidos tradicionales y participar con un letrero propio. El analista Pino aclara que si estos partidos no van en coaliciones, podríamos tener muchos partidos quemados que no van a poder superar el umbral electoral.
Por ahora, el panorama parece ser de alianzas. El Nuevo Liberalismo y Verde Oxígeno reforzarán la contienda en la Coalición Centro Esperanza. El Movimiento de Salvación Nacional está conversando con Colombia Justa Libres, y el Partido Comunista Colombiano no presentará listas al Congreso y apoyará a Gustavo Petro en la consulta del Pacto Histórico.
REDACCIÓN POLÍTICA
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