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Enfermedades que ponen en riesgo la salud de los presidentes por su ritmo de trabajo
Estrés, dormir poco y tomar decisiones importantes causa hipertensión y hasta cáncer.
Ser mandatario supondría afectaciones en la salud Foto: EL TIEMPO
A Petro le diagnosticaron cáncer de esófago, Juan Manuel Santos tuvo un tumor en la próstata que fue maligno, al igual que César Gaviria Trujillo; a Ernesto Samper se le practicó una cirugía de marcapasos y la lista –con los mandatarios que han tenido algún tipo de afección– continua. Por su parte, Álvaro Uribe e Iván Duque no han hecho de conocimiento público si tuvieron padecimientos de gravedad o no.
Un trabajo cognitivo intenso acumula productos tóxicos en el córtex prefrontal. Lo que genera malestar
En cuanto a enfermedades, ni los más poderosos de Colombia se han salvado de tenerlas, algo consecuente con los prolongados periodos de estrés que tienen y que, en realidad, practicar cualquier labor “supone unos factores de riesgo y exposición en el trabajo que pueden desencadenar malestares relacionados con el trabajo, denominados enfermedades laborales”, según Juan Ignacio Rincón, jefe de la división de Seguridad y Salud en el Trabajo, de la Universidad Nacional.
Así, “cualquier enfermedad puede ser catalogada como de origen laboral, siempre y cuando se logre determinar con claridad la relación de causalidad entre el agente de exposición, las características y el desenlace”, agrega.
De todas formas, hay que reconocer que las situaciones de un país no paran y se creería que su mandatario tampoco, lo que podría desatar problemas de salud para líderes de Estado que llevan rutinas en las que poco se descansa, como lo evidencia la agenda de los últimos cuatro presidentes.
Uribe durante su gobierno logró la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia y luego de esta etapa ha enfrentado diferentes procesos penales por fraude procesal, junto con soborno a testigos; Santos lideró el proceso de paz y enfrentó el caso Odebrecht en el que Colombia se vio envuelto por sobornos; Duque manejó una pandemia mundial que dejó un saldo de aproximadamente 2.760.000 muertes; y Petro está siendo investigado por las formas en las que fue financiada su campaña, que según unos audios filtrados, involucra a Maduro.
Situaciones como las anteriores, traen estrés y fatiga, solo por el hecho de que una idea martillea constantemente la mente de quienes se ven involucrados, pues implica un “trabajo cognitivo intenso que acumula productos tóxicos en el córtex prefrontal. Lo que a su vez, genera malestar”, según la revista Current Biology.
Como consecuencia, se ven afectados los diferentes sistemas con los que funciona el cuerpo, al punto de crear ilusiones en las que el cerebro ordena un cambio de labor para generar tranquilidad –qué es lo que sucede cuando una persona está agobiada. A su vez, esto provoca hipertensión arterial, anginas o infartos al miocardio, así como dolores de espalda frecuentes, síndrome de colon irritable, migrañas o trastornos del sueño, de acuerdo a Rincón.
Aspecto de la firma del Acuerdo de Paz en el Teatro Colón, hace cuatro años, entre el Estado Colombiano y la guerrilla de las Farc. Foto:Carlos Ortega. Archivo EL TIEMPO
De igual forma, estar estresado se refleja en comportamientos extralaborales que desencadenan un efecto dominó. Pues, “si se llega más agotado a casa no habrá la energía para tener unas buenas conductas, al día siguiente no habrá energía para levantarse a hacer actividad física y en el marco del estrés tampoco hay una buena alimentación”, dice el magíster en seguridad y salud en el trabajo.
Por eso e intentando tener un balance, varios de los que han ocupado la Casa de Nariño en algún momento optan por dedicar momentos del día a su dispersión. Un ejemplo es que Duque tomaba su tiempo libre para tocar guitarra en época de mandato, algo que le apasiona desde que creó una banda en la juventud; a Santos se le ha visto montando bicicleta; y Uribe, a lo largo de su carrera política, ha hecho yoga nidra para equilibrar su temperamento.
Sin embargo, quien ejecuta técnicas de relajación, itió que también practica yoga con el fin de dormir menos horas y trabajar más. Ocasión en la que no se cumple la ley de compensación, porque según Rincón y en el caso de los políticos influye mucho sus hábitos saludables, cuando se habla de los riesgos que traen sus tareas diarias.
“En quienes tienen malas costumbres, uno podría ver comportamientos como sedentarismo, obesidad o trastornos del peso, hipertensión arterial, e incluso, trastornos del colesterol que pueden constituirse en un síndrome metabólico”, añade.
Además se contempla el cáncer, porque para la Organización Mundial de la Salud (OMS) los trabajos que suponen cambios en la rutina de sueño son considerados como potencialmente carcinógenos.
La organización también recuerda que las enfermedades no transmisibles –como las que aparecen al desarrollar una cargo– cobran la vida de 41 millones de personas todos los años, que equivale al 74 por ciento de todas las muertes a nivel mundial; cada año 17 millones de personas mueren por un padecimiento de este tipo antes de los 70 años y el 86 por ciento de estas muertes se producen en países de ingresos bajos y medianos.
Sobre las leyes de la salud ocupacional
Aunque la ley aplica hasta para presidentes, el tipo de riesgos que suelen enfrentar estas personas son poco comunes, en comparación a las que podría vivir cualquier otro profesional solo por ser figuras de alto perfil.
Por eso, se enfrentan a ser objetivos potenciales para atentados y secuestros, por su posición de poder político; también se exponen a amenazas a su estabilidad política, como intentos de golpe de Estado, conflictos internos y protestas masivas; son objetivos de actividades de espionaje; además de ser objetivo de amenazas cibernéticas, como hackeos o filtraciones de información confidencial.
En consecuencia, quienes velan por la seguridad integral de los mandatarios son la Unidad Nacional de Protección, Policía Nacional, Fuerzas Militares, además del Departamento istrativo de la Presidencia de la República, junto con el equipo médico presidencial.
Por otro lado, las disposiciones vigentes de salud ocupacional relacionadas con la prevención de los accidentes de trabajo, enfermedades laborales y el mejoramiento de las condiciones de trabajo, hacen parte del Sistema General de Riesgos Laborales.
Así, la regulación se da bajo la ley 1562 del 2012 que define el sistema general de riesgos, la salud ocupacional y el programa que se aplica con respecto al bienestar. En estos, se habla de la responsabilidad que tienen entidades públicas y privadas, en cuanto a normas y procedimientos destinados a prevenir, proteger y atender a los trabajadores de las enfermedades y los accidentes que puedan ocurrirles como consecuencia del trabajo que desarrollan.