El debate por el apoyo el Eln y la ‘Segunda Marquetalia’ a la idea de la constituyente del presidente Gustavo Petro

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A mediados de marzo, la dirección nacional del Eln, cuya cara visible es Eliécer Herlinto Chamorro, alias ‘Antonio García’, emitió un comunicado en el que expresó su apoyo a la idea de la constituyente. “El anuncio de una Asamblea Nacional Constituyente lo entendemos como un esfuerzo encaminado a la democratización y construcción del buen vivir para todas y todos”, manifestó el grupo guerrillero.

En ese documento afirman que a través de la mesa de negociación y del proceso de participación de la sociedad que se adelanta en el accidentado proceso de diálogo con el Gobierno es que muestran su apoyo a los “cambios anunciados por el gobierno del Pacto Histórico” y con las demandas “del pueblo colombiano”.

“El proceso constituyente debe convocar realmente al pueblo colombiano, como ejercicio de democracia directa, a las fuerzas populares y democráticas de la Nación, rompiendo los obstáculos que las fuerzas reaccionarias le han impuesto a los cambios”, dijo la guerrilla, que luego plantea la “democratización del sistema político y la recuperación de la maltrecha soberanía”.

Al final del comunicado dan a entender que el proceso de participación en la mesa de diálogo -que esta semana culminará su fase de diseño- tiene como propósito incidir en la iniciativa de la constituyente.

“El proceso de participación de la sociedad en la construcción de las transformaciones para la paz, tiene como propósito confluir en un esfuerzo de esa magnitud, para concretar los cambios estructurales que Colombia necesita”, concluye el grupo armado.

Semanas después, otro grupo armado se refirió a la idea del jefe de Estado. En un video publicado por el diario El País, de España, de algo más de 16 minutos, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, máximo jefe de la ‘Segunda Marquetalia’, manifestó su apoyo a las reformas sociales del Gobierno y a la Asamblea Constituyente.

“En este nuevo momento en que gracias a la divina providencia y a la genial idea de un presidente, soplan vientos constituyentes, despertando la esperanza de las inmensas multitudes, nadie, ninguno ni ninguna, debe quedarse de brazos cruzados. Levantémonos todos a reorganizar las instituciones para que sean más justas e incluyentes. (...) Vamos a rescatar la majestuosidad del constituyente primario, que es el pueblo. Él es la legítima autoridad”, señaló el jefe guerrillero, uno de los firmantes del acuerdo de paz de 2016 que desertó para crear una nueva organización criminal. 

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Para Gustavo Duncan, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad EAFIT y columnista de EL TIEMPO, esas declaraciones tienen dos lecturas. Por un lado, la intención de estos grupos por incidir en temas estructurales a través de las mesas de diálogo.

“No es correcto que los acuerdos de paz contengan la discusión de una constituyente porque estaría traspasando los márgenes de negociación que la sociedad le da al presidente o al equipo negociador. Además, no creo que el grueso de los colombianos esté de acuerdo con que se discuta la constituyente como condiciona para la paz”, señaló el analista.

Hay que recordar que una puerta que siempre se cerró en La Habana precisamente por las tremendas implicaciones que podría tener para el futuro de Colombia fue la de una Asamblea Nacional Constituyente.

La otra lectura de Duncan es que este respaldo puede ser totalmente contraproducente para la iniciativa del Gobierno. “El hecho de que personajes como ‘Iván Márquez’ o ‘Antonio García’ resplandecen esta idea le resta aún más popularidad a un tema que políticamente cuenta con poco respaldo”, agregó.
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​Gonzalo Araujo, analista política y fundador de la firma Orza, este apoyo puede generar un ambiente de mayor polarización en torno a este asunto.

“Lo que traerá el apoyo y ellos son conscientes de esto, es una mayor radicalización de las partes, una mayor división como sociedad, que es su propósito y mejor escenario, una mayor polarización política y por supuesto, una mayor distracción de los agentes de gobierno”, manifestó el analista.

Araujo considera que este respaldo es, además, una muestra de una “profunda debilidad institucional”. 

“En una sociedad en la que los actores armados como el Eln y la Segunda Marquetalia no honran los compromisos adquiridos en las mesas de negociación y diálogo, lo que demuestra su apoyo a una propuesta sin fundamento político ni legal como la constituyente es una profunda debilidad institucional, y una ausencia de claridad de los gobernantes y la opinión pública. Los grupos armados se burlan de la sociedad, sus instituciones y la ciudadanía al apoyar una idea, repito, sin fundamento legal, constitucional y político, como la constituyente”, concluye.
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Además de las versiones que indican que el excanciller Álvaro Leyva es uno de los 'cerebros' detrás de la particular interpretación del acuerdo de paz de 2016 que daría vía a la idea del presidente de que puede promover una constituyente sin recurrir a las vías que establece la Constitución, también hay hipótesis sobre cómo el proceso de participación derivado de la negociación entre el Gobierno y el Eln tendría el mismo fin.

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El expresidente Álvaro Uribe, durante un conversatorio en la Universidad EAFIT, cuestionó el objetivo del proceso de participación cuando se refería a la idea de la constituyente de Petro. "Eso puede coincidir en el tiempo con el movimiento de masas que quieren hacer con el Eln en su proceso de paz. Eso puede llevar a que con el Eln, en ese movimiento de masas, sin entregar las armas, están presionando una constituyente", señaló el exmandatario.

“Ese ha sido el interés del Gobierno y del Eln desde el día uno, construir un acuerdo de punto final y por eso están pensando en un modelo de Estado totalmente distinto al que tenemos, la mala noticia para ellos es que les guste o no, eso tiene que pasar el Congreso. Y si no quisieran pasar por el Congreso de la República tendrían que hacerlo obligatoriamente a través de una constituyente, seguramente lo que buscan es que haya confrontación para decretar un estado de excepción”, señaló por su parte el senador David Luna, del partido Cambio Radical, luego de que se conoció el borrador del modelo de participación que llegó a la mesa de diálogo.

La respuesta de la delegación de Gobierno ante estas hipótesis ha sido clara. “Nos apegamos a la Constitución. Lo hemos dicho públicamente, tenemos como principio que no se vulneren los principios constitucionales, del Estado de derecho y por supuesto de la división de poderes públicos”, dijo el senador Iván Cepeda luego de las críticas que generó el borrador en los gremios económicos.

REDACCIÓN POLÍTICA