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¿Qué son las grasas saturadas y cuáles son sus riesgos para la salud?
Este tipo de grasa alimenticia resulta dañina para el organismo. Le contamos la razón.
Las grasas saturadas se encuentran en gran parte de la dieta diaria de los individuos. Foto: iStock
Desde las carnes procesadas hasta los alimentos fritos, los productos lácteos enteros y de panadería, las grasas saturadas se encuentran inmiscuidas en la dieta diaria de muchas personas. Aunque es una de las más comunes, al estar presente en varios alimentos de consumo humano, también es una de las más dañinas.
De acuerdo con MedlinePlus, el servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las grasas saturadas no son más que un tipo de grasa alimenticia que, por lo general, se endurece a temperatura ambiente. En concentraciones altas, puede llegar a generar graves riesgos para la salud.
Si bien el término puede sonar un poco lejano para algunas personas, la realidad es que no lo es en absoluto. Si usted es de los que consume carne -de cerdo, res o pollo-, mantequilla, helado, papas fritas, aceite de coco o de palma, salchicha o queso, entonces ha ingerido a su organismo grandes cantidades de grasa saturada.
Las grasas saturadas están presentes en la carne, productos de panadería, alimentos fritos y también en algunos lácteos. Foto:iStock
La mayor parte de las grasas de una persona deben ser monoinsaturadas -presentes en productos como el aguacate, las nueces y el aceite de oliva- o también pueden provenir de grasas poliinsaturadas -provenientes del salmón, los aceites vegetales, y algunas nueces y semillas-, según explica Cigna, la empresa líder mundial en provisión de servicios médicos.
Un alto consumo de grasas saturadas, por el contrario, puede llevar a enfermedades cardíacas y otros padecimientos de salud. Le contamos cuáles son.
¿Cómo afectan las grasas saturadas en la salud?
Enfermedades cardíacas
Un alto contenido de grasas saturadas en el organismo puede causar la acumulación de colesterol en las arterias, de acuerdo con MedlinePlus. En especial, contribuye al incremento de las lipoproteínas de baja densidad, más conocidas como ‘colesterol malo’.
El ‘colesterol malo’ es una combinación de grasas y proteínas que, según los especialistas, puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas, como la aterosclerosis, y de accidentes cerebrovasculares.
Este tipo de sustancia cerosa, puede formar depósitos grasos en los vasos sanguíneos que, con el tiempo, crecen y obstaculizan el flujo de sangre a través de las arterias. Cuando los depósitos se rompen, existe riesgo de ataque cardíaco -a causa de un coágulo- y, también, de un accidente cerebrovascular. Como si fuera poco, contribuye a subir las cifras de tensión arterial y a aumentar el riesgo de trombosis.
Las personas con enfermedades del corazón tienen más riesgo de muerte si están solteras. Foto:iStock
“La gran cantidad de evidencia científica indica que el colesterol total y el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad), a menudo denominado 'colesterol malo', contribuyen a las enfermedades cardíacas de manera comprobada”, explica Lynne Garton, dietista y asesora dietética de la organización benéfica sobre el colesterol Heart UK, en diálogo con ‘BBC’.
Para evitar este tipo de problemas, se recomienda no obtener más del 25 al 30 por ciento de calorías diarias de grasas. Y, en lo posible, limitar el consumo de grasas saturadas en un 10 por ciento. Por ejemplo, para una dieta de 2 mil calorías, esto equivale a 22 gramos de grasa saturada al día.
Aumento de peso
Una de las consecuencias más conocidas de las grasas saturadas es el aumento de peso, puesto que su consumo agrega calorías adicionales a la dieta. MedlinePlus explica que: “Todas las grasas contienen nueve calorías por gramo de grasa. Esto es más del doble de la cantidad que se encuentra en los carbohidratos y la proteína”.
El portal especializado ‘Healthline’, explica que el alto consumo de grasas saturadas está directamente relacionado con la obesidad y esta enfermedad, a su vez, incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca. Por lo general, este tipo de grasa alimentaria se encuentra escondida en alimentos como las hamburguesas, pizzas, fritos y productos de panadería.
Expertos señalan que la obesidad y el consumo de grasas saturadas pueden estar relacionados. Foto:iStock
Los alimentos ultraprocesados, en específico, suelen ser ricos en grasas saturadas, azúcar y sodio, y bajos en nutrientes esenciales, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Particularmente, afectan a los niños, causando diabetes, problemas del corazón y los riñones.
"Las causas principales de la obesidad y el sobrepeso en niñas y niños son el consumo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal, así como de bebidas azucaradas que son muy fáciles de adquirir por su amplia distribución, bajo costo y su promoción en medios masivos", señala la Unicef, que provee ayuda humanitaria a niños y madres en países en desarrollo.
Para combatir las complicaciones y afecciones relacionadas con las grasas saturadas, se aconseja bajar su consumo. Si desea permanecer en un peso saludable, deberá reducir la ingesta de aquellos alimentos que contienen estas sustancias. Así, también reducirá su riesgo de desarrollar diabetes, enfermedad cardíaca y otros problemas de salud.
“Para perder peso, se trata de controlar cualquier alimento en su dieta que le esté dando un exceso de calorías”, aclara la doctora Alice Lichtenstein para los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés).
Consejos para reducir el consumo de grasas saturadas
Recuerde que las grasas saturadas no son indispensables en el organismo, porque las células del cuerpo son capaces de sintetizarla. Aun así, para quienes las incluyen en su dieta, se hace necesario limitar su consumo.
Para equilibrar su consumo de grasas saturadas, ‘Healthline’ recomienda optar por alimentos más saludables como la avena, cebada y otros cereales integrales; frijoles y guisantes - por ejemplo, frijoles negros, judías, garbanzo y frijoles de carita-, nueces, como maníes y almendras; pescado graso, como sardinas y salmón, aceite de oliva y berenjena.
Se hace necesario limitar el consumo de grasas saturadas y optar por opciones más saludables. Foto:iStock
Antes de cambiar su dieta, recomiende consultar con un especialista, quien evaluará sus condiciones y necesidades alimentarias.