En septiembre pasado se diagnosticó en Madrid (España) un caso de
dengue distinto a todos los que se habían presentado en dicho país. Según las autoridades sanitarias españolas
fue transmitido por vía sexual, contrario al patrón normal que muestra esta enfermedad.De acuerdo con el Ministerio de Sanidad de ese país, en el 2018 se registraron los primeros casos de transmisión autóctona del virus en España: tres de una misma familia de Murcia, otros dos en la misma región y un sexto en Cataluña. Este año hubo otro caso en Barcelona.
En todos ellos, reporta el Ministerio,
la vía de transmisión fue la picadura de mosquitos 'Aedes aegypti', instalados desde hace varios años en la costa mediterránea, que, a su vez, habrían picado a personas infectadas por dengue en el extranjero.
Lo nuevo y preocupante
El último caso en Madrid ha sido diferente porque, después de la investigación hecha por la unidad de salud pública de la Comunidad Autónoma, se comprobó que la persona afectada no había viajado últimamente a ningún país endémico y tampoco había visitado recientemente la costa mediterránea. Además, “se descartó la presencia del mosquito en la residencia y en los lugares visitados por este paciente”, dice el informe oficial.
Lo que se verificó al aplicar la encuesta epidemiológica que se realiza en estos casos fue que su pareja sexual presentaba la enfermedad y había viajado recientemente a Cuba y a la República Dominicana, países que, en este momento, presentan picos de dengue en todas sus formas.
De igual manera, en los laboratorios oficiales se encontró que las características genéticas analizadas en los virus de estas dos personas eran idénticas entre ellas y además coincidían con las de la cepa que actualmente circula en Cuba.
Sexualmente transmisible
La explicación posible, dicen los virólogos españoles, es que la persona enferma, que no había salido de Madrid, haya adquirido el virus por vía sexual, una condición que reta de manera seria las medidas de protección que se tienen contra su diseminación.
De hecho, según dice Carlos Álvarez, ex presidente de la Asociación Colombiana de Infectología, el virus del dengue ha sido detectado en semen y fluidos vaginales de personas infectadas, “pero hasta ahora solo se había documentado en la literatura médica un caso de transmisión sexual”.
Dicho caso hacía referencia a un episodio de transmisión de mujer a hombre por esta vía publicado en ‘The Journal of Travel Medicine’ en febrero de este año.
Pero, en palabras de Álvarez, este no es el único caso de virus trasmitidos por mosquitos que se han hallado en estos fluidos, porque, desde el 2016, se ha documentado la presencia por técnicas moleculares de su material genético de virus del zika, chikunguña, dengue y fiebre amarilla en muestras de semen.
Aquí el infectólogo Álvarez insiste en que, a pesar de todo esto, es importante distinguir entre un virus que se trasmite sexualmente (como el VIH, en el que el o sexual es una de las principales vías de transmisión, además de la sangre contaminada), de un virus sexualmente transmisible.
En el mismo sentido, Fernando María Navarro Pellicer, experto en enfermedades tropicales de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (SEMG), asegura que son virus que en determinadas circunstancias pueden ser transmisibles por vía sexual, pero que se extienden de forma mucho más eficaz por otra ruta.
Los arbovirus como el dengue se transmiten entre personas a través de los mosquitos. Si ocurre transmisión sexual probablemente sea un evento muy poco frecuente.
Álvarez deja claro que por ahora se puede decir que es probable la transmisión sexual del dengue y que este caso lo confirma. “Ahora lo que no sabemos es qué tan frecuente puede ser esta forma de transmisión, las condiciones que deben existir para que esto ocurra y el impacto que esto tendría”, asevera el infectólogo.
Puede haber más
Hernando Nieto, ex presidente de la Asociación Colombiana de Salud Pública, dice que en países como Colombia donde el dengue es endémico es muy difícil detectar casos de transmisión por vía sexual, en razón a que en la mayoría interviene el mosquito y las personas viven en las zonas de su influencia.
Nieto insiste en que este tipo de casos no deben mirarse como algo excepcional y exige acciones que vayan más allá de la curiosidad científica, más en este país donde el dengue es un desafío permanente para las autoridades sanitarias.
“Aunque esta nueva vía de transmisión resulta novedosa y puede dificultar la erradicación del dengue, hay que incluirla en las advertencias sin dejar de lado que el control de los criaderos de zancudos evitando la proliferación de estos en aguas estancadas e inservibles sigue siendo la meta prioritaria que se debe alcanzar”, remata Nieto.
Alerta regional por récord histórico de casos
Esta revelación se da justo cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que la región de Latinoamérica y el Caribe registra un récord histórico de casos de dengue, con el mayor número en Brasil, México, Nicaragua, Colombia y Honduras, pero mayor incidencia en los países centroamericanos.
El dengue, que tiene síntomas similares a los de la gripe y afecta actualmente en especial a niños y adolescentes, ha causado a corte del 11 de noviembre más de 2,7 millones de casos de enfermos, incluyendo 22.127 casos graves y 1.206 muertes.
Ante el aumento de casos de dengue y dengue grave, la OPS pidió a los países intensificar la vigilancia de la enfermedad, así como el control de los mosquitos que la transmiten.
En ese sentido, las agencias de las Naciones Unidas anunciaron ayer que examinan si es posible combatir enfermedades como el dengue o el Zika reduciendo el número de mosquitos por medio de la esterilización de los machos.
La supresión de la población de insectos, según la Técnica del Insecto Estéril (TIS), es un método utilizado en la agricultura desde hace más de cincuenta años para luchar contra las enfermedades. Consiste en enviar insectos criados en laboratorio y vueltos estériles por irradiación. Los mosquitos machos esterilizados podrán acoplarse pero no reproducirse.
Pruebas ya constataron que esta técnica reduce la población de mosquitos, pero los científicos no saben aun si eso tiene incidencia en la transmisión de enfermedades.
Aplicar esta técnica para tratar de limitar la transmisión de enfermedades "podría ser realmente significativa", declaró Florence Fouque, que trabaja en el Programa especial de la ONU para la investigación y formación sobre las enfermedades tropicales (TDR).
Según la OMS, la capacidad de los mosquitos para ser portadores de enfermedades y transmitirlas a los seres humanos causa centenares de miles de muertes cada año.
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