De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social, el exceso de peso es una enfermedad de origen multifactorial que debe tratarse de manera interdisciplinar con un tratamiento integral que incluya un plan nutricional, actividad física, abordaje psicológico y si es el caso, tratamiento farmacológico.
En Colombia, la prevalencia de la enfermedad en adultos de 18 a 64 años con sobrepeso era de 37,7 % y obesidad de 18,7 %, según la Encuesta Nacional de Salud Nutricional de 2015.
"Estas cifras significa que la prevalencia de personas con exceso de peso en Colombia, es del 56,4 %, por lo que se ha convertido en un problema en salud pública en el país", expuso Elisa Cadena, subdirectora de Salud Nutricional, Alimentos y Bebidas.
La obesidad abdominal en mujeres de 18 a 64 años se encontró en el 59,6 % de la población, mientras que en hombres se encontró en 39,3%, "situación que confirma que esta problemática afecta mayormente a las mujeres del país", definió Cadena.
Entre los factores de riesgo, los principales determinantes sociales para esta problemática tienen que ver con los patrones alimentarios. Entre estos el alto consumo de alimentos fritos envasados o 'snacks', como papas, plátanos, yucas, chicharrones, pasabocas, roscas, helados, pasteles, donas, entre otros.
Asimismo, está asociado con el alto consumo de bebidas alcohólicas, bajo consumo de verduras, frutas frescas, carbohidratos complejos y fibra, que se encuentran principalmente en verduras, tubérculos, granos enteros como el trigo, cebada, avena y en las frutas frescas.
"Otro de los comportamientos que alteran nuestra buena alimentación es el aumento del tamaño o pedir los agrandados en las porciones de alimentos, especialmente en restaurantes y cadenas de comidas rápidas", explicó la funcionaria.
No obstante, existen comportamientos sedentarios que propenden también al aumento de los factores de riesgo para la obesidad, entre ellos, la reducción del trabajo físico debido a adelantos tecnológicos, el uso cada vez mayor de transporte automotor, automatización de los vehículos y reducción del gasto energético en la operación de maquinarias y vehículos, uso de ascensores y escaleras rodantes, reducción del tiempo dedicado a jugar al aire libre y preferencia por los juegos electrónicos y la televisión.
Para prevenir la obesidad es relevante no creer en dietas milagrosas ni en recomendaciones de personas que no tienen el conocimiento ni la experiencia, "pues puede ser peligroso la adopción de regímenes estrictos sin fundamento científico, por tanto, siempre es necesario acudir a un profesional de la salud", argumentó.
Un aspecto que se hace primordial para una vida saludable es la lactancia materna ya que trae beneficios a largo plazo, como reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad en la infancia y la adolescencia.
"Además aporta todos los nutrientes que un lactante necesita en los primeros seis meses de vida y proteger contra las enfermedades comunes de la infancia, por ello, es necesario que los lactantes reciban lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses y posteriormente, deben recibir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados e inocuos, al tiempo que siguen tomando el pecho hasta los dos años o más", aclaró la Subdirectora de Salud Nutricional.
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