La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la bacteria 'Chlamydia trachomatis' y puede infectar tanto a hombres como a mujeres. Es posible contraer esta enfermedad durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la infección.
De acuerdo con el Instituto de Ciencia e Investigación Ambiental (ESR), las tasas más altas de infección por Chlamydia trachomatis se registran en los jóvenes. Los datos de un estudio que se realizó en Nueva Zelanda, sugieren que a los 38 años, una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres puede adquirir una infección por clamidia al menos una vez.
En general, la clamidia no presenta síntomas por lo que el riesgo de contagio es alto. Si la enfermedad avanza lo suficiente, puede llegar a presentar síntomas varias semanas después de tener relaciones sexuales con una pareja infectada.
Los síntomas en los hombres pueden presentarse como secreción del pene, sensación de ardor al orinar, ardor o picazón alrededor de la abertura del pene y dolor e inflamación en uno o ambos testículos. Por otro lado, una mujer contagiada puede experimentar flujo vaginal anormal -que puede tener un fuerte olor-, sensación de ardor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales.
Según la revista IntraMed, muchas mujeres con clamidia genital también tienen infección rectal. Un metanálisis de 14 estudios, realizado en el Reino Unido, EE. UU., Canadá, Australia y Europa, encontró que, en promedio, el 68% de las mujeres con infección por clamidia genital también eran positivas para la infección rectal.
La única forma de diagnosticar la clamidia es con pruebas de laboratorio. En mujeres, a veces, se utiliza un hisopo de algodón para obtener una muestra de la vagina.
Actualmente, el régimen antibiótico de primera línea recomendado para el tratamiento de la infección por clamidia genital es una dosis única de azitromicina, que es un medicamento bastante eficaz en el 94% de los pacientes.
Un tratamiento alternativo es un ciclo de siete días de doxiciclina, que suele dar resultados positivos en el 97% de los pacientes con infección por clamidia genital.
Es común volver a contraer la infección, por que será necesario realizarse una prueba de nuevo unos tres meses después de finalizar el tratamiento. El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el riesgo de contraer y contagiar la enfermedad.
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