Delegación de Gobierno llama al Eln a frenar acciones que causan 'muerte y destrucción' y pide reanudación de la mesa

En medio de la arremetida violenta del Eln en Arauca y Norte de Santander, la delegación de paz del Gobierno emitió un pronunciamiento en el que llama a la guerrilla a volver a la mesa de diálogo y reafirman su disposición para abordar los temas planteados en la agenda de negociación. En el comunicado, publicado en la mañana de este viernes, también le hacen un llamado a la guerrilla a frenar las acciones violentas que emprendieron desde el final del cese del fuego. 

(Además: ¿Está el Eln ejerciendo presión con los atentados en Arauca para que el Gobierno acepte sus exigencias en la mesa?).

“El pasado 25 de mayo, por primera vez en la historia de los procesos de paz con el Eln se concluyó el primer punto de la agenda de diálogos con la firma del acuerdo n.° 28 en torno a la participación de la sociedad en el proceso. Este trascendental hecho demuestra los avances que ha alcanzado la construcción de un camino hacia la paz con esta organización rebelde”, recuerda la delegación de paz del Gobierno.

Hay que recordar que el encuentro para la firma de dicho acuerdo, que ocurrió en Caracas, fue el último encuentro entre ambas delegaciones. Sin embargo, para hallar el último encuentro formal en un ciclo de negociación hay que remontarse hasta febrero de este año. Desde aquel momento, las crisis en la mesa se han sucedido una tras otra. La más reciente, impulsada por el pedido que el Eln le hizo al Gobierno para que los saquen de la lista de grupos armados organizados (GAO) como condición para la extensión de la tregua.

“El pasado 3 de agosto expiró el término temporal de vigencia del cese del fuego bilateral, nacional y temporal que había durado un año, con efectos positivos para muchas comunidades y territorios. Desde ese momento hasta la fecha, se vienen produciendo acciones bélicas que causan muerte y destrucción en diversos territorios del país, como los departamentos de Arauca y Norte de Santander”, agregan.

La delegación de paz agrega en su comunicado que es fundamental que las partes vuelvan a la mesa de diálogo y llaman a prorrogar “a la mayor brevedad el cese del fuego”. Además, sostiene que tienen la disposición para “abordar los temas planteados en el contexto de estos diálogos de paz”.

(Lea también: En agosto, un atentado cada cinco días contra oleoductos: Eln sigue presionando al Gobierno para lograr ventajas en la mesa de la ‘paz total’).

Esta violenta arremetida ocurre en medio de la pausa más prolongada en la mesa de diálogo desde la reanudación de las conversaciones de paz en noviembre de 2022 y apenas 26 días después de que el cese del fuego entre el Gobierno y la guerrilla llegó a su fin.

Además, llega tras el vencimiento del plazo que el Eln le dio a la istración Petro para que fueran retirados de la lista de grupos armados organizados, punto en el que el Ejecutivo no solo no cedió, sino que dejó claro, a través de las declaraciones del comisionado Otty Patiño, que era una solicitud que dependía del Congreso y que bajo las condiciones actuales era imposible de cumplir.

Para Germán Valencia, del Grupo de Investigación Hegemonía, Guerras y Conflictos del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, este es un claro intento por ejercer presión y buscar que el Gobierno ceda. “Están volviendo a viejas prácticas que se creían superadas para enviar un mensaje y mostrarse. Simbólicamente es muy fuerte porque atacan una actividad económica muy importante para el país y es sin duda un ataque directo a la economía del Estado. Sin embargo, es un muy mal mensaje para la ciudadanía que le apuesta a la paz. El Eln está apagando la paz”, manifestó el académico.

Por su parte, Tatiana Prada, investigadora de conflicto y seguridad de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), la actuación del Eln tiene dos interpretaciones. “Era algo que se esperaba. Un grupo armado en un escenario de diálogo utiliza su capacidad armada para demostrar qué es lo que puede hacer, es decir, para demostrar cuáles son sus capacidades de afectación y de daño. La otra cosa que busca es presionar tanto al Gobierno como a la ciudadanía para que se acceda a avanzar con lo acordado”, manifestó la analista.

CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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