La enfermedad de Crohn es una afección inflamatoria intestinal, que suele afectar el segmento distal del íleon y el colon, pero puede localizarse en cualquier parte del tubo digestivo. Los síntomas incluyen diarrea y dolor abdominal.
De acuerdo con los manuales Merck de diagnóstico y terapia, el diagnóstico se realiza por colonoscopia y el tratamiento suele consistir en ácido 5-aminosalicílico, corticoides, inmunomoduladores, anticitocinas, antibióticos y, a menudo, cirugía.
El diagnóstico tardío de la colitis ulcerosa o ulcerativa (CU) y la enfermedad de Crohn, los dos trastornos incluidos dentro de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), es una de las mayores preocupaciones los expertos.
“Lo más frecuente es que los pacientes llegan tardíamente al especialista. Lo que vemos con preocupación es que a muchos pacientes se les hace el diagnóstico después de un año de padecer los síntomas”, explica Fabio Gil Parada, Coordinador del Grupo de Estudio de Crohn y Colitis Colombiano (GECCOL) y expresidente de la Asociación Colombiana de Gastroenterología (ACG), y también de la Asociación Colombiana de Endoscopia Digestiva (ACED).
La diarrea, el dolor abdominal y la presencia de sangre en las heces son los síntomas que predominan en la EII, que también puede manifestarse en debilidad, falta de apetito, pérdida de peso, entre otros.
El gastroenterólogo subraya las señales de alerta a las que debe estar atento el paciente: “diarrea de más de dos semanas acompañada de dolor abdominal, disminución de peso, defecaciones con sangre. Hasta la mitad de los pacientes con el tiempo desarrollan, además, síntomas articulares, en ojos o en piel, lo que aumenta el índice de sospecha”.
Por todo ello, agrega, al hacer el diagnóstico “es muy importante explicarles a los pacientes la naturaleza de la enfermedad para que, cuando mejoren, no abandonen los tratamientos o, en casos recurrentes, no acudan a medicinas alternativas. La evolución de la enfermedad se caracteriza por eso, porque es crónica y recurrente: períodos de mejoría con recaídas, que pueden ser graves”.
Diferencia entre colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn
La doctora Viviana Parra Izquierdo, médica Reumatóloga y Gastroenteróloga, y Presidenta de la Fundación de Enfermedad Inflamatoria Intestinal Colombiana FUNEIICO, explica que las dos enfermedades se caracterizan por producir inflamación y úlceras, pero segura que existen diferencias importantes entre ambas.
Mientras que la colitis ulcerativa solo afecta al colon, la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, siendo el colon y el íleon terminal las localizaciones más frecuentes.
En la colitis ulcerativa, los cambios inflamatorios se limitan a la parte interna del intestino, la capa mucosa, por lo que se inician siempre en el recto y afectan al colon de forma continua. En cambio, en la enfermedad de Crohn, la afectación es transmural y discontinua.
Desde el punto de vista clínico, los principales síntomas de la colitis ulcerativa son la presencia de sangre y moco en las heces y, en el caso de la enfermedad de crohn, el dolor abdominal y la diarrea.
Además, el hecho de que en la enfermedad de Crohn la inflamación afecte a todas las capas de la pared intestinal hace que, con mucha frecuencia, se desarrolle una reducción del calibre del intestino, llamada estenosis. También se pueden generar trayectos que comunican el intestino con la piel u otros órganos vecinos, las llamadas fístulas; complicaciones que aparecen en algún momento de la enfermedad en un porcentaje significativo.
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