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¿Cómo altera el efecto rebote el peso de los niños? Le contamos
El efecto rebote plantea desafíos significativos en la promoción de la salud infantil.
Los profesionales de la salud desempeñan un papel fundamental en la prevención del efecto rebote. Foto: iStock
En la lucha constante contra la obesidad infantil, un fenómeno preocupante ha estado ganando atención: el efecto rebote. El efecto rebote no solo pone en riesgo la salud a largo plazo, sino que también plantea preguntas cruciales sobre la efectividad de las intervenciones para controlar el peso en la infancia.
El efecto rebote, también conocido como 'efecto yo-yo', se refiere a la tendencia de las personas a recuperar el peso perdido después de un período de dieta o restricción alimentaria.
En el caso de los niños, este fenómeno adquiere una dimensión particularmente preocupante, ya que puede tener consecuencias graves para su desarrollo físico y emocional.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos indica que las dietas más comunes en la sociedad son aquellas que se realizan con el fin de perder peso, por salud o por estética.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda abstenerse de realizar cualquier tipo de dieta, sin recomendación de nutricionistas o expertos.
Los niños que experimentan el efecto rebote pueden estar en mayor riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo.
Estudios han demostrado que las alteraciones de peso pueden tener un impacto negativo en el metabolismo, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud relacionados con la obesidad.
Además de los riesgos físicos, el efecto rebote también puede tener un impacto psicológico. Las alteraciones constantes de peso pueden afectar la autoestima y la imagen corporal, lo que podría contribuir a trastornos alimentarios y problemas emocionales.
Las dietas estrictas desaceleran el metabolismo. Foto:iStock
Causas del efecto rebote
Principalmente, son tres los motivos por los cuales se puede producir este trastorno. Conózcalos a continuación:
1. Metabolismo lento: al realizar dietas tan estrictas y restrictivas, el metabolismo tiende a ralentizar el organismo. Al terminar la dieta y restaurar la alimentación normal, se consumen más calorías y se queman menos, con el organismo lento, se produce un aumento de masa muscular.
2. Reduce la producción de hormonas tiroideas: al finalizar la dieta y acumular calorías debido al funcionamiento lento del organismo, también el cuerpo produce menos hormonas tiroideas, razón por la cual, se genera un aumento notable de peso al despertar mayor producción de hormonas como la grelina que estimula el apetito.
3. Consumo de carbohidratos y grasas: como se mencionó anteriormente, la ralentización del metabolismo, a menudo produce más ganas de comer, cuando no se controla el apetito las personas suelen consumir alimentos con altas cantidades de carbohidratos y grasas, que generan un rápido aumento de masa muscular.
El efecto rebote en niños suele vincularse a enfoques poco saludables para adelgazar, como dietas muy restrictivas o falta de ejercicio.
Los niños, en crecimiento constante, son especialmente susceptibles debido a sus cambiantes necesidades nutricionales y las dietas extremas pueden privarlos de nutrientes cruciales para su desarrollo.
Los especialistas enfatizan la importancia de promover hábitos alimenticios saludables y un enfoque equilibrado hacia la actividad física. Foto:iStock
¿Cómo prevenir el efecto rebote?
Lo más importante es no realizar ningún tipo de dieta sin supervisión de un nutricionista, ya que ellos indicarán cuál es la alimentación balanceada de acuerdo a su necesidad.
Los profesionales de la salud y los educadores desempeñan un papel fundamental en la prevención del efecto rebote en la infancia. Educar a los niños y a sus familias sobre la importancia de adoptar hábitos de estilo de vida saludables y sostenibles puede marcar la diferencia en la lucha contra la obesidad infantil.