En el cuarto trimestre de 2021 la mortalidad en el país tuvo una reducción del 16 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2020, a lo que se suma que en este lapso del año anterior las enfermedades isquémicas del corazón (infartos) fueron la primera causa de estos desenlaces, en una muestra de que el covid-19 empieza a ceder terreno como el principal responsable de este indicador en los dos últimos años, de acuerdo con las estadísticas vitales del Dane, dadas a conocer este viernes.
Llama la atención que al mirar los acumulados de mortalidad de 2020 y 2021 muestran al covid-19 como la primera causa de muerte en hombres en los dos periodos con 33.176 decesos y 55.032, respectivamente, mientras que este listado en las mujeres en el 2020 lo encabezan las enfermedades isquémicas del corazón (20.484) y ya en el 2021 esta causa fue desplazada por el covid-19, con 36.827 decesos, lo que demuestra el efecto devastador que tuvo el nuevo coronavirus sobre toda la población.
Pero, a pesar de estos números, vale la pena anotar que desafortunadamente las agresiones (homicidios) se ubicaron como el tercer causante de muerte en hombres en los dos años analizados; y en un contraste que favorece a las mujeres, este determinante no aparece entre las diez primeras causas de muertes acumuladas en los dos años de pandemia.
De igual forma, resulta importante observar que si bien la infección por Sars-CoV-2 ha sido responsable del exceso de mortalidad en los 48 meses analizados por el Dane, las otras enfermedades letales siguieron su curso, al punto de que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el cáncer de estómago, las neumonías, la hipertensión arterial, los tumores de pulmón, seno y próstata, así como las enfermedades cerebrovasculares continuaron en los primeros lugares como desencadenantes fatales al ordenarse según la clasificación internacional de enfermedades.
Algunos expertos como el salubrista Pedro León Cifuentes consideran que la pandemia –por causa de las cuarentenas y la priorización que tuvo la atención por covid-19– pudo favorecer el desarrollo de complicaciones de algunas enfermedades por falta de oportunidad y continuidad en los tratamientos o incluso por el temor de algunas personas de asistir a los hospitales y contagiarse de coronavirus.
De ahí que en la medida en que la pandemia ha dado tregua, no es extraño encontrar, de acuerdo con el informe del Dane, que dentro de las diez primeras causas de defunción en lo que va del 2022 las enfermedades isquémicas del corazón ocupan el primer lugar de muertes en los hombres, con el 17,7 por ciento de los casos, desplazando significativamente al grupo en el que se encuentran el covid-19 tanto confirmado y sospechoso, que aparece como el responsable del 17,1 por ciento de los decesos nacionales en este inicio de año.
“Sin nacimientos de hijos de madres venezolanas, hubiéramos visto una reducción de este indicador entre 2017 y 2021”.
Sin dejar de lado que en el tercer lugar aparecen las agresiones (homicidios), con un incremento del 16,5 por ciento frente al mismo periodo de 2021, con lo que, de acuerdo con Cifuentes, “la violencia se torna en estos tiempos en un verdadero problema de salud pública, además de su impacto en otras áreas de la sociedad”.
Aunque hasta hace poco se pensaba que las complicaciones por enfermedades cardiovasculares eran patrimonio masculino, el Dane deja claro que en lo que va corrido del año los infartos concentraron el 18,1 de las defunciones femeninas ocurridas en el país, ocupando el primer lugar en este listado y desplazando significativamente a las muertes por covid-19, que en ellas alcanza el 16,2 por ciento del total de decesos.
En el 2020 la tasa mortalidad en eventos de tránsito en el país tuvo una reducción del 17,3 por ciento como consecuencia de los confinamientos. Sin embargo, para el 2021, según el informe del Dane, la mayoría de los territorios del país muestran un aumento generalizado en este indicador, con una afectación importante en adultos jóvenes, que por debajo de los 30 años aportan el 27 por ciento de las víctimas por esta causa tanto en el 2020 como en el 2021.
“Estas estadísticas dan cuenta del reacomodo de unas causas de muerte que desafortunadamente empiezan a tomar fuerza después de la pandemia y que si bien estaban un poco latentes al hacer su aparición, pueden proyectarse con consecuencias devastadoras en términos de salud pública, por lo que su análisis debe ser una prioridad en momentos en que el país está construyendo un plan decenal en esta materia”, remata Cifuentes.
El Dane en su informe presenta un análisis de la disminución en el número de nacimientos desde el 2015 al 2021, que deja en evidencia una reducción del 7,8 por ciento en este periodo, con caídas anuales del 1,3 por ciento y consecuentemente una caída en la tasa de natalidad en el mismo periodo del 16,3 por ciento, que con reducciones anuales del 2,9 por ciento hoy dicha tasa es de 11,9 nacimientos por cada mil habitantes.
Llama la atención que en este panorama la participación de nacidos vivos de madres procedentes de Venezuela con residencia habitual en Colombia pasó del 0 por ciento en el 2017 a 9,6 por ciento en 2021, con un incremento significativo entre 2020 y 2021 del 2,1 por ciento.
Otro punto importante del informe del Dane es que al comparar los últimos trimestres de 2020 con el 2021, se observa un crecimiento del 22,2 por ciento en el nacimiento de madres menores de 14 años, y al hacer esta misma comparación entre lo que va corrido de 2022 y los mismos meses del año pasado este aumento ha sido del 20,3 por ciento, lo que de acuerdo con Cifuentes debe encender las alarmas a nivel general.
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