Sin tonterías sobre la cama / Columna de Esther Balac

Siempre es bueno volver a derribar tabúes y desmitificar creencias absurdas que rodean al quehacer de la planta baja, Así que, sin pretender llover sobre mojado, retomemos algunos de ellos.

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Basta ya de tratar el orgasmo femenino como una leyenda urbana. Contrariamente a la creencia popular, no es un mito ni un misterio insondable. Las mujeres podemos y debemos disfrutar del orgasmo tanto como los hombres. Así que dejen de buscar el tesoro perdido y comiencen a prestar atención a las necesidades y deseos de sus parejas. ¡La clave está en la comunicación y la exploración mutua!

¿Por qué es tan difícil hablar abiertamente sobre sexo? ¡Es natural, divertido y necesario! Así que dejemos de lado la vergüenza y el pudor y comencemos a tener conversaciones francas y honestas sobre el aquello, bajo la premisa de que siempre se puede aprender algo nuevo o descubrir que no se está solo en experiencias y preocupaciones.

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Ah, el eterno debate sobre el tamaño del pene. Pero ¿realmente importa tanto como la gente dice? La verdad es que no. Más allá del mito del “tamaño importa”, lo que realmente cuenta es cómo se usa.

Así que no se preocupen por tener el arma más grande en el arsenal. En lugar de eso, enfoquen su energía en aprender habilidades y técnicas para usar esa dotación de la mejor manera; sin duda, eso es mejor que los centímetros que se publicitan sin rigor.

Olvídense de esta idea tan anticuada de que la virginidad es un bien precioso que debe ser guardado bajo llave. Aunque parezca innecesario hablar de esto en los tiempos que corren, lo cierto es que en algunas partes la tal membrana sigue marcando tintas tendencias. Hay que dejarlo claro, la virginidad no define ninguna valía como persona, ni tampoco debería dictar nada en la vida sexual. ¡Así que a liberarse del peso de este tabú! y más bien reclamemos el derecho a explorar y descubrir la sexualidad en nuestros propios términos.

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¿Quién dijo que el sexo es solo para los jóvenes? ¡Nada más lejos de la verdad! El placer y la intimidad no tienen límites de edad.

Así que hay que mantener la chispa encendida y disfrutar de todos los placeres que la cama tiene para ofrecer! ¡Después de todo, la experiencia solo mejora con el tiempo!

En conclusión, es hora de dejar atrás todas estas tonterías y falsas creencias.

Riámonos juntos de estos mitos ridículos y abracemos una visión más positiva, abierta y divertida de la sexualidad. Porque al final del día, la vida es demasiado corta para no disfrutarla plenamente en todos los sentidos.

¡Así que vayan, exploren y diviértanse sin restricciones ni prejuicios! Hasta luego.

ESTHER BALAC

Para EL TIEMPO